36

312 17 9
                                    

Aurora Walker

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Aurora Walker

Cuando la conciencia regresa, me dejo caer en la cama, quedando acostada a lado de Brian. Su expresión es suave, tierna. Acaricia su nariz con la mía.

- Agradezco tanto esto. El no poder tocarte en los días anteriores fue... difícil para mí - susurra. Nunca nadie me había hecho algo así, no había disfrutado tanto estar con una mujer como contigo. Eres tan... impresionante. Me ha gustado.

Me toma de la barbilla y me besa fuertemente. Un apasionante y salvaje beso. Me deja sin aliento.

- No juegues conmigo, no soporto la idea de no tocarte - implora, mirándome fijamente, su rostro serio. Niego con la cabeza y cierro los ojos.
- Me he dejado llevar por el momento, Brian, eso no quiere decir que haya olvidado lo imbécil que puedes ser la gran parte del tiempo y que me tienes aquí, obligada - él suspira bruscamente.
- Aurora, ¿por qué haces esto entonces? ¿por qué decides entregarte a mí si me odias tanto? Se que no fue la mejor manera el habernos conocido, pero entiéndeme, tu padre es un cabrón, me lo quitó todo, yo solo... solo te lleve a la mansión para buscar una manera de negociar con él.
- ¿Por qué no me dices que fue lo que sucedió, Brian? No puedo entenderte si no me dices las malditas cosas. Nunca te perdonaré por obligarme a estar contigo en contra de mi voluntad, pero si me dices que que hizo mi padre podría ayudarte, ayudarte a recuperar lo que es tuyo si es cierto lo que dices.

Traga saliva y después cierra con fuerza los ojos. No tiene respuesta para eso, pero de alguna manera sabré que fue lo que sucedió.

- Ese hijo de puta no es quien tú crees.
- ¡Brian! - lo reprendo - ¡es mi padre!

La boca de Brian se presiona en una dura línea.

- Es un cabrón, si prefieres creerle a tu padre no me interesa, algún día lo asesinaré - gruñe.
- ¿Qué sucedió con tus padres, Brian? ¿Qué fue lo que pasó? Por favor, dímelo, tal vez pueda ayudarte...
- Aurora, ya basta. No me gusta hablar sobre mi pasado.
- Estoy harta, Brian, solo dime, por favor. Nunca me dejarás huir, estaré siempre atada a ti, no le contaré a nadie más y te ayudaré, por favor - le suplico.

Se ve perdido y vulnerable, completamente abrumado.

- ¿Tenías que joder el momento? - dice en voz baja. E inmediatamente se que está furioso, muy furioso. Aparta las sábanas pegajosas de una patada y se levanta bruscamente, saliendo de la habitación, cerrando de un portazo.

Quiero saberlo. Necesito saberlo. No voy a dejar que me oculte sus oscuros secretos. Me doy una ducha y me visto rápido. Me pongo mi vestido favorito rosa y tacones del mismo color. Me seco el pelo, lo cepillo y lo recojo en una media coleta. Me pongo rimel y un poco de labial. Necesito dejarle en claro a Brian O'Conner que no me rendiré y averiguaré la verdad. Suspiro y bajo. No hay rastro de Brian en la sala, ni en el salón principal. Letty está en la cocina.

- Por el ruido y los restos de ingredientes en el suelo pude notar que se la pasaron increíble - dice Letty mordiéndose los labios para evitar reírse.
- Dios mío, Letty, lo siento - le digo en tono tranquilo, intentando ocultar mi sonrisa y mi nerviosismo. Me pongo colorada.

Me da vergüenza y me ruborizo. Lo que sucedió fue muy íntimo e inevitable.

- ¿Solo es sexo? - susurra.

Me pongo roja y me hago esa pregunta a mi misma. ¿Qué sientes por Brian O'Conner, Aurora? ¿Solo es sexo?

- No... no lo sé. Lo odio, lo odio por todo lo que me ha hecho, pero todo es tan confuso. Él es mi secuestrador y me he entregado a él, solamente a él... - Letty me mira asombrada, si, ni yo puedo creer que me haya acostado con mi secuestrador.

Letty me empuja hasta el sofá y nos sentamos.

