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— ¿Eres idiota? Te dije que fueras a por Lee Bai ¿Porque mierda vas a por un omega?

Dylan estaba realmente fuera de sí. Pocas personas hacían perder su estribos y además del traidor de Lee Bai, uno de sus hombres de confianza acababa de hacerlo.

Luego de que su padre falleciera, Dylan ocupó su lugar correspondiente en las empresas familiares, descendiente de tailandeses y Chinos, el joven alfa ahora dueño del imperio Konnapor, llegaba a Louyang con un único propósito, asesinar a Lee Bai para así limpiar el nombre de su familia, el traidor que había mordido la mano que le dio de comer, le ofrecieron protección y un techo en el cual ocultarse, y este lo único que hizo fue, desfalcar una de sus grandes empresas.

Su madre y hermanos mayores esperaban lo mejor de él, por eso dejó al Omega que tanto le gustaba sin dejar una buena explicación.

Solo por esta noche, dejaría a un lado su venganza para encontrarse con el omega, que en sus alocados días, lo volvía de una forma bastante divertida y es que desde que Xiao Zhan lo alejara de su diversión pagando sus deudas, todo en él había cambiado, no era menos cierto que deseaba tener toda la atención de Xian sobre él, porque era alguien que le gustaba, con el cual deseaba compartir muchas cosas.

Pero al enterarse de que uno de sus hombres había contratado a un matón para atacar al que se convertiría en su omega, no le había gustado en lo absoluto.

— Puedo explicarlo y cuando lo hagas te pondrás en mi lugar.

— Nunca, no me puedo poner en tu lugar, casi asesinas al Omega que quiero y a su nieto ¿qué culpa tiene ese cachorro?

— ¿El omega que quieres? — Él beta estaba confundido, llevó sus manos a su cabeza completamente descontrolado, no tenía la menor idea de que aquel omega también acaparaba la atención de su jefe.

— Es Xian, hace un tiempo me debió dinero por unas feromonas de alfas que le vendí clandestinamente y... eso no es importante ahora. Explícame lo que estabas haciendo para no volar tu cabeza.

El beta ocupó un lugar en una de las sillas cercanas al escritorio de Dylan, y una vez en estas se dejó caer mostrando redención.

— Wang Xian, es el omega de Lee Bai, iba a darle un cachorro pero lo abortó, pensé que si iba a por ese omega... desestabilizar a Lee Bai a raíz de esta persona seria lo mejor.

Dylan sintió su pecho doler, Xian era el omega de Lee Bai, tantas cosas habían cambiado en tan poco tiempo, y aún eran demasiadas dudas que debía resolver, primeramente digerir lo que estaba escuchando.

Antes de ir Xian no tenía ningún alfa, era cierto que no tuvo la oportunidad de ver alguna mordida en su cuello, y que claramente había dado a luz a Wang Yibo, las edades no coincidían.

Soltó un fuerte gruñido lleno de frustración y confusión que lo estaban volviendo loco, necesitaba respuestas, saber lo que pasaba.

— Voy a salir Dom, necesito que te quedes quieto.

— Sí señor, lo haré.

....

Ahora, se encontraba estacionado en frente de la mansión Xiao, esperando por Xian, sus manos sudaban producto al nerviosismo que se alojaba en su sistema, se sentía como un adolescente a punto de tener su primera cita con su gran amor de juventud y así era.

Pero no solo los nervios por volver a tener a Xian tan cerca lo estaban volviendo loco, sino que enterarse de algo que acabaría con él, estaría a punto de estallar. Lo vio salir de la mansión Xiao, se veía tan hermoso esa noche, es que no existía un solo día en el que no se viera bien, vestía un traje rojo que le hacía ver muy candente.

Xian entró al coche, golpeando ligeramente el brazo de Dylan al estar tan cerca de este, Nam era un alfa bastante grande y lo sobrepasaba en masa corporal, de eso no existía la menor duda.

— ¿A dónde me llevarás? — Quiso saber Xian secando sus manos con los bordes de su siento, él también se sentía nervioso.

— Hice una reserva en un restaurante en las afueras de Louyang, espero que no te moleste estar a solas conmigo tanto tiempo.

— Has cambiado mucho Dy, hablas diferente ¿qué pasó contigo todo este tiempo?

Dylan no dijo una sola palabra, puso el coche en marcha dejando aquella pregunta de Xian en el aire, el omega no era el único curioso.

— ¿Quieres contarme algo Xian?

— ¿Algo como qué?

La temblorosa voz de Xian tomó por sorpresa a Nam, esperaba a un omega seguro de sí mismo, pero también habían cambiado cosas en él.

— No fui el único que cambié.

— Han pasado muchas cosas en mi vida Dylan, supongo que en la tuya también.

— ¿Cómo qué ha pasado? ¿Tienes un alfa ahora? Eso es un cambio grande.

— No es lo que estás pensando.

Dy sonrió cambiando su estado de humor y para ser sincero. Xian no tenía que darle ninguna explicación, pero tal vez si hubiese marcado su territorio como era debido, y no se hubiese marchado, nada de lo que pasó estaría ahora alojado en su memoria, atormentando todos los malditos días. No tenía la menor idea de lo que sufrió durante un año por no tener la protección de un Alfa de verdad a su lado, uno que lo amara y no pensara todo el tiempo en llevarlo a la cama.

Las feromonas de Xian golpearon el olfato de Dylan, una mezcla de vainilla con tierra húmeda, muy difícil de descifrar, pero reconocida por la tristeza.

— Xian, yo no te juzgo...yo no fui bueno contigo, me hubiese gustado conocerte mejor y enamorarte y lo que hice fue ser un estúpido, si te enamoraste de otro alfa...

— ¡No! — Él grito de Xian lo hizo detener el coche con brusquedad. — Yo no elegí a Lee Bai, no siento amor por él, solo asco, desprecio, lo odio y quiero verlo muerto. — Nam sintió un ardor en su garganta.

— Xian...

— Él me violó.

Dylan apretó con dificultad sus puños, sus garras habían salido y estas rasgaban su piel a medida que la presión era ejercida. Por otro lado Xian quedó en silencio dándole un espacio al alfa, podía sentir su angustia y dolor.

— Lo mataré Xian, te juro que lo mataré.

𝑳𝒂 𝒎𝒆𝒏𝒕𝒊𝒓𝒂 𝒑𝒆𝒓𝒇𝒆𝒄𝒕𝒂 [𝒀𝒊𝒛𝒉𝒂𝒏]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora