VEINTE

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Gala

19 Años

Casi ha pasado un año desde que regresé, en unos meses cumpliré los veinte años, un año más que debo sumar al lado del hombre más maravilloso del mundo, ya son doce años enamorada de él. Tadeo ha estado a mi lado en cada momento, ayudándome a adaptarme al nuevo trabajo, gruñendo y amenazando a cada compañero que se acercaba a mí. Mi primo Mario me dio la dirección de I+D de la empresa, me dedico a la investigación para aumentar la producción de café y su calidad. Sobra decir que algunos empleados no estuvieron de acuerdo con mi nombramiento, la gran mayoría de ellos llevaban detrás de este puesto desde que entraron aquí a trabajar. Sí, bueno, a mi primo no le importó. He sabido dirigir el departamento con mano firme, creí que no podría, y, realmente, no sé dónde saqué el carácter necesario para hacerlo, me gané el respeto de todos. Ahora el departamento funciona mejor que antes, la calidad de nuestro café ha mejorado notablemente, las ventas han subido, si seguimos así, pronto nos darán el premio al mejor café del mundo. Levanto la cabeza de los informes cuando la puerta de mi despacho se abre, mi primo asoma la cabeza.

—¿Qué haces aquí?— me pregunta.

—¿Trabajar?

—Hay reunión.

Cojo la agenda de mi escritorio, se me cae al suelo de las manos, mi primo se ríe.

—No recordaba ninguna reunión— le digo.

Busco en mi agenda, me muerdo el labio inferior cuando lo encuentro. Un suspiro me abandona, he estado trabajando mucho.

—No te preocupes— me dice mi primo— Voy a contratar a una secretaria para ti.

Mis ojos se encuentran con los suyos.

—¿Pedro estaría disponible?— me pregunta.

Esbozo una sonrisa, me encantaría que trabajara conmigo.

—Sabes que a Pedro le encanta estar con nosotros.

—Quizás debería cambiar su apellido y llamarse Pedro Reyes.

—Peter Reyes— corrijo a mi primo.

Él se ríe.

—Estoy segura de que estará encantado de trabajar aquí— le digo.

—Bien, hablaré con recursos humanos. Ahora vamos a la reunión, tengo otra con Gabriel y Bastian en dos horas.

—Primo, sabes que te amo, ¿verdad?— él asiente— Deberías descansar un poco, te va a dar algo.

Mi primo me da un beso en la cabeza.

—Vamos, llegamos tarde y Tadeo ya está allí.

Pongo los ojos en blanco, desde que comencé a trabajar aquí no ha faltado a ninguna reunión, ni siquiera tiene un puesto en la empresa. Entramos en la sala de reuniones, Tadeo me mira de arriba a abajo, una leve sonrisa se dibuja en su cara, me rio internamente. Me va a llevar al baño de mi despacho cuando acabe la reunión, siempre lo hace. Me siento en la silla libre al lado de mi primo Mario, Tadeo está frente a mí, mirándome fijamente, Mario lo golpea en la pierna por debajo de la mesa. El director de contabilidad comienza la reunión. Siento los ojos de Tadeo sobre mí todo el tiempo.

—¿Para qué has venido?— le susurra Mario— ¿Para molestarla?

—Me aburría en casa— contesta sonriendo.

Me levanto de la silla, es mi turno de hablar. Empiezo contando las novedades de la nueva maquinaria, algunos se oponen a este cambio.

—Es lo mejor para la empresa— digo.

EL PRINCIPITO #1.6 [Disponible en físico]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora