-Annie dime la verdad, ¿me veo gorda?-preguntó Janet mirándose frente al espejo que había en su habitación.
-No estás gorda, estás embarazada que es diferente.
-Me siento fatal, este vientre no me deja hacer muchas cosas.
-Janet, tienes un bebé dentro de ti, no veo porque sentirte gorda si serás madre pronto.-comenté con una sonrisa.
Janet acarició su vientre emocionada.
...
-Joder, no puedo soportar este dolor.-se quejó Janet.
Tito y yo corrimos donde ella.
-¿Qué pasa?-pregunté preocupada.
Janet me miraba horrorizada.
-Hay agua a su alrededor.-dijo Tito asustado.
-Ha roto fuente.-dije aterrada.
Janet se retorcía de dolor, Tito la tomó en brazos y nos dirigimos al auto. Tito condujo a toda velocidad hasta el hospital, en el transcurso llamé a Michael y le avisé que Janet había roto fuente y nos dirigíamos al hospital.
Llegamos a urgencias y Tito bajó del auto lo más rápido posible y bajó del auto a Janet, yo iba detrás de ellos.
En cuanto ingresamos a urgencias atendieron a Janet, a ella la llevaron a una habitación y Tito y yo esperamos a Michael en la sala de espera.
Cuando Michael apareció corrió hacia nosotros.
-Vine lo más rápido que pude de la empresa.
-¿Le avisaste a Joe?-le preguntó Tito.
-Por supuesto que no, Joe no tendría nada que hacer aquí.
-Janet no se imagina lo que le espera con las contracciones.
Ambos hermanos me miraron.
-¿Son tan dolorosas como cuentan?
-La verdad no sé, porque no he tenido hijos pero cuando Janet tenga a Santiago podemos preguntarle que se siente.
-Que bueno que no somos mujeres.-dijo Michael aliviado.
Entramos a la habitación de Janet, ella estaba con la intravenosa en su brazo izquierdo, una máquina que marcaba el ritmo cardíaco y llevaba puesta una bata azul.
La morena nos miraba desde la camilla, hacía muecas de dolor cuando tenía contracciones.
-¿Duele mucho?-preguntó Michael mirando a su hermana.
-Es horrible sentir contracciones, Michael si amas a Annie no la dejes pasar por el parto natural.-dijo Janet llorando.
Una enfermera entró a la habitación y le aplicó la epidural a Janet.
-Esperaremos a que tengas diez centímetros de dilatación.-informó la enfermera.
Ella salió de la habitación.
-¿Annie llamaste a Carlos?-preguntó Janet respirando lentamente.
-Sí, me ha dicho que llegaba en cinco minutos.
Carlos había ido a todas las citas con la ginecóloga, él me había dicho que sentía algo muy fuerte por Janet y al bebé lo quería como a su propio hijo.
Cuando Carlos llegó corrió hacia Janet. Él y yo habíamos tenido clases de ginecología en la universidad y sabíamos cuanto dolor podría sentir Janet durante el parto.
Cuando llegó el momento de pujar Carlos fue el único que se quedó con Janet en la habitación. Tito, Michael y yo estábamos esperando noticias.
-Michael tú podrías ser el siguiente dentro de esa habitación.-dijo Tito.
Michael y yo nos miramos.
-Deseo ser padre, pero quiero que Annie termine sus estudios universitarios primero.
-Hombres como tú no conozco hermano. Otro en tu lugar hubiese prohibido que ella continuara sus estudios y no hubiese esperado que ella cumpliera la mayoría de edad para quitarle la virginidad.-dijo Tito orgulloso.
Michael sonrío orgulloso de sí mismo.
Carlos salió de la habitación emocionado.
-Ya soy padre.-dijo emocionado.
Los tres lo abrazamos.
Cuando el bebé estuvo limpio entramos a la habitación.
-Muchas felicidades Janet, ya eres mamá.-dije abrazándola fuertemente.
Tito y Michael abrazaron fuertemente a su hermana menor.
Una enfermera entró con el bebé en brazos y lo depositó en los brazos de Janet.
Todos dentro de esa habitación mirábamos al bebé.
-Él es Santiago.-dijo Janet presentándonos a su hijo.
-Nuestro hijo.-agregó Carlos.
Michael miró sorprendido a Carlos, él no imaginaba que Carlos quisiera ser el padre de Santiago.
Janet depositó a Santiago en mis brazos, se sentía una armonía y paz. Michael me miraba con ternura sosteniendo al bebé.
Se acercó a mí y miró con ternura a su sobrino.
Tito y Michael miraron a Santiago con ternura, no creían que una criatura tan inocente fuese tan linda. Eran tíos y serían figuras paternas para Santiago, una familia.
-Ya somos tíos.-dije feliz besando la cabeza de Santiago.
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Si el capítulo te ha gustado te encargo un voto :)
En el siguiente capítulo pasarán años, se viene algo grande así que atentas ;).
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Eres mía (Michael Jackson)
FanfictionDesde el momento en que esto comenzó mi vida cambiaría radicalmente, ya nada sería como antes, me había obligado a estar junto a él, sentía tanto odio por él, pero con el tiempo aprendí a amarle. ~La lluvia me abraza y empapa a la vez.