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Chen Kun había recuperado la movilidad luego de largas semanas postrado en una cama.

Debido al terrible golpe que su hijo le preparó no volvió a ser el mismo, era un alfa que le fue arrebatado una parte de su alma, su corazón se había roto en miles de pedazos al igual que su lazo con su omega, pero eso no fue lo único perdido.

— Te he traído algo de comer. — Ghan entraba a la habitación de Chen Kun con una bandeja cargada de variados alimentos. Chen Kun se acomodó en el cómodo colchón recibiendo sobre sus piernas aquel manjar.

— Yo puedo caminar Ghan, no tienes que hacerlo.

El omega se quedó en silencio a un lado de la cama, viendo al alfa probar los alimentos, se veía mejor de salud, pero aun así no se atrevía a contarle algunas cosas que habían pasado durante su ausencia, luego de su caída, estuvo en una profunda inconsciencia la cual le impidió estar al pendiente de la realidad, por alguna razón era bastante bueno no saber la verdad, pero tarde o temprano lo sabría, por él o por otra persona.

— Hay algo que tengo que decirte.

Chen Kun alejó un poco la bandeja para colocarse de pie, aún sentía una fuerte opresión en su pecho y no pasaría hasta que no se liberara de todo el peso que llevaba sobre sus hombros. Se dirigió al baño para asearse, ni siquiera objetó o se negó a escucharlo. Ghan que se mantenía tranquilo, veía el alfa desnudándose justo en frente de sus ojos, entraba a la habitación mostrando todo su cuerpo bien trabajado y desnudo del cual tuvo privilegio hace muchos años atrás, tragó con dificultad al sentir la respiración del hombre cerca de su oreja, su piel comenzó a erizarse, descontrolando todo en su interior.

— ¿Tienes un tatuaje en el cuello? — preguntó el alfa sacando a Ghan de onda. — No sabía que te gustaban los tatuajes.

— Chen Kun, es necesario que hablemos sobre algo que ha pasado en tu ausencia.

— ¿Qué es? ¿Cómo te hiciste un tatuaje?

Ghan abrió la boca confundido.

— Desde que tu lazo con tu omega fue roto, estuviste enfermo y...

— ¿De qué omega hablas Ghan? Tú eres mi omega.

Ghan sintió un nudo en su garganta, es posible que el alfa hubiese perdido la memoria y no fuese capaz se recordar todo lo sucedido antes.

— Chen Kun, yo no soy tú omega, hace unos años conociste a otro y nuestro lazo se ha roto, ya no tengo tu mordida.

Ghan intentaba que Chen Kun regresara a la realidad, se abrió la camisa y mostró su cuello desnudo, el cual ahora era adornado por un perfecto tatuaje, claramente no se veía ninguna mordida en él, pero aquello fue algo que el alfa no parecía entender o recordar, su mente estaba en una nebulosa total, era posible que si hubiese perdido todos sus recuerdos, y que en ellos sólo existiera su vida con Ghan.

Lejos de hacerlo entrar un poco en su memoria, Ghan sintió el cuerpo del alfa pegado al suyo de golpe, fue algo que no vio venir y a pesar de que esa sensación era increíble, ya que aún lo amaba con intensidad, tenía miedo de que cuando recordara, entonces lo dejase una vez más solo y no estaba dispuesto a pasar por lo mismo. Las manos de Chen Kun sobre su cuerpo, sus prontas caricias lo estaban haciendo olvidar aquellos pensamientos que por momentos golpeaban su mente.

— Eres tan hermoso Ghan, quiero besarte.

El omega había perdido todo el control sobre su cuerpo, mientras que el alfa dominaba gran parte del suyo, agarrando con fuerza sus caderas para atraerlo aún más. No era posible estar más cerca de lo que ya se encontraban, pero el señor Chen Kun no estaba conforme, el deseaba tenerlo todo, unir sus pieles y si era posible fundirse en unos solos, Ghan sentía como la erección del hombre crecía presionándose entre su vientre, cerró los ojos dejándose llevar en cuanto sintió la boca del alfa apoderarse de la suya con descaro, su lengua disfrutando de toda su cavidad llegando hasta la suya, saboreando, chupando delicadamente. El omega soltó un ligero gemido cuando sus nalgas se sentían apretadas entre las manos del alfa que parecía querer devorarlo en ese instante, fueron tantos años deseando que su alfa regresara a su hogar a él, que no creía que aquello fuese real.

𝑳𝒂 𝒎𝒆𝒏𝒕𝒊𝒓𝒂 𝒑𝒆𝒓𝒇𝒆𝒄𝒕𝒂 [𝒀𝒊𝒛𝒉𝒂𝒏]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora