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—Entonces, ¿ya está todo bien? —preguntó Yeonjun mientras sujetaba la mano de Soobin.

—Lo está —afirmó el pelinegro.

Habían sido unos días confusos para Soobin pero felizmente el conflicto sobre su familia ya había estado más relajado y todo parecía estar bien. Había hablado con su madre, con Sooyoung y con Beomgyu y les había hecho saber que todo estaba bien entre ellos y que no estaba profundamente molesto, ni siquiera lo estaba un poco.

Aún podía sentir un poco la tensión entre su madre y Sooyoung pero pensó que era un poco más leve y que ahora que Soobin sabía la verdad estás dos podrían llegar a un buen acuerdo y dejar un momento sus diferencias de lado.

Pero no decidió preocuparse mucho por eso, ahora se enfocaba más en disfrutar el agradable paseo que estaba teniendo con Yeonjun. Y es que claro que el de cabello naranja había sido un gran apoyo para él durante todo esos días.

—Aún hay algo de lo que quiero hablar con mi mamá pero aún tengo algo de tiempo, así que no me preocuparé mucho por eso —añadió Soobin.

—Mientras encuentres el momento correcto todo estará bien.

Yeonjun le sonrió y ambos siguieron caminando con sus manos tomadas.

Aquel día Yeonjun le había dado la libertad a Soobin de que eligiera el lugar que él quisiera visitar y el pelinegro decidió llevarlo al mirador de la ciudad. Un lugar poco concurrido pero en el cual había una gran vista, pues al estar en un lugar alto podían ver una buena puesta de sol y ver cómo todos las luces de la ciudad se iban encendiendo poco a poco.

Yeonjun claramente aprovecho esto para tomar unas buenas fotos en su teléfono como un buen recuerdo del lugar.

—Es muy bonito, ¿no es así? —Soobin se puso a la par de Yeonjun viendo con una suave sonrisa como este se concentraba en tomar un buen ángulo.

—Lo es —afirmó, poniéndose de pie una vez terminó de tomar fotos.

Soobin se dirigió a una de las bancas que se encontraban cerca para que los turistas y visitantes pudieran tomar un descanso mientras apreciaban la gusta, cosa que hizo Soobin y luego fue seguido de Yeonjun, quién se sentó a su lado con emoción mientras miraban como las luces de la ciudad comenzaban a encenderse, el atardecer justo había terminado y la luz nocturna de la luna llena y las estrellas empezaba a alumbrar la ciudad.

—Es una de las mejores vistas que he tenido en mi vida —dijo Yeonjun, totalmente deslumbrado por el espectáculo.

—¿Si? Yo creo que la mejor vista que he tenido definitivamente eres tú —giró su cabeza para mirar a Yeonjun con una sonrisa divertida.

Yeonjun también se giró para verlo mientras reía tímidamente, también dándole un suave golpe a Soobin. Le gustaba darle este tipo de cumplidos porque sabía que se ponía tímido y sus mejillas se enrojecian suavemente, cosa que a Soobin le encantaba ver.

Entre unas pequeñas risas, Soobin pasó su brazo detrás de la espalda de Yeonjun y recargó su mano en uno de sus costados para tener una posición un poco más cercana y cómoda. Yeonjun tomó esto como una pequeña señal para lentamente ir recargando su cabeza sobre el hombro de Soobin, logrando que la distancia entre ellos fuera casi nula.

Yeonjun subió su cabeza para mirar a Soobin que aún mantenía una pequeña sonrisa jugando entre sus labios. Soobin bajó para mirar a Yeonjun cuando sintió la mirada de este sobre él. Fue ahí cuando sus miradas se encontraron y sus respiraciones se coordinaron, chocando la una con la otra sobre el rostro de ambos.

Decir que ambos no se habían quedado con las ganas de haber un momento como este con anterioridad sería mentir, porque el encontrarse de esa manera nuevamente los hacía querer volver a intentar lo que había quedado inconcluso.

Jazz Bar | Yeonbin.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora