Después de un ataque de magia accidental cuando Harry tiene seis años, Vernon va demasiado lejos. Cuando Harry se despierta, está gravemente herido y tiene más de cincuenta años en el pasado en otro mundo. Después de algunos cambios, Harry termina e...
Nada dura para siempre / Por eso nuestros corazones están mejor juntos
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Su segunda compra en el callejón Diagon fue mucho más rápida que la primera. Ya tenían los libros de texto, así que solo tenían que comprar el material de pociones y otros artículos varios. En Madame Tullesaud compraron dos conjuntos nuevos de túnicas, sin derrochar en vestuario como el año pasado. Las túnicas de día aún les quedaban bien si se las ponían cada mes y, de todos modos, solo tenían que ponérselas los fines de semana. Madame Tullesaud les había regalado un traje de algodón; quería probar un nuevo patrón de costura que había hecho.
Compraron algunos libros más en Flourish y Blotts, además de estampillas para enviar cartas e hilo para tejer. Después compraron regalos de Navidad y cumpleaños para todos sus amigos y mentores.
Les quedaba casi todo el dinero de la beca.
—¿Crees que deberíamos devolverlo para que otros niños puedan usarlo? —preguntó Harry, de mala gana. Parecía lo que debían hacer.
Tom lo miró.
—Creo que deberíamos abrir una cuenta bancaria conjunta —dijo Tom. —Puede que necesitemos el dinero en el futuro, Harry. Y es para que lo usemos nosotros.
Se dirigieron a Gringotts, haciendo cola para que los atendieran de nuevo.
El proceso de abrir una cuenta conjunta apenas llevó tiempo. Solo costaba siete galeones. Les dieron un número de cámara acorazada, dos llaves y dos bolsas de las que podían sacar dinero. Depositaron cien galeones para empezar, dinero sobrante del año pasado y su dinero extra de este año.
A Harry le sorprendió que no hubiera una edad mínima para abrir una bóveda, pero no se quejó. Se sentía muy adulto, teniendo su propia bóveda con Tom en Gringotts, aunque sabía que cien galeones era una fortuna bastante mísera. ¿Quizá podrían encontrar un trabajo de verano el año que viene?
Sacaron lo suficiente para la tarifa del autobús que los llevaría a la estación el primero de septiembre y lo suficiente para comprar otro helado en Florean Fortescue.
◉◉◉
Oyeron el anuncio por la radio la mañana en que partían hacia Hogwarts.
Alemania había invadido Polonia.
Aún no se había declarado formalmente, pero Gran Bretaña entraba en guerra.
El resto del día fue surrealista.
No era del todo inesperado. Por los periódicos que la señora Roberts les había enviado, Harry y Tom sabían que la situación era tensa. Estaba la crisis de Múnich, que había ocurrido durante su primer año, y toda la charla sobre refugios antiaéreos y máscaras antigás. Pero seguía pareciéndoles una bofetada en la cara. Por ingenuo que fuera, Harry no había pensado que la guerra fuera a estallar. Era el miedo que los adultos se susurraban cuando pensaban que los niños no estaban escuchando.
