EL PRINCIPITO #1.6 [Disponible en físico]

DIECIOCHO

Gala

16 Años

Niego con la cabeza llorando, Tadeo me abraza fuerte.

—Por favor— suplico.

—Amor, es una buena oportunidad para ti, son sólo dos años— me dice.

—No quiero separarme dos años de ti.

Limpia mis lágrimas con sus pulgares, me da un beso en la punta de la nariz.

—Yo seguiré en el mismo lugar, seguiré esperando a mi preciosa rosa.

Sus labios se posan sobre los míos. En el colegio nos hicieron rellenar solicitudes para universidades de todos lados, Pedro y yo hicimos el tonto y mandamos solicitudes al extranjero. Una escuela superior de Japón me ha aceptado en un programa de robótica avanzada para personas superdotadas, siempre supe que mi coeficiente intelectual era más alto que el promedio, pero nunca dije nada porque no quería que me trataran diferente al resto, sólo Tadeo sabía esto, ni siquiera se lo dije a mis padres. Mi primo Mario se ha sorprendido, está encantado con la noticia, me ha prometido que me contratará en la empresa cafetera después de que termine los dos años de estudios, una carrera que dura entre cuatro y cinco años, sin embargo, en esta escuela de Japón se hace en dos años y sólo aceptan a personas con un coeficiente superior a 130, el mío es de 150. Tadeo tiene razón, es una oportunidad para mí, pero no la quiero, son dos años alejada de él, dos años sin vernos, ya que, sería demasiado arriesgado que viajara hasta Japón, mis primos no tienen negocios allí.

—Tienes que aceptar— me dice Tadeo— Mi preciosa rosa— susurra en mi boca— Eres la mujer más inteligente que conozco, el mundo merece conocerte también, tú puedes hacer cosas muy buenas por la empresa familiar, incluso, puede que hagas cosas buenas para este mundo. Sé que en tu cabecita hay muchas invenciones en este momento, muestra al mundo quién es Gala Reyes.

—Te amo.

—No sabes cuánto te amo, Gala, te juro que no pasará ni un sólo día en el que no hablemos por teléfono, si en algún momento tengo la oportunidad de ir a verte no lo dudes, amor, allí estaré.

—El programa empieza en un mes.

—Entonces será mejor que no perdamos más tiempo, llámales, acepta, amor.

Hago lo que me dice, aunque son las once de la noche, en Tokio van catorce horas por delante. Tadeo se sienta en el borde de la cama, me siento en su regazo, me besa el hombro y el cuello mientras hablo por teléfono con la directora de la escuela.

—Estaremos encantados de contar con alguien como usted señorita Reyes, hemos leído trabajos que ha presentado en su escuela en Colombia y la antigua de Los Ángeles, son simplemente magníficos.

—Gracias.

—Le enviaré a su tutor legal toda la documentación que debe rellenar y firmar. Nos vemos en un mes.

—Nos vemos, señora Sasaki.

Dejo el móvil en la mesita de noche. Tadeo me quita la camiseta de tirantes del pijama, me siento a horcajadas sobre él. Envuelve su boca en uno de mis pezones.

—Ya está hecho— le digo.

Me da un beso en los labios.

—Celebraremos tu decimoséptimo cumpleaños antes de que te vayas.

Le quito la camiseta de manga corta, Tadeo se tumba de espaldas en la cama. Lo beso mientras lloro, voy a estar dos años sin verlo en persona, necesito todo de él en estos momentos. Sus brazos envuelven mi cuerpo, encuentro el consuelo en ellos, en sus delicadas caricias por mi espalda con sus dedos, en sus pequeños besos por mi cara, en su olor.