𝑩𝒖𝒏𝒏𝒚 𝑲𝒊𝒍𝒍𝒆𝒓 |𝑪𝒉𝒂𝒏𝒈𝒍𝒊𝒙| *ᴀᴅᴀᴘᴛᴀᴄɪᴏɴ*

3. El Callejón

Changbin caminaba por las calles de Seúl con un patrón en sus pies, parecía que bailaba, pero simplemente era Changbin caminando.

De pronto, en medio de la transitada calle, se detuvo, por el rabillo de su ojo noto como una persona se detenía al tiempo que él, avanzó tres pasos más y noto como aquella persona se movía.

- ¿Estamos jugando a las atrapadas? -susurro para si mismo al tiempo que empezaba a caminar de nuevo y más rápido.

Llegó a un baño público, entró al último cubículo y se paró en la taza, asomando sus ojos por la parte de arriba del cubículo, notando como un chico entraba y se metía a la primera puerta, abrió la rejilla de ventilación, y bajo de la taza, calculo el tiempo que haría en llegar a la puerta de salida y entonces lo hizo. Camino despacio hacia la salida, tratando de que sus botas no hicieran mucho ruido, y entonces, cuando llegó a la orilla de la puerta de su perseguidor, aventó la rejilla haciendo ruido al momento que él corría a la salida, y entonces, por la ventanilla, vio salir de nuevo a ese chico, siguiendo el ruido.

Sonrió cuando se dio cuenta de que eso no acabaría ahí. Y si aquella persona lo conociera, sabría que su próxima parada era un callejón.

Pasaron exactamente 15 minutos con 35 segundos cuando Changbin se encontraba jalando a ese chico al callejón con el antifaz puesto y la pistola en mano.

Aventó a su posible próxima víctima al suelo, mientras apuntaba con el arma a su sien.

- ¿Quién eres y por qué me sigues? -dijo al tiempo que quitaba el protector de la pistola, para que después solo disparara -te he hecho una pregunta.

El chico alzó la mirada, conectando con la de Changbin al instante.

- ¿Quién eres y por qué me sigues?

-Soy Lee Felix... Y soy tu admirador.

Changbin bajó el arma tan rápido que hacía un movimiento en falso y hubiera disparado, Changbin debajo del antifaz abría los ojos. Se esperaba de todo, menos de un admirador.

Y entonces, en aquel callejón, a plena luz del día, ambos chicos se miraban fijamente a los ojos, y por primera vez, en mucho tiempo, Changbin había perdonado la vida de alguien.

Le había perdonado la vida a Lee Felix.