Era la sexta copa de vino que Xiao Zhan se bebía, sólo en aquella barra de un bar en las afueras de Louyang, el mismo lugar en donde tuvo su encuentro con Wang Yibo hace seis años atrás, borracho y pensándolo bien, se siente arrepentido de aquella noche, aunque nunca haber tenido a Jojo sería parte de eso.
Demasiados omegas y alfas en un mismo espacio, las feromonas de excitación, mezcladas, golpeaban su delicado olfato, le resultaba repugnante, pero para su mayor desgracia no había un solo recinto donde no fuese reconocido por los medios. Estuvo a punto de llevarse el último líquido rojo que adornaba su copa, cuando sintió la presencia de un alfa a su lado, lo vio de reojo, este estaba pidiendo dos copas más de vino, bufó por lo bajo al percatarse de que el cortejo comenzaba siempre con una bebida gratis.
— ¿Ya te vas? — Quiso saber el alfa con un poco de decepción — Me llamo Lee Bai.
— Me alegra que te sepas tu nombre, pero si me voy. — El alfa se echó a reír por el comentario jocoso de Xiao Zhan, pero lo dejó pasar, desde que lo vio solo en esa barra le pareció un hombre bastante guapo, así que se acercó a él sin pensarlo, claramente eso a Xiao no parecía importarle, pero aún así debía intentarlo. En cuánto Xiao Zhan pagó sus bebidas y se puso de pie para marcharse del lugar, sus piernas le fallaron, todo le daba vueltas producto del grado de alcohol en su sistema, por suerte el alfa pendiente a él, lo sostuvo de las caderas con fuerza evitando su caída.
— Me dejas llevarte a casa, no creo que estés en un buen estado. — Susurró aquel hombre en su oído.
— Escucha — Xiao Zhan se apartó de sus manos tambaleándose. — Tengo un hijo de seis años con mi asistente, el cual no le importo una mierda, porque cuando se acostó conmigo no lo recordaría más tarde, tengo muchos problemas, no quieras meterte en ellos ¿Lee Jai?
— Lee Bai.
— Eso mismo, Lee después de todo.
El alfa se quedó observando cada movimiento que hacia Xiao Zhan, aún así no se mantuvo alejado de él como se suponía que debía hacer, el omega llevaba una clara advertencia de problemas en su frente y tal vez por todo su cuerpo, pero aquel hombre no parecía ser de los que se rindiera tan fácilmente, sin dudas continuaría, así mismo fue incluso hasta seguirlo al estacionamiento donde se encontraba su coche, Xiao Zhan no divisaba el orificio en donde meter la llave, siempre fue un antiguo, con mucho dinero pero el mismo coche viejo de siempre, desde que se había dejado de usar las llaves.
— Dame las llaves lo haré por ti. —Xiao Zhan se quedó mudo, el reflejo del alfa le era demasiado borroso, pero a la vez indiferente, aún así se dejó ayudar, dejando a un lado el orgullo pisoteado antes por Wang Yibo. Le entregó las llaves, viendo como este de manejaba a la perfección con estas, cuando la puerta se abrió, y Xiao Zhan tuvo la intención de sentarse en su lugar habitual, el alfa puso inpidemiento en esto, lógicamente aquel estaba de alcohol hasta arriba, así no podría manejar. — Puedo conducir yo, luego puedo venir a por el mío.
— ¿No escuchaste antes lo que te dije?
— También tengo un hijo, eso no es un problema para mí.
— Estoy enamorado del padre de mi hijo.
— Puedo hacer que te enamores de mí.
Xiao quedó mudo ante la propuesta del hombre, y por su cabeza comenzaron a rondar muchas ideas que serían bastante beneficiosas para él, pero muy en el fondo no deseaba jugar con los sentimientos de alguien que parecía ser una buena persona o tal vez no, pero en esos momentos lo parecía que era lo único que a Xiao Zhan le interesaba.
— Soy Xiao Zhan.
— Mucho gusto, Xiao Zhan, espero que mi nombre no sea cambiado otra vez.
Aquello hizo reír realmente al pelinegro que comenzaba a ver la situación mucho mejor que como iba al principio, se sentó en el asiento del copiloto dejando a Bai conducir, cuando le dijo donde vivía, resultó que el alfa vivía bastante cerca de él, era el mismo barrio de gente rica y acomodada, al menos no era un pobre sin remedio, fueron los minutos más extensos del mundo, se la pasaron hablando de sus trabajos, de sus hijos, de los matrimonios fallidos, y sobre todo, de una nueva oportunidad que la vida en ocasiones solía ofrecerles a personas solitarias como ellos. Lo que más le llamó la atención a Xiao Zhan fue que un hombre aparentemente tan joven como el que yacía a su lado, fue dueño de un imperio tan grande, su padre era nada más y nada menos que el dueño de una de las casas de la moneda de Louyang, una que había sido construida en la dinastía, que era transferida de generación en generación por la familia Lee, una gran herencia.
— Nunca escuché hablar de ti, mi padre solía visitar mucho al dueño de ese lugar.
— Estaba en el extranjero estudiando economía, luego cuando regresé me convertí en padre.
— ¿Y tú omega?
— Huyó, supongo que ser padre para él fue demasiado.
Xiao Zhan abrió los ojos asombrado, ¿Qué clase de omega dejaba a su bebé abandonado a su suerte? Por suerte tenía a su padre que lo cuidaría y protegería, pero aún así, no deberían ser padres ese tipo de personas.
— Lo siento mucho, Bai. — Xiao Zhan desvió la vista a la entrada de su casa. — Ya debo irme, mi hijo me espera.
— Te quiero volver a ver, Xiao Zhan.
Ambos se quedaron mirándose a los ojos por unos segundos.
— Llévate mi coche para que puedas llegar a casa, mañana me lo devuelves y así tienes una excusa para verme de nuevo.
A Lee le encantó aquella idea, así que en cuanto dejó a Xiao Zhan en el portón de su mansión, se llevó su coche, Xiao se mantuvo un tiempo mirando hacia el oriente perdido en sus propios pensamientos, las cosas fuesen tan diferentes si Wang Yibo correspondiera a su cariño, llevaba años anhelando tener una familia propia, encontrar al padre de Jojo no cambió absolutamente nada, seguía igual de sólo, nunca antes había visto una cosa como esa, y jamás lo llegaría a entender, un lobo puede estar deseoso por el omega, pero el dueño de no, causaba bastante confusión y discordia.
— ¿Quién era ese hombre?
La voz de Feng lo golpeó dejándolo en la realidad.
— Papá, me asustaste. Es un alfa que conocí en un bar.
— ¿Y dejas que se lleve tu coche?
— Es Lee Bai, no es un alfa cualquiera.
— ¿El hijo de Lee Jean?
— Sí.
Feng sonrió bastante orgulloso, al fin su hijo encantaría un buen partido.
— Me gusta para ti.
— Ya, ¿Mi hijo?
— Con Lian.
— Papá, la prueba de paternidad salió positiva, Wang Yibo es el padre de Jojo.
Feng rodeó los ojos furioso, muy en el fondo deseaba que ese maldito alfa inmundo no fuese el padre de su nieto.
N/A: Perdone tanta demora, ya la tengo terminada pero me tomo mucho tiempo en actualizar. Ando de vacaciones y cuando uno espera tener tiempo es todo lo contrario

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𝑳𝒂 𝒎𝒆𝒏𝒕𝒊𝒓𝒂 𝒑𝒆𝒓𝒇𝒆𝒄𝒕𝒂 [𝒀𝒊𝒛𝒉𝒂𝒏]
FanfictionXiao Zhan es un omega dominante de 30 años, dueño de unos de los hoteles más grandes de China y de un secreto. 📆 12-4-2016 Yizhan. Esta historia es de mi autoría, basado en algunas partes del manhwua coreano Kiss Me Liar, uso diálogos de apoyo de...