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Xian estaba sobre aquella cama completamente desnudo, con las piernas sudurosas, su entrada terriblemente húmeda y su cuerpo pegajoso inundado por las feromonas de aquel alfa, se sentía sucio, utilizado, se pudo levantar a pesar del temblor que invadía a sus pies para dirigirse a la ducha, por fin estaba solo, Lee Bai había decidido darle un descanso dejándolo sólo en quien sabe donde.

Aquella pequeña habitación bien cuidada repleta de luces entre morada y azul, le provocaba incomodidad a sus ojos, aún así intentaba sobrevivir, decirle a su mente que todo estaba bien, pronto saldría de ahí y se reencontraría con su alfa, después de aquello como le miraría a la cara para decirle que su hijo se atrevió a cruzar la línea, provocando su celo.

— He traído algo para que comas. — Demandó Lee dando un fuerte portazo en cuanto entró al cuarto. Xian estaba de camino al baño cuando sus miradas se cruzaron, el alfa se acercó a él uniendo sus bocas con fuerza, el omega intentaba quitárselo de encima pero su fuerza era una mínima cosa comparada con la del castaño.

— ¿Qué es lo qué quieres de mí? ¿Porqué me haces esto? Déjame ir por favor.

— Tachando a mi padre no creo que nadie más extrañe tu ausencia. ¿Me dirás que no la pasaste bien? Tú entrada me tragó hasta el alma.

La forma en la que Lee Bai se expresaba le causaba asco a Xian, este solo se burlaba de sus cosas envuelto en estruendosa carcajadas que terminaba siendo molesto de escuchar, era difícil procesar todo lo que pasaba, como un alfa como él podía nacer, ser tan miserable, no sé merecía la vida que tenía, mucho menos ser padre de un pequeño niño, que clase de ensaña podría darle.

Xian lo ignoró por completo, entró el el cuarto de baño, sin decir una sola palabra, metió todo su cuerpo en la bañera, abrir el grifo, sentir como el agua tibia caía sobre su cuerpo fue su mayor satisfacción, sentía la mirada del alfa sobre él, pero no le importaba, quería borrar las huellas que aquel miserable había dejado en él, sus caricias, sus besos, todo lo que tanta repugnancia le causaba.

Una vez terminado el baño y al salir de este con únicamente una camisa cubriendo su cuerpo, se sentó en la pequeña mesa incrustada en la pared, una que dejaba ver todas las vistas de la enorme ciudad, pero aún así Xian desconocía su paradero, Lee Bai echó un vistazo a Xian de arriba a bajo mientras atrapaba sus labios entre sus dientes, por mucho que despreciara al omega no podía negar que algo muy en el fondo le atraía de este. Abrió la caja de comida de Xian en cuanto ocupó un lugar bien cerca de este que no quitaba la vista de él. Por un momento se sintió intimado, pero el hambre no le dejaba sentir miedo, así que comió todo lo que el alfa había comprado para él.

— Respondiendo a tu pregunta, quiero lastimar mucho a mi padre, y follandote acabaría con él. — Xian se atragantó con un fideo, Lee Bai arqueó unas de sus cejas mientras sonreía, le alcanzó un poco de agua al omega que seguía atragantado intentando sacar aquel fideo que tanto daño le hacía a su garganta. — ¿Qué pasa cuando se abrazan el amor y la muerte? — Aquella pregunta dejó confundido a Xian, pero sin saber qué responder lo dejó continuar — ¿Se muere el amor? ¿O se enamora la muerte? Tal vez la muerte moriría enamorada y el amor amaría hasta la muerte.

— Eso es...

— Mi padre morirá cuando tú cuello lleve la mordida de otro alfa.

Xian quedó inmóvil en el lugar, por un instante pensó que Lee lo dejaría tranquilo, que se marcharía de la habitación dejándolo esa noche sólo, pero la nueva sensación de ardor que invadía su cuello le hizo ver todo lo contrario. Lee Bai lo agarró de la nuca imponiendo toda su fuerza obligándolo a poner la cabeza en la mesa, Xian hizo hasta lo imposible por defenderse pero se desvaneció al sentir los colmillos de alfa clavarse en su piel, suplantando así la mordida de su padre por la suya.

