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Nacido en un siglo perdido por los recuerdos / Árboles que caen, levántate de rodillas / Nadie puede detenerte

Nacido en un siglo perdido por los recuerdos / Árboles que caen, levántate de rodillas / Nadie puede detenerte

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A pesar de lo tarde que se habían acostado, Tom y Harry fueron de los primeros en despertarse.

—Buenos días —saludó Harry a Orión Black, el único otro alumno despierto.

Parecía sobresaltado, como si no hubiera esperado que se dirigieran a él. Lanzó una mirada nerviosa hacia las camas de Avery y Lestrange, que Tom observó con los ojos entrecerrados.

—B-buenos días —respondió, una vez que confirmó que los otros chicos estaban dormidos.

—¿Qué clase crees que tendremos primero? —preguntó Harry agradablemente.

Orión parecía alarmado de que la conversación continuara.

—Con suerte, Transfiguración —tartamudeó. —Mi familia es conocida por nuestra habilidad en la materia.

—Espero que primero tengamos pociones —dijo Harry. —He oído que es una de las asignaturas más importantes para convertirse en sanador.

—¿Quieres convertirte en sanador? —preguntó Orión.

Harry asintió.

—¿Y tú, Tom? —preguntó Harry.

—Espero que tengamos Encantamientos —dijo Tom. —Será interesante probar la magia con varita.

—¿Nunca has usado una varita? —preguntó Orión.

—¿Y tú? —preguntó Tom, alzando una ceja.

—Sí, mis padres me prestaban su varita para practicar algunos hechizos básicos.

—¡Eso es genial! —Dijo Harry con calidez. —¿Bajamos a desayunar?

Orión parecía un poco asustado.

—Um, ustedes dos vayan primero. Yo esperaré a que los demás se despierten.

Tom entrecerró los ojos.

—No te preocupes —dijo Tom con una sonrisa gélida. —No les diremos que has hablado con nosotros. Ya nos veremos. O no. Ven, Harry. Vámonos.

La cara de Orión se arrugó, pero ni siquiera Harry, con su corazón sangrante, lo reconoció.

Se vistieron con sus nuevas túnicas escolares, Harry se abrochó mal las mangas por accidente.

Tom volvió a abrochárselas mientras bajaban a la sala común.

Un par de alumnos leían o charlaban en pequeños grupos. Tom y Harry no estaban muy seguros de cómo llegar al Gran Comedor, pero siguieron a una multitud de Slytherins mayores que debían de estar dirigiéndose hacia allí.

Eileen Prince estaba sentada sola con un libro en la mesa de Slytherin.

—¿Qué tal, desconocido? ¿Le parece bien que nos sentemos aquí? —Preguntó Harry, sonriendo.

Holly & YewDonde viven las historias. Descúbrelo ahora