GOOD KILLERS ◇ KOOKMIN

Amor De Padre

—Papá... debes comer cuando vas a trabajar, siempre lo olvidas —

—Cariño, no tengo suficiente tiempo... pero prometo que hoy cuando vuelvas de la escuela, te estará esperando con un delicioso estofado

—¿De verdad? ¿Cómo los que hacia papá Yejun?

—Exactamente... esos que tanto de gustan. —Jungkook mira con una sonrisa, el rostro emocionado de su hija. Los recuerdos de Yejun llegan a golpearlo un poco.

—¿Lo extrañas mucho papá?

—¿Cómo no lo extrañaría? Lo ame con todo mi corazón.

—Yo también lo extraño mucho

—No quiero ver esa expresión de tristeza en tu rostro cariño. Yo estoy aquí y estoy seguro que Tae está descansando tranquilo y orgulloso de ver en la hermosa mujer en la que te estas convirtiendo. —la pequeña esboza una sonrisa dulce, que logra que el detective se sienta feliz de tenerla consigo. Su hija es todo para él...

—Papá... a veces me preocupas más tú. Cuando yo me vaya a la universidad ¿con quien te quedaras? No quiero que estés solo.

—Pequeña ¿ya piensas en la universidad? ¿Te urge alejarte de mi lado? —Jeon bromea con fingida ofensa

—Claro que no... pero tenemos que pensarlo. Quizás podrías salir con alguien, hay muchos omegas que se mueren por ti. ¡Eres muy atractivo! —Jungkook se carcajea ante las palabras de su hija.

—Estoy muy ocupado ahora en el trabajo y en ti. No quiero que te falte nada

—Papá yo estoy perfecta... quiero que salgas con otras personas, yo estaré más tranquila así.

Jeon se levanta de la mesa, recogiendo los platos y dejando una caricia en el cabello de la joven.

—Hoy trataré de venir temprano y esperare con ansias el estofado que me prepararas —murmura la chica, antes de tomar su mochila escolar y dirigirse a la salida exclamando un "Hasta pronto papá"

Jeon solo sonríe con el gesto, jamás imagino que esas serían las últimas palabras que escucharía de ella. Que ese día se la arrebatarían...

Cuando la tarde y noche cayó, mientras Jungkook esperaba a su hija preparando la cena, llamaron de la estación de policía por un asunto urgente. El alfa marco el número del celular de la chica muchas veces para avisarle que tendría que salir un momento, pero su comida estaba lista. Cuando ella no contestó... no le dio demasiada importancia, era así de vez en cuando.

Jeon estuvo las siguientes horas en la estación de policía y se alertó un poco cuando no recibió ninguna llamada de confirmación de la joven o algún mensaje indicándole donde estaba o al menos quejándose de que la dejara comer sola nuevamente.

Escuchar en la línea el tono de llamada una y otra vez sin que nadie atendiera, lo estaba desesperando. Dejando de lado todo, salió a buscarla angustiado con la ayuda del resto de oficiales. Pero su agonía no duro demasiado. Tan solo a unas calles de su propia casa el cuerpo de la chica fue encontrado.

Tenia la herida de un puñal que la había desangrado hasta quitarle la vida...

Cuando Jeon la vio, entró en estado de shock, no podía controlarse, sentía morirse, se sintió el peor alfa, el peor policía, el peor padre...

Su vida se fue con su niña, su vida pareció terminar aquella noche mientras en medio de la lluvia sostenía su cuerpo inerte contra su pecho llorando desconsoladamente, con su lobo a punto de volverse loco. Perderla a ella... fue peor que perder a Yejun, porque le fue arrebatada de la forma más cruel y despiadada. Había perdido su razón para seguir viviendo...