Estaba en la habitación de Michael ya que la mucama me obligó a pasar la noche ahí, estaba con la luz apagada cuando oí como la puerta se abría. Fingí estar dormida y sentí como alguien se paraba frente a mí, se sentó a la orilla de la cama y besó mi frente, después se acercó lentamente a mis labios e intentó besarme. Inmediatamente abrí los ojos.
-Ni se te ocurra.-me limité a decir.
-Ambos sabemos que me deseas.-esa voz reía, olía excesivamente a alcohol.
Inmediatamente encendí la lámpara de noche.
-Michael.-dije sorprendida del estado en el que estaba.
-Sh.-puso un dedo en mis labios-Vamos a divertirnos un rato.-reía como si lo que dijera fuese divertido.
-Estas loco, yo no voy a...-me interrumpió besándome.
Intenté zafarme de él pero era inútil, él era muy fuerte aún estando borracho.
Se separó de mis labios pero me tenía fuertemente tomada de los brazos.
-Suéltame.-dije molesta.
-Que voy a hacer lo que me plazca contigo.
-Eres un idiota.-dije intentando zafarme de él.
Empezó a besar mi cuello y comenzó a tocarme.
La primera noche se iba a aprovechar de mí, debía ser una broma.
Michael ya se había quitado su ropa, sólo quedó en ropa interior, cuando iba a quitarme la camisa que era de él, sabía que ya nada lo detendría.
-Hueles tan bien.-dijo comenzando a besar mi cuello una vez más.
Sentía un saco hacia él, iba a abusar de mí, mejor se hubiera buscado una puta que cediera a sus deseos.
De un momento a otro dejó de besar mi cuello, se había quedado dormido.
Cuando desperté me percaté que Michael estaba dormido muy cerca de mí, me levanté de la cama y me dirigí a encontrar la cocina, cuando finalmente la encontré iba a abrir el refrigerador cuando una mujer de aparentemente 70 años me recibió con un plato de fruta.
Cuando lo terminé la mucama me preparó unos panqueques. Estaba comiendo mis panqueques cuando Michael apareció con enormes ojeras.
-Buenos días pequeño.-saludó la mucama entregándole una taza de café.
-Buenos días Clotilde.-respondió él aceptando la taza.
Michael se sentó a mi lado, se veía terrible. Se quedaba mirándome como si no hubiese hecho nada anoche.
Jamás olvidaré el susto que me dio anoche cuando pensé que abusaría de mí.
-¿Cómo has dormido?-preguntó poniendo una bolsa de hielos en su cabeza.
-¿Qué no recuerdas lo que intentaste hacerme?-pregunté molesta.
-No, sólo recuerdo llegar a casa y esta mañana desperté en bóxers, algo extraño.-dijo mirándome.
-Eres un idiota.-dije lanzándole una servilleta.
-Oye yo no te he hecho nada.-dijo con la bolsa de hielo en su cabeza.
-Llegaste demasiado borracho y al entrar a tu habitación tú...-dije mirando al suelo.
-Carajo, te he obligado a tener sexo conmigo.-dijo molesto consigo mismo.
-No, intentaste hacerlo pero te quedaste dormido.
-Yo, lo siento demasiado, jamás acostumbro beber tanto. Soy un estúpido, te obligué a casarte conmigo, te obligué a venir aquí, me emborraché e intenté obligarte a tener sexo conmigo.-dijo cubriendo su rostro con sus manos.
-Tranquilo, por suerte no lo hiciste, pero no creo que esto vaya funcionar si tú sales con esa puta.-me limité a decir.
-¿Qué puta?
-Esa tal Lisa.-respondí.
-Ya te lo he dicho, ella no es una puta.-dijo enojado.
-Claro que lo es, tú eres un hombre prohibido en este momento y dejas que se meta contigo.-dije asqueada.
-¿Sientes celos?-preguntó mirándome.
-¿De ella? No me hagas reír. Ella es una puta y punto, merezco algo de respeto ya que seré tu futura esposa.-dije irónica.
-Lisa puede hacer lo que se le plazca conmigo.
-No pienso casarme contigo y dejar que ella sea tu amante.-dije molesta.
-Déjate de tonterías, te lo dije, yo soy tu dueño ahora y decido lo que quiera sobre ti.-dijo tomándome bruscamente del brazo.
-No soy un objeto.-dije mirándole con odio.
Este chico era un completo idiota, primero se va a buscar a esa puta, después llega borracho e intenta abusar de mí, después dice que conmigo quiere algo serio y con Lisa no, pero deja que ella le ofrezca su culo.
De verdad no entiendo a ese chico, dice una cosa y hace otra.
-Annie yo decido como será todo para ti.
-Puedes irte al carajo.-dije levantándome de ahí y yéndome lejos de él.
Encontré el jardín y me senté en una banca.
Y pensar que no nos toleramos y yo no creo en el divorcio.
-Debe ser una broma.-pensé.
Me quedé mirando la fuente cuando alguien se sentó junto a mí.
-De verdad lo siento mucho Annie, deberíamos llevarnos mejor por nuestro bien y un buen futuro en nuestro próximo matrimonio.
Enserio que no entiendo a este chico, es tan bipolar.
-Creo que deberíamos conocernos.-dije mirando sus ojos marrones.
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Eres mía (Michael Jackson)
FanfictionDesde el momento en que esto comenzó mi vida cambiaría radicalmente, ya nada sería como antes, me había obligado a estar junto a él, sentía tanto odio por él, pero con el tiempo aprendí a amarle. ~La lluvia me abraza y empapa a la vez.