- Muy bien - me mira como si no lo creyera - ¿solo te has entregado a él? ¿Fue el primero? - asiento con timidez - Yo no sabía que te había secuestrado, Aurora. Cuando los vi en la boda, creí que realmente estaban enamorados.

¿Enamorados?

- No puedo evitarlo, Letty. Quiero huir y escapar, pero no puedo alejarme de él. Es complicado.
- Brian no te detendrá a la fuerza, Aurora. Si, fue un secuestro, y te obligó a casarte con él, pero realmente lo hizo para garantizar que tu padre le diera lo que le pertenece. No lo justifico, odio a Brian desde que supe que te quitó tu libertad, pero sé que él te dejará ir, si así lo quieres. Únicamente te tiene aquí para que tu padre le dé lo que le corresponde a él, lo que fue de su familia.
- Pero Brian es un mafioso, Letty. Jamás me dejará ir.

Letty suspira.

- Cambiemos de tema. Te ves muy feliz esta mañana - le digo sonriendo.
- Lo estoy. Dom y yo hicimos mucho ruido también, de tanto darle.

Nos reímos fuertemente las dos. En ese momento, entran Dom y Brian a la casa, sujetando una cerveza.

- Antes de ir a comer, iremos a la habitación - dice Dom con una sonrisa perversa, estirándole una mano a Letty para que ella pueda levantarse del sofá. Le da un dulce beso en los labios y salen de el salón principal, dirigiéndose a su habitación.
- Es muy tarde, vamos, no hemos comido desde ayer - dice Brian, en tono serio. Me tiende una mano y me ayuda a levantarme. Después me sujeta de la cintura mientras caminamos hacia el patio trasero también. Me retuerzo al sentir su contacto.
- Suéltame - susurro.
- Hace un par de minutos gritabas mi nombre y ¿ahora te incomoda que te toque? - dice sarcástico. Camino rápidamente, alejándome de él y me siento en la larga mesa de madera que está en el patio trasero. Él se sienta a lado mío.
- Entonces, ¿es solo sexo? - pregunta con voz grave.
- ¿Esperabas que te amara luego de secuestrarme y obligarme a casarme contigo, Brian?
- Siempre vuelves a mí, creí que comenzabas a enamorarte.

Oh, Brian, si tú supieras...

- Juré no amarte, Brian, ni enamorarme de ti, puedes estar seguro de que eso jamás no pasará - murmuro, fingiendo enfado.

Brian aprieta la mandíbula. Maldita sea, se ha enfadado.

- Me has dicho que no eres una zorra, pero me has demostrado en la cama que cada vez actúas como tal.

Suspiró bruscamente y me levanto. Él me agarra de la mano y me para en seco.

- ¡Jódete! - grito.
- No hagas dramas ahora, siéntate.
- Eres un maldito imbécil, nunca dejarás de serlo.
- Cállate y siéntate - me susurra amenazador.

Hago lo que me pide y me siento. Seguidamente él lo hace también. A pesar de que he perdido el apetito por el imbécil de Brian y sus acciones, muero de hambre. La comida está deliciosa. Me concentro en comer para así poder irme y encerrarme en la habitación. ¿En dónde están Letty y Dom? Oh, claro, deben estar muy ocupados haciendo mil posturas en la cama. No puedo evitar reírme.

- Me gusta tu risa - susurra.

Me pone la mano en la rodilla; me sube los dedos por el muslo. Se me tensa todo el cuerpo. Me remuevo en el asiento, intentando zafarme de él, pero me sujeta el muslo con más fuerza, inmovilizándome. Y de repente, el deseo comienza a aparecer. No, por favor, ahora no. Brian se ha comportado como un imbécil.

- Suéltame, ahora - gruño.
- Me deseas, como yo a ti - susurra.

Me muerdo el labio.

- No hagas eso - murmura - o te follaré de nuevo.

Le quito su mano de mi muslo con fuerza y me levanto violentamente.

- Jódete - susurro y entro corriendo a la casa, tratando de retener las lágrimas al recordar las crueles palabras de Brian.

𝐋𝐚 𝐨𝐬𝐜𝐮𝐫𝐚 𝐩𝐚𝐬𝐢𝐨́𝐧 𝐝𝐞 𝐁𝐫𝐢𝐚𝐧 𝐎'𝐂𝐨𝐧𝐧𝐞𝐫Donde viven las historias. Descúbrelo ahora