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Un día antes. 

Tras largas horas de charlas envueltas en convencimiento, Xiao Zhan logró llegar a un acuerdo con Wang Yibo, este parecía estar muy entusiasmado con la idea de que Jojo fuese su hijo, así que Xiao no era nadie para arrebatarle esa alegría, pues dando por echo que el niño nunca creció con su padre también sería muy bueno para él, el pelinegro llevaba su teléfono móvil cargado de imágenes de su pequeño cachorro, desde que comenzó a usar la tecnología no se perdió ni un solo segundo de su crecimiento, cada pasito que aprendía a dar o cada palabra que salia de su perfecta boquita, todo captado en un efímero momento, así que tuvo la oportunidad para mostrarle todo a Wang Yibo.

— Aquí tengo fotos de Jojo. 

— ¿Me las enseñas?

— Por supuesto. 

Xiao Zhan sonrió mostrando únicamente una ligera mueca, le entregó el artefacto al alfa y por arte de magia, Wang Yibo pareció convertirse en un niño pequeño con juguete nuevo, estaba cargado de algarabía y sus ojos brillaban incesantes tras ver las fotos de su hijo, de un segundo a otro los ojos de Wang Yibo adoptaron un color oscuro, había apagado por completo aquella felicidad. 

— ¿Porqué me privaste de esto? No es justo que me haya perdido todos esos seis años, eres un egoísta de mierda.

Despotrica soltando el teléfono en sus piernas, si no lo agarra a tiempo casi cae al suelo. 

— Me está cansando tu maldita actitud Wang Yibo. 

Xiao Zhan se levantó furioso de la banca, él no tenía la culpa de lo sucedido y realmente no esperaba que este lo entendiera, porque pensándolo bien, si alguien debía cargar con la culpa ese era el propio Wang, si no se dejara dominar por su lobo interior nada de esto estuviese pasando. Una de las razones por las que Xiao Zhan no pudo reconocer a Wang Yibo como aquel alfa, fue porque en su celo las feromonas de excitación que desprende tienen un olor completamente diferente a la que Wang suele mostrar cuando está celoso, furioso o triste, no seria justo cargar con toda la culpa cuando no le correspondía, fue doloroso ver a su cachorro crecer sin su padre alfa, aunque jamás le hizo falta, es bueno que un pequeño niño siempre crezca con la presencia de ambos padres, eso definirá el futuro de su linaje. 

— Te dije que no sabía que eras tú, no sé porque aún no lo entiendes, pensé que íbamos a empezar a llevarnos bien. 

— Lo siento, perdóname.

— No hay nada que perdonar Wang Yibo, pero por el bien de nuestro cachorro debemos llevarnos bien. 

— Quiero pasar tiempo con Jojo. 

Dijo ya más calmado encontrándose con la mirada de Xiao Zhan. 

— Y eso va a pasar, hablaré con él, voy a planear un encuentro entre ambos.

— Hay otra cosa que realmente quiero hacer.

— ¿Qué cosa?

— Follarte.

Xiao Zhan abrió los ojos alarmado, en ese momento no daba entrada a ningún otro pensamiento que no fuese lo que Wang Yibo acababa de decirle, debía estar soñando dando por echo que hace unos días atrás le había negado completamente la posibilidad de una futura relación con este y suponía que eso también significa nada de contacto físico, a pesar de que aquello seguía causándole dudas, las feromonas que ahora mismo abordaba su olfato se trataba del actuar del verdadero Wang Yibo. 

— ¿Qué es lo qué pretendes Wang Yibo? No dejaré que juegues con mis sentimientos, si es el caso créeme que jamas te acercarás a Jojo.

— Lo estuve pensando bien y ya que eres el omega que me dio un cachorro, quiero poder conocerte más también. 

𝑳𝒂 𝒎𝒆𝒏𝒕𝒊𝒓𝒂 𝒑𝒆𝒓𝒇𝒆𝒄𝒕𝒂 [𝒀𝒊𝒛𝒉𝒂𝒏]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora