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En este mundo, solo estamos nosotros / Sabes que no es lo mismo que antes

En este mundo, solo estamos nosotros / Sabes que no es lo mismo que antes

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Dieron un desvío en su camino de vuelta a la sala común. Tom arrastró a Harry hasta un aula vacía, cerrando la puerta tras ellos.

—¿Por qué le has dicho a Dumbledore que podemos hablar pársel? —preguntó Tom bruscamente.

—Pensó que habíamos traído una serpiente venenosa a un colegio lleno de niños —se defendió Harry, igual de cortante. —No podíamos dejar que creyera que Medusa era un peligro para nadie.

—¿Es eso? ¿No podías soportar que tu profesor favorito pensara que habías roto las reglas? —siseó Tom.

—¿Estás hablando en serio? —espetó Harry, con los ojos brillantes. —Dumbledore es el subdirector. ¿Te imaginas en cuántos problemas nos meteríamos si pensara que hemos traído una serpiente venenosa al colegio? Habría consecuencias reales, Tom. Y no solo eso, habríamos perdido completamente su confianza.

—¿Y qué? —replicó Tom con brusquedad.

Harry respiró hondo, sofocando su mal genio antes de que más palabras duras salieran de sus labios. Era estúpido pelear precisamente ahora, cuando Harry se daba cuenta, por la devastadora atracción de sus magias, de que lo único que ambos querían era abrazarse.

¿Cómo podía hacérselo entender a Tom?

—El profesor Dumbledore se habría enterado tarde o temprano de que hablamos pársel —dijo Harry, girando sobre sí mismo. —Alguien ya nos delató sobre Medusa, así que era cuestión de tiempo. No es que lo hayamos estado ocultando a los Slytherin. Incluso lo hemos dicho en los pasillos y en el Gran Comedor una o dos veces. Al menos así controlamos cómo se produjo, le dimos una información mínima y conseguimos mantener su confianza, a pesar de lo que piensa que la parselengua es un Arte Oscuro. Toda esta situación era inevitable, así que ¿no es esta una de las mejores formas en que podría haber sucedido, amor? —preguntó Harry con suavidad.

Tom se mordió el labio. Se quedó callado durante un largo rato. Luego exhaló y rodeó a Harry con los brazos antes de juntar sus frentes.

—Tienes razón —admitió Tom. —Tomaste la decisión correcta, cariño. Dumbledore puede hacernos la vida muy difícil si quiere. Controla el dinero de nuestras becas, nuestros libros de texto e incluso nuestra permanencia aquí. Tenemos que estar de su lado, pase lo que pase. No debería haberme enfadado.

—No pasa nada, Tom —dijo Harry, volviendo a rodear a Tom con los brazos. —El profesor Dumbledore es una buena persona. Le caemos bien. Solo se preocupó de que Medusa pudiera haber hecho daño a alguien.

Tom frunció el ceño.

Harry se llevó la mano a las gafas, intentando limpiar la montura llena de huellas dactilares con la sedosa manga de la túnica de Tom.

—¿De qué iba todo esto? —Preguntó Harry, molesto.

—¿Qué? —preguntó Tom distraídamente, enrollando uno de los rizos de Harry alrededor de su dedo.

Holly & YewDonde viven las historias. Descúbrelo ahora