— Wang Yibo ¿Qué pasa, porque timblas así?

Un Xiao Zhan preocupado, salió de la cama bastante alarmado, encendió la lámpara de noche que daba cerca de Wang Yibo, para ver como este mantenía los ojos fijos en el techo, dejando que su cuerpo actuara por sí solo, temblaba como en una terrible época de frío, con la diferencia de que era pleno verano, y el calor en las calles de Louyang se había insoportable.

Cuando pareció que este se tranquilizaba, se sentó a su lado acariciando su rostro, el cual poseía una palidez nunca vista, su piel helada y áspera ante su tacto, casi sin expresión alguna en su rostro, el pelinegro se sentó en la cama. Xiao Zhan muerto de miedo sin saber qué hacer, corrió rápidamente a la habitación de sus padres pidiendo ayuda, su alfa estaba completamente ido, sentado ahí con los ojos cerrados como dormido, en cuanto el rubio llegó en compañía de sus padres, un fuerte olor a distintas feromonas golpearon sus olfatos, el corazón latente del omega suplicaba por una respuesta y porqué su Wang Yibo no estuviese siendo dominado por aquel lobo.

— No sé que le pueda estar pasando.

Fue lo único que dijo Feng que también parecía estar confundido ante aquella escena.

— Wang Yibo ¿Puedes escucharme? — Preguntó Lian chasqueando los dedos en el rostro del alfa que seguía ido.

— Llamaré a Cheng.

— Es muy tarde Xiao Zhan.

— ¿Y qué hago? ¿Lo dejo así toda la noche? Yo...

— Xiao Zhan.

Murmuró Wang Yibo volviendo en sí, aquellas feromonas extrañas parecían desaparecer, regresando las verdad de Wang. Xiao Zhan tratando de entender lo que pasaba, se detuvo a su lado tocando su frente, pero no había indicio de fiebre o enfermedad alguna, se sintió aliviado que por un momento todo estaba pasando, al menos por ahora.

— ¿Qué me ha pasado? — Quiso saber este no pareciendo entender nada de la situación.

— Estabas dormido y de pronto comenzaste a actuar raro, no sé que pasó.

Al ver que todo parecía rodar la tranquilidad, los padres de Xiao Zhan regresaron a su habitación, mañana sería un intenso día de trabajo, y tendrían tiempo luego de investigar que había pasado con el alfa de Wang Yibo, pero Xiao Zhan que no parecía estar tranquilo, muchos menos dejaría las cosas así, quería mandarle un mensaje a Cheng para que programara una nueva consulta para ellos, antes de que pudiera alcanzar su teléfono para realizar dicha acción, el de Wang Yibo comenzó a sonar saltando en la pantalla un número desconocido.

Este se quedó mirando a la pantalla dudando sin tomar la llamada, pero pensó que tal vez podía ser de su padre, podría estarle pasando algo, así que sin dudas lo hizo, al otro lado de la línea se escuchaba algo sólo para Wang Yibo, este no hablaba ni hacía ningún sólo movimiento, como si estuviese recibiendo un mensaje pero no captando el mensaje. En último movimiento de su parte fue dejar el artefacto caer en la cama quedándose en un profundo silencio.

— ¿Quién era?

Wang Yibo no dijo nada, sólo tragaba con dolor.

— Wang Yibo por favor ¿Qué pasa? Habla de una vez.

Gritó Xiao Zhan desesperado.

— Era ese alfa...mi padre dijo que vendría a visitarme hoy, pero él nunca llegó y de pronto su lazo con él ya no existe.

— ¿Qué? — Xiao Zhan abrió la boca aterrado — Xian ha sido marcado por otro alfa ¿Es eso? — Wang Yibo apretó la mandíbula de la impotencia.

— Juro que mataré a ese hijo de puta si se atrevió a tocar a mi padre.











N/A: Ya no van a tener que esperar más, la pienso subir ya completa.

𝑳𝒂 𝒎𝒆𝒏𝒕𝒊𝒓𝒂 𝒑𝒆𝒓𝒇𝒆𝒄𝒕𝒂 [𝒀𝒊𝒛𝒉𝒂𝒏]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora