𝑳𝒂 𝒎𝒆𝒏𝒕𝒊𝒓𝒂 𝒑𝒆𝒓𝒇𝒆𝒄𝒕𝒂 [𝒀𝒊𝒛𝒉𝒂𝒏]

26

Xian sentía sus manos temblar, en algún momento pensó que caería redondo en el suelo, pero tenía la suerte de tener a su hijo a su lado sosteniendo una de sus manos.

Era uno de esos días fríos y nublados el cual no parecía querer ver salir el sol, y no sólo afuera todo estaba triste o sombrío, sino que también así se sentía Xian muy en el fondo de su corazón.

Lo que estaba a punto de hacer le dolería mucho y no se trataba únicamente del aborto, también de no sentir más aquella vida creciendo dentro de él, pero estaba mal, lo sabía, no debía pensar tan siquiera en traer al mundo a un niño que no fue concebido con amor, que muy en el fondo terminaría odiando al recordar la crueldad de su padre, y a pesar de no tener la culpa, estaba seguro de que su parecido con aquel alfa sería como una hoja en fotocopia.

Lo habían hablado por mucho tiempo, había pasado más de una semana, el tiempo era oro, corría a una loca velocidad y para Xian se estaba haciendo muy tarde.

Sus pensamientos fueron borrados cuando vio salir a la enfermera de Cheng, su yerno le había recomendado a su mejor amigo, porque era un excelente médico que sin dudas le sería de mucha ayuda.

— Wang Xian.

El omega se puso de pie junto a Wang Yibo, hubiese deseado entrar solo a la cita médica, pero muy en el fondo se moría de miedo, así que al sentir la mano de su hijo agarrar la suya lo llenó de valor, agarró un poco de aire y se encaminaron juntos a la consulta en la cual ya Cheng esperaba por ellos.

Al Xian entrar se dejó adormecer por todas las fotos y dibujos de cachorros junto a sus padres omegas que yacían postradas en las paredes, sonrió al ver una foto de Xiao Zhan junto a sus dos bebés.

Cheng se puso de pie para recibirlos a ambos y pudo notar como este tenía una barriga bastante crecida, algo que también llamó la atención de Wang Yibo que no lo había vuelto a ver en varios meses luego del parto de su omega, tal vez su esposo desconocía que su mejor amigo estuviese embarazado aunque aquello era imposible.

— Por favor tomen asiento.

Dijo Cheng volviendo a su lugar, buscó algo en el computador frente a él, esperando a que ellos se acomodaran en sus lugares.

— No sabía que estabas esperando, ¿Lo sabe Xiao Zhan? — Quiso saber un curioso Wang Yibo con la mirada cargada de orgullo.

— No quería decirlo hasta que no fuese seguro, ya sabes, cosas de médicos. — Los tres hombres se echaron a reír cómodamente.

— ¿Cuánto tiempo tienes? — Esta vez preguntó Xian que hasta ahora se mantenía en silencio.

— Dos meses, es muy pequeño aún. — sonrió con cierto sonrojo. — Bueno, a lo que vinieron, Xiao Zhan me estuvo diciendo pero no entiendo con exactitud qué es lo que quieren.

— Verás Cheng — Wang Yibo comenzó hablando viendo a Xian bastante asustado — Mi padre está esperando un cachorro y ha decidido no tenerlo.

A medida que Wang Yibo hablaba Cheng no podía evitar dejar de mirar a Xian, aquel omega estaba asustado con la mirada fija en sus manos, las cuales se mantenían firmes sobre sus muslos, la impresión que Tae se estaba llevando de aquella escena era muy clara, Xian no deseaba abortar a ese bebé, estaba seguro de que era forzado y dadas las circunstancias en la cual se veía envuelto, era lo mejor.

— ¿Usted quiere abortar señor Xian?

Wang Yibo no entendía a que se debía la pregunta del amigo de su esposo. No sé trataba de lo que él deseara o no, sino de lo que era lo mejor para su vida, tenía 42 años y aquel cachorro no había sido concebido con amor, claro estaba en que no lo quería. Pero aquel silencio que se estaba haciendo cada vez más extenso ponía muchas cosas en dudas.