07

696 98 8
                                    

—Papi, papi, papi.

Jojo tenía la inocente costumbre de correr hacia la puerta cada vez que escuchaba el sonido del elevador de su mansión abrirse a la hora exacta en la que su padre llegaba a casa, esta vez estaba bastante desesperado ya que Xiao Zhan llegaba más tarde que de costumbre, con todo eso de Yibo, se había olvidado de avisar a sus padres de su llegada tarde, esperando a que su hijo ya estuviese dormido, poder darse un caliente baño e irse a dormir con su cachorrito, se dio cuenta que sus planes se afectaban, por aquel pequeño castaño que robaba sus suspiros. 

— Amor ¿Qué haces aún despierto? ¿Y tus abuelos? 

— Están jugando.

Xiao Zhan se echó a reír, la manera en la que su pequeño se refería a sus abuelos ya dormidos le causó risa, luego se puso serio al recordar que era hora de que su padre Feng estuviese en celo, casi siempre le llegaba a tiempo. 

Levantó al niño tomándolo por las axilas y lo llevó a su habitación, evitando hacer el menor ruido posible. 

Cuando lo colocó sobre la cama, el niño se puso a saltar en la enorme cama de su padre de un lado a otro como si de un trampolín se tratase. Aquel niño no tenía para cuando acabar, luego de pasarse un día entero jugando en el jardín de niños, llegaba con todas las pilas cargadas a casa, eso que dicen que luego de que los niños liberen todas sus energías en el campo de juegos, los hará dormir toda la noche, pues no aplicaba para el pequeño Jojo, sus baterías nunca se llenaban, y por desgracia no tenía el botón de off detrás de la espalda.

— Papi, vamos a jugar. 

Susurró el niño poniendo ambas manos alrededor de su boca tratando de no despertar a sus abuelos. 

— Mi amor, papi está muy cansado, ¿Jugamos mañana?

Xiao Zhan vio la decepción apoderarse del rostro de su pequeño, y entonces quiso hacerle saber que jugaría con él un poco antes de dormir, lo agarró de sus pequeños piecitos y lo atrajo a él haciéndolo reír con fuerza, comenzó a hacerle cosquillas y a simular morder sus mejillas con sus propios labios, la risa de Jojo se escucharía posiblemente por toda la casa, pero aún así, mientras el niño estuviese bajo el cuidado de su padre, sus abuelos no se moverían de  su habitación. 

El único infante en la mansión Xiao, el ladrón de desvelos de sus abuelos y padre. 

—  Papi, mañana es mi día libre ¿Puedo ir a trabajar contigo?

Xiao Zhan abrió los ojos asombrado, aquello literalmente lo hizo reír, este pequeño niño tenía unas ocurrencias fenomenales, mira que decir que era su día libre ¿Desde cuándo un niño de seis años se toma el día libre del jardín? A pesar de que Jojo tenía ya edad suficiente para ingresar en la escuela, Xiao Zhan se negaba a dejarle marchar, el tiempo pasaba tan rápido, que mientras veía a su cachorro crecer, más el miedo de verlo marchar de su lado, se hacía cada vez más grande, necesita estar preparado para todo, una vez que su hijo cumpla los 12 años, su destino como alfa o omega será trazado, y entonces no podrá controlar sus impulsos, en muchas ocasiones desea que sea un omega como él, para así poderlo mantenerlo a su lado por mucho más tiempo, pero son cosas tontas que pasan por su mente y que aún tardan en llegar. 

— Jojo. ¿Desde cuándo tienes días libres?

Xiao Zhan comenzó a reír abrazando a su hijo con más fuerza, el niño abrió los brazos  colgándose del cuello de su padre. 

— Abuelo Feng dice, que como me he portado muy bien, mañana puedo ir contigo a la empresa. 

Xiao entrecerró los ojos como pensativo. 

𝑳𝒂 𝒎𝒆𝒏𝒕𝒊𝒓𝒂 𝒑𝒆𝒓𝒇𝒆𝒄𝒕𝒂 [𝒀𝒊𝒛𝒉𝒂𝒏]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora