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No soy directo, pero te lo diré todo / Una parte de mí está en ti, una parte de ti está en mí (nosotros) / Un poco de tensión a veces no hace daño

No soy directo, pero te lo diré todo / Una parte de mí está en ti, una parte de ti está en mí (nosotros) / Un poco de tensión a veces no hace daño

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Harry y el profesor Dumbledore hablaron durante más de una hora, sobre la curación mágica vs. a la curación muggle, sobre las clases, Fawkes, Hogwarts, las hazañas de Harry tejiendo. Ya había pasado el toque de queda de primer año cuando su conversación llegó a su fin, así que el profesor Dumbledore le escribió una nota excusándolo por estar despierto más allá de la hora.

Harry volvió a la sala común de Slytherin de un humor extrañamente maravilloso. No se había sentido así desde lo de Wool. Se preguntó si Dumbledore le diría dónde podía encontrar más té del Beso del Fénix. Y tal vez podría preguntarle si podía volver a visitar a Fawkes.

Harry saludó al retrato que marcaba la entrada de su sala común. A diferencia de los demás retratos de Hogwarts, Medea Gaunt nunca hablaba. Siempre parecía sombría y reticente, como si acabara de ocurrir algo trágico. De todos modos, Harry le dio los buenos días y las buenas noches, ya que le resultaba incómodo pasar junto a ella sin saludarla. Ahora ella asintió en señal de saludo, abriéndole el cuadro a Harry antes de que terminara de murmurar la clave.

Después de que uno de los prefectos comprobara el pase firmado de Harry, este bajó a lavarse los dientes y a ponerse el pijama. Se coló en su dormitorio, agradecido de que su cama estuviera más cerca de la puerta. Todas las luces estaban ya apagadas, así que Harry hizo una pequeña burbuja para guiarse. Guardó su nueva taza de té tulipán en el cajón de su escritorio.

Harry abrió las cortinas y se quedó quieto, sorprendido.

Tom estaba profundamente dormido en la cama de Harry, con Lucy acurrucado en su brazo.

Era obvio que había intentado esperar a Harry.

Harry fue golpeado por una abrumadora ola de ternura.

Se deslizó bajo las sábanas, envolviendo suavemente a Tom con sus brazos. Tom no se movió. Harry besó suavemente los párpados cerrados de Tom antes de empujar la frente contra la clavícula de Tom, cerrando los ojos para intentar dormir.

El suave golpe de los latidos del corazón de Tom lo apagó como una luz.

◉◉◉

Se despertó cerca de las tres de la madrugada. Tom le abrazaba fuerte. Demasiado fuerte.

—Tom —se quejó Harry con sueño, intentando zafarse. Era la primera noche en Hogwarts que se acercaba a algo parecido a una buena noche de sueño para Harry.

Tom lo abrazó con más fuerza, sin soltarlo.

Lo siento, Harry —dijo Tom frenéticamente. —Lo siento mucho.

No pasa nada —murmuró Harry.

No lo está —dijo Tom.

Lo está —insistió Harry. —Te amo, Tom. Siempre. Siento haber estado tan distante. Es que me he sentido muy triste todo el tiempo y no sabía qué hacer.

Holly & YewDonde viven las historias. Descúbrelo ahora