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— ¿Qué pasa? — Wang Yibo se levantó rápidamente de la cama sin percatarse de que aún estaba desnudo, en realidad los dos lo estábamos, yo no sabía que responder a esa propuesta, así que tuve que levantarme para poder tomar un poco de agua del mini bar. — Voy demasiado rápido Xiao Zhan, lo siento. — Todo en él ha cambiado, hace una hora pasamos por nuestros ciclos de calor, todo fluía bien incluso no veía rastros de Wang Yibo siendo dominado por su lobo interior, pero de pronto se quería casar conmigo, yo estaría encantado de poseer su apellido, sólo que me sentía raro. 

— Me encantaría casarme contigo Wang Yibo, es sólo que no lo vi venir.

— Escucha, podemos tomarnos un tiempo, es cierto que no nos conocemos lo suficiente para casarnos y voy demasiado rápido. 

Dios mío, ahora mismo mis piernas flaqueaban, Wang Yibo estaba siendo tan maduro en esa situación, agradecía mucho que lo fuese, yo no sabría como actuar. Él se quedó sentado en la cama mirando en mi dirección, yo solo deseaba colgarme de su cuello y besarlo hasta que ambos nos quedáramos sin aliento, pero por desgracia aún había una empresa que mantener, así que fui el primero en darme una ducha.

— Llegaré yo primero, tú puedes llegar unos minutos después. 

Wang Yibo me agarró del brazo y me hizo caer sobre sus piernas.

— Me parece exagerado, eres mi jefe, podemos coincidir en la entrada nada más. 

Susurró en mis labios mientras acariciaba mis nalgas con ambas manos, solté un suspiro de satisfacción, podía sentir las gotas de agua recorrer cada parte de mi espalda hasta introducirse en mi agujero, una vez que Wang Yibo las abrió completamente, lo deseaba tanto, pero si no me contenía posiblemente nos pasaríamos todo el día junto a la noche cogiendo como animales, y eso no era para nada recomendables, pasé de no gustarle nada a querer comerme todo el tiempo. 

—Se supone que la entrada es a las siete y media, son más de las nueve, y por más que me duche huelo a ti, van a descubrir que estamos saliendo, más bien acostándonos. 

— Tarde o temprano lo harán, deben conocer que soy el padre de Jojo y si piensan lo peor que lo hagan, no es algo que me preocupe.

Abrí los ojos grandemente por el asombro — ¿Dónde está mi asistente, que has hecho con él? — Interrogué efusivo haciéndolo reír. — No quiero irme a trabajar, deseo quedarme todo el día junto a ti Wang Yibo. 

— Pero no se puede. 

— Exacto.

Tal cuál habían planeado. Xiao Zhan fue el primero en llegar a su empresa, las omegas de la recepción hablaban sobre algo, ni siquiera le pusieron atención a su entrada, pero en cuanto Wang Yibo entró unos minutos más tarde las miradas y los comentarios de dirigieron en su dirección, Xiao Zhan se echó a reír negando con la cabeza cuando lo vio acercarse al ascensor, en cuanto las puertas se abrieron entraron juntos perdiéndose de la vista de los demás. El alfa no perdió ni siquiera oportunidad de agarrar al omega de las caderas y pegarlo con fuerza contra su pecho, ambas bocas se unieron desenfrenadamente como si no se hubiesen visto en días, la desesperación de Xiao Zhan por chupar la lengua de Wang Yibo lo hizo perder la cabeza, se olvidó que en el ascensor también habían cámaras de seguridad y que posiblemente los guardias estaban viendo aquella escena fogosa entre ellos. 

— Nos están mirando. 

Dijo Wang Yibo una vez que se separó de la boca de Xiao Zhan, el pelinegro miró avergonzado hacia la cámara, luego una pronta carcajada se hizo presente en el pequeño espacio. Cuando el elevador llegó al piso 19 en donde se encontraban las oficinas de Xiao Zhan, lograron separarse evitando no agarrarse de las manos de camino a esta. Ambos hombres se regalaban sonrisas coquetas, sonrisas borradas en cuanto se encontraron con el señor Xiao Feng, el padre alfa de Xiao Zhan.

𝑳𝒂 𝒎𝒆𝒏𝒕𝒊𝒓𝒂 𝒑𝒆𝒓𝒇𝒆𝒄𝒕𝒂 [𝒀𝒊𝒛𝒉𝒂𝒏]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora