Estaba haciendo la maleta con Flynn, de mientras que yo me estresaba por no saber si llevarme la sudadera azul o marrón, él intentaba tejer con mi kit de ganchillo, y tengo que decir que no se le daba del todo mal.
—Flynn la azul o la marrón.
—La amarilla me gusta.
Siguió tejiendo, sin siquiera mirar mis dos brazos que sujetaban las sudaderas, estuve a punto de tirárselas a la cara por no escucharme.
—Han quitado Wall-e de todas las plataformas digitales.
—Suena bien Lili.
Le sonreí de forma irónica, al final guardé las dos en la maleta y la cerré por fin, ganándome de una vez su atención.
Enderezó una ceja, mirando mi pequeña maleta.
—¿Sabes que solo nos vamos un finde verdad? Con una mochila basta.
—Soy totalmente consciente, y espero que tú también lo seas y hayas empacado suficiente ropa, y que alguna tenga algo de color.
—Mi ropa está igual de oscura que mi alma.
Rodé los ojos mientras reía y me fijaba en como tejía unos guantes rosas llevando él una chaqueta de cuero negra, unos pantalones negros, una sudadera negra y unas deportivas blancas y negras, era bastante irónico, como si estuviese viendo una pantera acariciar un pequeño conejo blanco.
En nada tendríamos que ir al coche y pasar seis horas encerrados dentro de él hasta llegar a casa de la abuela de Flynn.
Margaret y Emma irían en avión, Flynn y yo en su coche, no me quiso explicar por qué al final nosotros dos no iríamos en avión, no vi tampoco oportuno preguntarle, tuvo una discusión con su madre y preferí dejar que él me lo contara si quería.
Mi madre seguía innecesariamente enfadada conmigo, no me hizo falta darle muchas explicaciones para que me dejase ir, su solución ante todo era contestar rápido para perder de vista lo antes posible cualquier cosa que le molestara.
Picaron al timbre y los dos nos miramos extrañados.
—¿Esperas a alguien?
Me preguntó.
—No que yo sepa.
Bajamos al piso de abajo, aproveché para bajar de paso mi maleta y mi mochila, escuchamos un gran alboroto al otro lado de la puerta, al abrirla encontré a Kate, sujetando una maleta y con una pequeña mochila colgando de sus espaldas.
—¡Hola, chicos!
—¿Qué haces tu aquí?
Preguntó Flynn, apoyándose en el marco de la puerta.
—Hemos venido a acompañaros en vuestro viaje.
—¿Hemos?
Pregunté yo esta vez, Kate señalo a su espalda y pudimos ver como Leila corría de un lado a otro de la calle con lo que supuse que era la maleta de Jake y este la perseguía con el ceño fruncido.
—¡Dame mi maleta Leila Santos!
Mi mejor amiga estallaba en carcajadas.
—¡Corre perrito, corre!
Flynn suspiró, tocándose con dos dedos el puente de la nariz.
—¡Venid aquí ahora mismo!
Gritó este, no tardaron en obedecer, Leila le entregó su maleta a Jake, quien la agarró con furia y una mirada amenazante.
—¿Qué tal tío?
Se le borro la mala cara en cuanto subió el porche de mi casa.
—¿Qué coño haces, Jake?
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Inefable Libro uno (concluida)
RomanceInefable: Algo que no puede describirse con palabras. Inefable: Toda una vida con él. Lilith Harper, una chica que simplemente intenta vivir como todos los demás, embobada cada minuto en un libro y aprendiéndose de memoria los diálogos de Orgullo...