Soobin fue de vuelta al restaurante. No fue la mejor idea, mucho menos si había ido una hora antes de que cerrarán y de que apenas hubiera tenido la dicha de haberse cambiado el pantalón de su pijama por otro pantalón que se viera menos informal.
Las últimas noches habían sido un caos total, apenas había podido conciliar el sueño y aunque se convenció de que ese día sería la excepción y podría volver a descansar después del pesado día que tuvo, no fue así. Soobin no pudo dormir, extrañamente sentía que le faltaba algo y de manera aún más extraña, sabía que era ese algo.
Se levantó de la cama y apenas poniéndose un pantalón menos informal que su pijama junto con un suave suéter negro, tomo las llaves de su auto y salió de la casa en medio de la noche.
Conducía hasta donde su mente recordó el camino y atravesó las puertas en busca de una mesa en específico. Agradeció al cielo cuando miró una mesa libre en el fondo pero que le daba una buena vista hacia el escenario. Soobin sonrió satisfecho cuando miró al chico de nuevo en el escenario.
No le había mentido a Beomgyu cuando dijo que la sensación que este chico le provocaba era especialmente diferente. No lograba entenderlo pero algo muy en el fondo de su alma gritaba algo como: "Estoy feliz de volver a vernos" y de alguna manera, sabía que el alma de otro chico también sentía lo mismo aunque hasta ahora no habían logrado cruzar ninguna palabra entre ellos. Sin embargo, no necesitaban palabras porque con tan solo mirar la sonrisa y conectar sus ojos con los del chico de cabello naranja, lograba entender todo lo que esa mente tenía por decir.
Al menos en esa ocasión, el chico no pareció notarlo, pero Soobin aprovechó que estaba más ocupado cantando para poder observarlo con más detenimiento y quizás, poder comprender que es lo que le atraía tanto de él. Que es lo que lo había atraído como para cruzar las puertas de ese restaurante ya a altas horas de la noche y sentarse solo para verlo cantar.
Un mesero se le había acercado y Soobin se obligó a sí mismo a tener que ordenar algo. Claramente aunque su intención al haber ido ahí no era principalmente comer, no es como que pudiera rechazar al mesero diciéndole que no iba a ese restaurante a comer, solo venía ver al chico lindo que cantaba. Pensó que decir eso lo haría ver como una especie de depravado. No tuvo más opción que ordenar algo ligero, ya había tomado la cena hace un rato y se sentía un poco lleno.
Posiblemente dejaría un poco más de la mitad del postre al no tener el suficiente apetito como para poder comerlo todo, no estaba muy interesado en el postre, estaba más interesado en estudiar de pies a cabeza al chico en el escenario.
Se veía alto pero supuso que no tanto como él, unos cuantos centímetros de diferencia apenas. Lo más destacable de él era posiblemente el color naranjo de su cabello, ya un poco descolorido, supuso que no había retocado el tinte hace un tiempo, a pesar de eso, le lucía bastante bien y pensó que hacía un buen contraste con sus labios rojizos. No vestía particularmente formal comparando al resto del personal, noto como la mayoría de los meseros usaban un elegante traje, con camisas blancas perfectamente acomodadas y una linda corbata mientras que el cantante parecía usar algo más casual, pero que Soobin claramente pudo destacar el buen sentido de la moda que tenía.
Se preguntó por él. Su interés en él no era solo un: "¿Por qué me atraes?", era algo más lejano a eso, algo más cercano a un: "¿Quién eres?", una pregunta con la que no solo quería conseguir su nombre como respuesta, quería saber, profundamente, quién era él. Su nombre, edad, cumpleaños, familia, amigos, si estudiaba o tenía algún pasatiempo, porque trabaja ahí, cuales eran sus planes a futuro o cuáles eran sus pensamientos cuando era más joven. Quería sumergirse en el y conocer cada rincón de su alma, conocerlo como si fuera la palma de su mano. Conocerlo tan a profundidad posiblemente sería la respuesta a su primera pregunta. Él parecía ser la respuesta a todas las preguntas que tenía.
¿Él también tendría preguntas sobre Soobin? ¿También quería conocerlo tan profundamente como Soobin deseaba hacerlo? O quizás simplemente lo miro como un cliente más que se cruzaba en su trabajo mientras que Soobin estaba empeñado en ir a ese restaurante solo para volverlo a ver y sentir como su mente llena de preguntas se calmaba un momento.
