TRES

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Gala

10 años

Miro por la ventana de mi habitación a los niños jugando en la calle. No me gusta Los Ángeles, no conozco a nadie aquí y el nuevo colegio apesta. Mis padres parecen felices de estar aquí, dicen que este es un barrio de gente rica y que pertenecemos a este lugar. Han dejado de hablar en español porque dicen que eso no está bien visto aquí y que debemos adaptarnos a este lugar. No me gusta, no me gusta nada. Quiero volver a Cartagena, quiero estar con mis primos, mis tíos murieron hace dos años, deben estar tan tristes por la muerte de sus padres. Llevo dos años sin hablar con Tadeo, no sé si me ha olvidado, no sé si encontró la libreta con mi carta. Quizás ya no quiera saber nada de mí nunca más por lo que mi padre le hizo. El cartero se detiene en el buzón como cada mañana, saca un montón de cartas de su bolso, un sobre rosa llama mi atención, lo mete en mi buzón junto con otras cartas. Veo a mi padre salir de casa y saludarlo, recoge las cartas que el cartero ha dejado en el buzón, el mismo sobre rosa resalta entre los demás, mi padre mira el sobre, parece confundido. Luego mira hacia mi ventana, me sonríe mientras mueve el sobre en el aire, desaparece dentro de casa.

—¡Gala tienes una carta!— grita desde abajo.

Pongo los ojos en blanco, odio que tengan que hablar en inglés incluso en casa. Corro por las escaleras emocionada, nunca he recibido una carta. Mi padre me entrega el sobre rosa.

—¿De quién es?— me pregunta mi madre.

Leo el remitente, mi corazón se acelera, siento los latidos en mi cabeza.

'El Principito.'

—Gala, ¿de quién es la carta?— vuelve a preguntar mi madre.

—Oh, umm... Es de un amigo del colegio— miento— Pensamos que sería divertido jugar a enviarnos cartas con otros nombres.

Mi madre sonríe.

—Voy a mi habitación a leerla— digo a la vez que comienzo a correr otra vez.

Me encierro en mi habitación, cierro la puerta con seguro antes de saltar sobre mi cama. Abro el sobre con cuidado, no quiero romperlo, saco el papel del interior.

—¡Sí!— chillo— No se ha olvidado de mí.

Comienzo a leer la carta de Tadeo.

"Por fin te he encontrado. Ni siquiera sé si te acuerdas de mí, soy Tadeo. Te he estado buscando desde hace mucho tiempo, Gala, te he extrañado cada día. Me colé en el antiguo despacho de mi padre, ahora es de Mario, ha ocupado el lugar de mi padre. Busqué por todos lados hasta que vi la caja fuerte, allí había una carpeta con documentos que no entendía, pero había uno que me llamó la atención, estaban todos tus datos y los de tus padres, vuestra nueva dirección incluida. Así que, decidí que te enviaría una carta, espero que la recibas.

Quiero contarte tantas cosas...

Comenzaré por el principio. Recibí tu primera carta, aún la guardo en un lugar seguro. Mis padres murieron unos días después del sexto cumpleaños de Sandra, tuvieron un accidente de tráfico, quizás ya lo sepas. Ahora voy al instituto de chicos grandes, Gala, todos quieren ser mis amigos, el problema es que ninguno de ellos eres tú. Ya tengo catorce años, casi quince y tú debes de estar a punto de cumplir los once. ¿Te siguen gustando los unicornios? No, ya debes ser más mayor. Siento que ya no sé nada de ti, me gustaría que me contestaras esta carta y me contaras cosas sobre ti, tus nuevos gustos, si tienes amigos. A mí me gustan mucho los coches, mi hermano me lleva cada miércoles a las carreras ilegales de la ciudad. Algún día tendré mi propio coche, iré a por ti y nos iremos lejos, si aún sigues queriéndome, claro. También me gustan mucho las arepas de Carmen, ha mejorado mucho su receta, ahora las hace con queso y pollo que preparara con... No recuerdo qué dijo, pero están muy buenas. Hay una chica en el instituto que quiere ser mi novia, dice que soy muy guapo, me da vergüenza cuando me dice eso, creo que no soy tan guapo. Seguro que tú has cambiado mucho, ahora debes estar más alta. ¿Tienes novio? Espero que no, aún eres pequeña. Me gustaría volver a verte, aunque sé que eso es difícil, tus padres aún me odian, vinieron al funeral de mis padres y ni siquiera me miraron, por suerte, Mario no se dio cuenta de eso. Se ha vuelto muy protector con Sandra y conmigo. Bueno, creo que ya no tengo nada más que decirte, pero si contestas a esta carta te enviaré otra, ¿eso te gustaría? Podríamos enviarnos cartas. A mí me gustaría. También quiero pedirte perdón por lo que hice, estuvo mal, tus padres tenían razón. Te sigo queriendo mucho, Gala. ¿Y tú a mí? Ojalá me contestes.

EL PRINCIPITO #1.6 [Disponible en físico]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora