—Wow, pero miren quién escapó directamente del Mundo de las Maravillas, ¿qué te tiene tan sonriente, Cheshire?
Intentando quitar la sonrisa tonta que le hacia doler las mejillas, Noah enderezó su postura y observó la expresión burlona de su jefe brillando en la pantalla de su computadora. Estaba sentado en uno de los sofás en la terraza de su apartamento, aprovechando el suave calor del sol mientras garabateaba distraídamente bocetos rápidos en una libreta cuando la video-llamada apareció en su pantalla. Conociendo a Nee, quizás debió prepararse mentalmente antes de oprimir el botón para aceptar la misma.
Su jefe era un chismoso de primera, y para empeorarlo, nada parecía escapársele.
Intentando evadir el tema, dejó el lápiz sobre la mesa y terminó de borrar su expresión alegre por una un poco más sobria—. Nada nuevo por aquí —mintió antes de preguntar:— ¿Cómo están las cosas en Japón?
—Lleno de personas japonesas —dijo con simplicidad, su rostro acercándose demasiado a la cámara con grandes ojos ansiosos—. Ahora, suelta el chisme, ¿qué sucedió? ¿por qué te ves tan contento? ¿pasó algo con Darius? Cuenta y cuenta rápido antes de que Kai vuelva de la tienda.
Noah suspiró, intentando no reírse ante las payasadas del otro—. Teniendo en cuenta los estragos que hacen los chismes en tu vida diaria, es increíble que siempre parezcas tan emocionado cuando piensas que algo esta sucediendo a tu alrededor y tu no estas al tanto.
—Al contrario de lo que las personas piensan, los chismes no son malos para personas como yo. Publicidad es publicidad, no importa si es buena o mala, lo importante es que las personas hablen sobre ti y te tengan en cuenta —explicó con paciencia—. De todas formas, desde que me casé y tuve hijos, los chismes parecen evitarme como a la peste.
—Quizás a ti si, pero a los miembros de tu grupo no —dijo. Rebuscando en la pila de revistas que había estado ojeando antes, sacó una del montón y la puso frente a la cámara—. Jackson ha estado haciendo de las suyas nuevamente, esta en la portada de cada revista de prensa rosa que se publicó hoy, así como también salió en la sección de chimentos del diario.
Soltando un suspiro, Nee abandonó su actitud animada y se recostó en su silla—. Lo sé, nuestra representante me llamó hace unas horas para contármelo antes de que pudiese enterarme por otros medios —dijo—. Jackson ha estado descontrolado por un tiempo, pero no debes preocuparte por él, su mala conducta jamás ha hecho mella en la reputación de la banda.
Mirando la fotografía de un obviamente ebrio Jackson en la revista, Noah hizo una mueca—. Yo me preocuparía más por su bienestar que por su reputación.
—Jackson es un caso... complicado. Él ha tenido varias experiencias difíciles en el correr de los años, y aunque su vida ha mejorado, se niega a soltar el dolor y las heridas que sufrió en el pasado. —Nee explicó antes de dedicarle una mirada significativa—. Aunque supongo que no es la única persona con una lucha similar en estos momentos.
Noah estrechó sus ojos a la pantalla—. Tú sabes demasiado para estar tan lejos.
—Trato de mantenerme informado —evadió, con una pequeña sonrisa inocente que ni sus padres compraban—. Ahora, deja de evadir el tema y suelta el chisme, ¿cómo van las cosas con Darius? ¿Algún avance? ¿Hicieron algo mientras no estaba?
Arrojando la revista nuevamente a la pila, bufó:— ¿Por qué debería contarte algo? —dijo—. Además, ¿cómo sabes que mi alegría se debe a Darius? Quizás conocí a otra persona, o algo bueno haya sucedido en mi vida que nada tenga que ver con él, no lo sabes.
—Oh, chico, ¿realmente crees que no podría descifrar una expresión así? —río—. Sé lo que es estar perdidamente enamorado de alguien, Noah, podría reconocer esa expresión en el rostro de cualquiera porque es la misma que pongo cada vez que veo a Kai. Esa suave sensación de calidez que se instala en el pecho con solo saber que la persona que amas esta a tu lado, eso es algo que desborda a través de la mirada y que es imposible de confundir con algo diferente. Es simplemente amor, yo pongo esa misma cara cada que veo a Kai.