𝑳𝒂 𝒎𝒆𝒏𝒕𝒊𝒓𝒂 𝒑𝒆𝒓𝒇𝒆𝒄𝒕𝒂 [𝒀𝒊𝒛𝒉𝒂𝒏]

25

Varias semanas después.

Xian despertó solo en aquella habitación, sus pies estaban desamarrados y no había presencia de Lee Bai por ningún lado, se puso de pie lo más rápido que pudo, agarró su ropa, echó un un último vistazo a su alrededor, su teléfono móvil estaba sobre la mesita de noche pero estaba descargado, de igual forma lo guardó en uno de los bolsillos de su pantalón, había perdido la noción del tiempo, parecía una eternidad encerrado en aquel lugar cuando en realidad habían pasado cuatro eternas semanas.

Al salir de la habitación no había nadie afuera, era un extenso pasillo que conectaba la puerta con otra puerta más, parecía ser la salida, llevó la mano al picaporte y al girarlo, una insoportabla luz radiante se introdujo en sus ojos, lastimándolo.

No tenía la menos idea de donde se encontraba, no había nada más al otro lado de la salida, solo una carretera acompañado de un enorme letrero titulado "Motel Louyang", caminó hasta la cabina donde había un teléfono público, por suerte del destino llevaba unas monedas escondidas en el trasfondo de los bolsillos de sus pantalones.

— Usted ha comunicado con la central de llamadas de Louyang, marque 1 para realizar la llamada realizada, marque 2...el costo de la llamada es de 5...

Xian había marcado el número de Wang Yibo, su teléfono no dejaba de dar tono como si no lo fuese a sonar, pero cuando estaba a punto de perder la esperanza de que su hijo levantara su teléfono para coger la llamada, escuchó su voz y nunca antes había estado tan feliz de escucharle.

Si.

Hijo, soy yo.

¿Papá? ¿En dónde estás? ¿Estás bien?

Xian sonrió enternecido, agradecido de que en la voz de su hijo se escuchara preocupación junto a la desesperación, la línea se había quedado en silencio por unos segundos hasta que este decidió hablar.

Estoy bien Wang Yibo, he logrado escapar, pero no sé en dónde está Lee Bai ¿Podrías venir a por mí?

¿En dónde estás?

Estoy en un motel en las afueras de Louyang, se llama "Motel Louyang"

Se dónde queda, no te muevas iré a por ti.

Espera.

¿Qué pasa?

¿Chen Kun, como está él?

Lo siento mucho papá, pero él no se ha recuperado.

La línea se quedó en silencio para siempre, Xian había dejado caer el aparato sin antes colgar la llamada, se sentó en el pavimento llevando las manos a su cabeza, sus ojos se habían llenado de lágrimas, fue incontrolable, evitar recibir el pronto llanto que se apoderaba de él, su pecho quemaba al igual que su garganta, deseaba gritar con todas sus fuerzas, liberar todo lo que tenía por dentro, pero era como si estuviesen sordos, nadie terminaría escuchando su dolor, se sentía culpable por lo sucedido, si nunca se hubiese metido en el medio de aquella familia nada de esto estuviese pasando, todo era su maldita culpa, toda la vida un omega inservible, mentiroso, que pasaba por encima de cualquier persona querida sin importar el daño que les hacia, solo le importó él, todos esos años, engañando a su hijo pensando únicamente en su propio bien, jamás le importó si cambiar de feromonas fuese bueno o no para su cachorro. No era más que Xian, solo Xian.

Aquel secuestro, sacó lo peor de él, su lujuria, su suciedad, no podía sentirse más miserable al entender que todo aquello le había en realidad gustado y que traería consecuencias.

Estuvo solo media hora esperando a por su hijo, hasta que vio a un coche negro aproximarse, nunca antes lo había visto, pero estaba convencido de que seria del omega de Wang Yibo, en efecto, cuando se detuvo frente a él, la puerta se abrió mostrando a un Wang acongojado corriendo hacia los brazos de su padre y este lo recibía con los brazos abiertos.

— ¡Genial! La familia unida de nuevo.

Ambos hombres se separaron del abrazo tras escuchar la cruda voz de Lee Bai que se hacía presente entre ellos. Wang Yibo refugió a su padre detrás de él, en modo de protección, pero aquella escena solo hizo a su medio hermano echarse a reír, Wang Yibo estaba tan sediento de venganza que no sabía que era una locura total intentar pelear físicamente con él, era tan simple como una regla que debía cumplir, si le llegase a lastimar de una forma bastante dura, su padre saldría lastimado ya que estaba marcado por él y aunque no era lo que realmente Xian hubiese deseado al principio, ese alfa y él estaban unidos.

— Wang Yibo, debemos irnos.

Incitó Xian jalando la chaqueta de su hijo desde atrás.

— No puedo dejar que este tipo se salga con la suya, te ha hecho mucho daño.

Lee Bai caminó varios pasos hacia ellos, llevaba sus manos en los bolsillos clamadamente, sabiendo muy en el fondo que Wang Yibo no haría absolutamente nada contra él. Era tan cínico, la manera en la que desafiaba al pelinegro, la manera en la que desviaba su mirada hacia Xian, lanzándole una mirada lasciva, sin pudor alguno. No tenia vergüenza alguna, se merecía que le propinasen unos buenos golpes a modo de lección, pero nada de eso seria posible, el alfa mayor envuelto en provocaciones, seguía haciendo leves movimientos.

— ¿Porqué no le dices a tu hijo, Xian? Dile que todas estas semanas disfrutaste mucho conmigo.

Wang Yibo apretó la mandíbula con fuerza lanzando un tormentoso gruñido, estuvo a punto de lanzarse sobre aquel alfa pero su padre se interpuso en su camino.

— No puedes hacerlo Wang Yibo, tengo su mordida, si lo lastimas yo saldré lastimado, si lo asesinas yo también voy a morir.

Wang apagó su mirada para luego deshacerse de sus garras, sus pupilas dejaban de estar dilatar y sus iras adoptaban su color natural, lo sabía, pero la ira lo cegada. No podía mover un solo dedo sin que su padre también fuese lastimado por sus manos y es lo que ese alfa quería conseguir desde un principio, no los dejaría en paz, la única forma era acabar con él, pero estaba Xian en medio de todo aquello.

— Escucha hermanito, jamás creerás lo que te diré, pero ya sé la razón por la cual mi padre dejó a su omega de años, es que la entrada de tu padre es tan dulce.

Wang no podía soportar todo lo que ese mal nacido decía de su padre, la manera en la que se atrevía a dirigirse a él, quería matarlo a golpes, desfigurar su maldita cara solo con los puños.

— No le hagas caso Wang Yibo, te está provocando. — Xian lo mantuvo prisionero con sus brazos rodeando sus caderas con fuerza, intentando ser más fuerte, evitando lo peor.

— Te seré muy sincero, esto aun no termina Wang Yibo, pero creo que he logrado acabar con tu familia y si la poca estabilidad que les quedaba era nula, ahora simplemente no existe— El alfa sacó algo de uno de los bolsillos de su pantalón, a la distancia en la que Wang Yibo se encontraba no se podía ver nada, pero cuando decidió acercarse un poco más, abrió los ojos alarmado, al ver que se trataba de una prueba de embarazo. — Los omegas más débiles tienen el 99% de embarazo más efectivo del mundo, incluso pueden quedar en cinta con sólo 4 días del nudo en su interior.

Xian tragó con dificultad también confundido, sin entender lo que pasaba.

— Tú padre no solo lleva mi mordida en su cuello, sino que también lleva a mi cachorro.

— E-eso n-no...— Xian se llevó ambas manos a la boca.

— Te prometo que regresaré Xian, cuando lo haga, vendré a por ti y nuestro hijo.

Wang Yibo completamente mudo, inmóvil, vio como Lee Bai se subió a su camioneta, perdiéndose de su vista, dejándole así marcharse. Xian sin dar entrada a lo ocurrido, tocó su vientre bajo desesperado, los omegas son los únicos capaz de conocer si en realidad hay un cachorro en su interior, solo basta un ligero bulto que se va formando desde abajo para demostrar esa teoría, cuando Xian estuvo embarazado de Wang Yibo no tiempo de llevar a práctica aquella teoría que para muchos omegas solo era un mito contado por ancianas en la dinastía, seguramente nada de lo dicho era cierto, ya que no todos los omegas eran iguales, muchos no llevaban el mismo cuidado en sus embarazos, menos un omega dominante que sobrepasaba el límite de edad.

Pero al parecer era todo verídico, Xian apretó los ojos con fuerza tras sentir aquel bulto en su parte baja.

— ¡Oh, por dios, estoy embarazado!