No lo sabría.
Así como tampoco supo en qué momento el chico de cabello anaranjado se despidió del público con una dulce sonrisa deseándole a todos una buena noche y finalmente, desapareciendo del escenario.
Una oportunidad perfecta. Soobin solo tenía que levantarse de la mesa e ir a buscar al chico. No tenía por qué preocuparse por la cuenta, la había pagado antes, ya no había nada en ese momento que lo detuviera a acercarse al chico, saludarlo y pedir su nombre, esperando que el chico, de alguna manera, también le hiciera saber que había estado anhelando un acercamiento de él.
¿Lo hizo? No.
¿Había una razón? Ninguna, en realidad.
Se paró de la mesa y en vez de adentrarse o preguntar a uno de los meseros sobre el cantante, salió del restaurante hasta el estacionamiento y aún estando ahí, se detuvo un momento para replantearse si lo mejor era esperar a que el chico saliera y poder hablar con él en medio de la tranquilidad de la noche.
Lo miro a lo lejos con alguien a quien reconoció como el mesero que lo había atendido hace unos instantes. ¿Sería correcto acercarse a ambos chicos y ofrecerles un aventón a sus casas? No lo sabría porque ni siquiera lo intento. Subió a su auto y se fue a su casa con sus pensamientos carcomiendolo.
La que pensó que fue la segunda mala idea de la noche fue haber manejado hasta su casa en medio de la noche con su mente que no lo dejaba en silencio ni un momento. No supo cómo, pero llegó a casa sano y salvo, acostándose en su cama de nuevo y deseando que sus ojos se cerrarán lo más rápido posible para que su mente lo dejara de molestar un momento.
—¿Por qué estás tan callado? —preguntó su madre mientras ambos tomaban el desayuno—. Siempre lo estás pero la expresión que tienes desde que te levantaste es extraña, ¿sucede algo?
—Nada, solo no pude dormir —respondió con simpleza—. Estoy algo cansado, es todo.
—¿Saliste en la noche? —preguntó de nuevo, casi ignorando la respuesta que le había dado anteriormente. Soobin estaba algo confundido ya que no se había puesto a pensar en ningún momento si su mamá o alguien más lo había escuchado salir a media noche. Aún así, miro a su mamá con confusión, pidiéndole con su mirada una explicación a esa pregunta—. Me desperté ayer por la noche porque escuché un auto.
—Supongo que debió de ser uno de los vecinos, me mantuve en mi habitación toda la noche —mintió.
Su madre pareció tragarse su mentira o simplemente no tomarle mucha importancia porque de nuevo se quedó en silencio hasta que ambos parecieron terminar su desayuno y Soobin se levantó de la mesa.
—Iré a casa de Sooyoung —avisó.
—Sooyoung, si, claro —aunque pareció no tomarle mucha importancia, fácilmente notó cómo el ceño de su madre se arrugaba suavemente hacia abajo, mostrando una mueca de disgusto.
Siempre fue así. Nunca logró entender el porqué su madre detestaba tanto a Sooyoung cuando ésta era la persona más dulce del mundo, una mujer de casi la misma edad que siempre parecía tener un buen humor y que tenía una sonrisa sumamente contagiosa. Para su madre, parecía ser todo lo contrario, para ella parecía que Sooyoung era un bruja vil responsable de todos sus problemas y dolores de cabeza, que con tan solo ser mencionada le robaba la sonrisa.
—¿Sucede algo? —preguntó Soobin por el repentino cambio de actitud de su madre—. ¿Te molesta que vaya con Sooyoung?
—No, haz lo que tú quieras.
—¿Tenías algo programado para hoy? Si es así, sabes que puedo quedarme y dejar la visita de Sooyoung para otra ocasión.
—No es nada Soobin —dijo con un evidente tono de molestia—. Déjalo así, vete con ella si eso quieres.
ESTÁS LEYENDO
Jazz Bar | Yeonbin.
FanfictionLa vida de Yeonjun parecía ser normal, sus días de verano eran tranquilos y tenía un buen trabajo nocturno cantando en un restaurante. Todo cambia cuando un nombre desconocido y el rostro de un extraño comienza a aparecer en sus sueños y de un día a...