DIECISIETE

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Tadeo

Niego con la cabeza a mi hermano, él desvía la mirada hacia la ventanilla del avión.

—¿Qué hace ella aquí?— me pregunta Sandra enfadada.

Nadia la mira con un aire de superioridad que no me gusta nada, sonríe a mi hermana y le enseña el anillo de compromiso que mi hermano le ha dado hace un rato.

—Tengo más derecho que tú de estar aquí— le dice ella a mi hermana— Soy la prometida de tu hermano, del Rey, además de que voy a darle a su primer hijo— se frota el vientre con la mano mientras pronuncia esas malditas palabras.

Los ojos de mi hermana se abren, no le habíamos dicho nada aún sobre el embarazo de Nadia, gira la cabeza hacia a mí a tanta velocidad que se le podría haber despegado del cuerpo.

—Dime que eso no es verdad— me dice.

—Lo es princesita, Nadia está embarazada.

Sandra mira a nuestro hermano, él es incapaz de devolverle la mirada.

—¿Mario?— le pregunta— ¿Por qué? Ella es mala.

—Cállate, niña estúpida— escupe Nadia.

Mario da una palmada en la mesa.

—No vuelvas a hablarle así a mi hermana— gruñe— Que vayas a tener un hijo mío no te da ningún derecho a hablarle de esa forma, que nos casemos no es más que un puto trámite, Nadia, no soy tu esposo y no lo voy a ser nunca. Olvídate de esas tonterías que tienes en la cabeza sobre ser la esposa del Rey, nunca serás La Reina, sabes perfectamente por qué me caso contigo.

Los ojos de Nadia se fijan en mi hermana, escupe odio y rabia por ellos.

—Ten mucho cuidado, Nadia— le advierto— Mi hermana es intocable, no dudaré en poner una bala en tu puta cabeza si te atreves a mirarla de forma incorrecta.

Pedro carraspea en una risa, Gala le da un suave codazo en el brazo.

—¿Y este mari...?

—Cuidado— interrumpe Gala a Nadia— Respeta a Pedro, zorra.

—¿No vas a decirle nada a esta arrimada?— le pregunta Nadia a mi hermano.

—Por supuesto— contesta mi hermano, mira a Gala— La próxima vez que Nadia intente insultar o insulte a Pedro, a Sandra o a ti, te doy permiso para que le des una bofetada en la cara.

Gala y Pedro empiezan a reírse.

—¡No sé para qué he venido a este viaje!— grita Nadia.

—Por fin estamos de acuerdo en algo— le digo sonriendo— Te has invitado sola a este viaje tú sola, íbamos a ir mi familia y yo únicamente, pero tenías que meter tus narices.

—Este estúpido no es de la familia Reyes, yo lo soy, estoy embarazada del hijo de Mario Reyes— me contesta.

Me rio a carcajadas.

—Pedro es más de la familia de lo que tú nunca serás, Víbora— le digo.

Nadia finge llorar, mi hermano pone los ojos en blanco.

—Si tan a disgusto estás con mi familia puedes pedirle a la azafata que te abra la puerta del avión y te tiras— le dice mi hermana— Pero sin paracaídas, por favor.

—Sois todos tan crueles conmigo— solloza mirando a mi hermano.

Nadia se sujeta el vientre mientras gime del dolor. Mi hermano la mira con una ceja levantada, Sandra se muerde el labio inferior, sí, yo también estoy sorprendido con su pobre teatro. Gala y Pedro se ríen más fuerte.

EL PRINCIPITO #1.6 [Disponible en físico]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora