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Primeros tres meses. 

Wang Yibo.

Fui el primero en levantarme en la mañana, tenía tantos planes para el día de hoy, ya que era sábado y teníamos un día de descanso, había planeado ir a una joyería a comprar los anillos de compromiso, a pesar de a verle echo la propuesta anoche no fue la más indicada, debo tener todo bien preparado, a Xiao Zhan le puede gustar una propuesta bien planeada, no soy muy bueno con esas cosas ya que nunca antes he propuesto y muchos menos había tenido un omega, debía demostrarle a Xiao Zhan que lo amaba lo suficiente para querer convertirlo en mi esposo. 

Lo dejé aún en la cama dormido cuando fui al comedor a desayunar. 

Solo vi a mi pequeño hijo ahí, fui hasta él, besé su cabecita y me senté a su lado.

—  Papi, abuelo Lian me llevará al parque de diversiones.

Le sonreí abrazando su pequeño cuerpo, muchas cosas buenas habían pasado estos meses, el señor Xiao Feng me había aceptado y ahora estaba viviendo en la mansión con mi omega y mi hijo, con la condición de que Xiao Zhan y yo nos casaramos. 

—  Jojo, le tengo una sorpresa a tú papá, pero tienes que prometer que no le dirás nada. 

Hice silencio cuando a ambos nos llamó la atención un estruendo que provenía de la habitación que compartía con Xiao Zhan, me levanté sobresaltado, se escuchó como si algo realmente pesado cayese al suelo, Jojo me siguió hacia la habitación asustado, Lian incluso salió de la suya extrañado por aquel ruido desconocedor, ya en su interior vimos a Xiao Zhan tirado el suelo con un charco de vomito al lado, rápidamente corrí a él, lo agarré por su cintura y lo ayudé a ponerlo en pie, estaba consciente pero como ido. 

Noté lo mareado que parecía estar cuando movió las manos en el aire sin dar con con rostro.

— Amor, estoy justo aquí, frente a ti, ¿Qué te pasa? 

Le pregunté asustado.

— Estoy muy mareado Wang Yibo, por favor, ayúdame. 

Sentí como su cuerpo tembló al ser tocado por el mío. Xiao Zhan estaba ardiendo de fiebre y eso me preocupaba. Intenté que se incorporara para sacarlo de la habitación, lo más urgente ahora mismo era llevarlo a un hospital a que lo tratasen, pero no podía mantenerse en pie, dio dos pasos y se agarró con fuerza de mi brazo porque otro mareo le impidió caminar, me miró aterrado, sus ojos estaban completamente enrojecidos, su piel más pálida que nunca.

— ¿Qué te sientes Xiao Zhan? — Quiso saber su padre sosteniendolo con fuerza entre sus brazos, yo estaba desesperado, no sabía que hacer, lo dejé unos segundos con su padre y fui a buscar mi móvil para llamar a Cheng inmediatamente. 

— Me duele mucho la barriga papá, no sé que me pasa.

— Tranquilo hijo, ya Wang Yibo está llamando a tu médico, estarás bien pronto.

Mi suegro esperaba en la salida con las llaves del sedán de Xiao Zhan, ahora mismo no tenía cabeza para conducir, quería estar a su lado para sostenerlo, pero tampoco mi suegro sabía manejar, tuvimos que hacer un intercambio, cuando nos subimos al coche, miré a través del retrovisor a Xiao Zhan abrazado a Lian,  al otro lado estaba nuestro hijo llorando abrazado también a su padre, se me quebró el alma en pedazos al verlo en esa terrible condición, que podía a verle caído mal para que estuviese en esa penosa situación.

 Cuando llegamos al hospital Cheng nos esperaba afuera con una camilla y dos enfermeras, se llevaron a Xiao Zhan de inmediato impidiéndome luego pasar al salón al cual lo habían entrado. 

—  ¿Es tan grave que no me dejan estar a su lado? 

— Mantén la calma Wang Yibo, el estará bien. 

𝑳𝒂 𝒎𝒆𝒏𝒕𝒊𝒓𝒂 𝒑𝒆𝒓𝒇𝒆𝒄𝒕𝒂 [𝒀𝒊𝒛𝒉𝒂𝒏]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora