Jazz Bar | Yeonbin.

25

—¿Estás bromeando, cierto? —Yeonjun soltó una fuerte carcajada mientras cubría su rostro.

—Ya te dije que no, ¿por qué no haría?

—Solo di si es una broma, Choi Soobin.

Cuando Soobin se paró frente a la puerta de la casa de los Choi para visitarlos y sobre todo llevar un presente para la señora Eunji que ya se encontraba de vuelta en casa y mejor que nunca después del pequeño incidente, lo último que espero Yeonjun fuera que Soobin lo sorprendiera de tal manera.

—Ya te dije que no lo es —Soobin también empezó a reír, mirando el rostro incrédulo de Yeonjun—. Hablo en serio, quiero que vayamos juntos a Jeju.

—Oh, ¿un viaje solo para nosotros dos? —parecía que Yeonjun estaba apunto de explotar por la gran emoción que mostraba y Soobin no podía evitar reír por lo tierno que le parecía verlo de tal manera.

—Esa es la idea original pero si lo deseas tus abuelos también nos pueden acompañar.

Los señores Choi que se encontraban sentados en el sofá mirando la tierna escena entre los dos chicos, sonrieron amablemente pero negaron rápido con sus cabezas.

—Muchas gracias, Soobin, realmente nos encantaría volver a visitar Jeju pero será para otra ocasión —habló tiernamente la mujer.

—Disfruten solo ustedes dos.

Soobin les dió una pequeña sonrisa y luego volvió a mirar a Yeonjun que aún se miraba bastante emocionado, como un niño pequeño.

—¿Entonces? —preguntó Soobin hacia Yeonjun.

—¡Claro que iré! Solo pediré permiso en el trabajo y te prometo que estaré totalmente disponible para ti.

Yeonjun rápidamente se apresuró a abrazar a Soobin, rodeando su cuello con sus brazos mientras que el pelinegro también lo rodeaba de su cintura con un poco de delicadeza, se sentía algo avergonzado por crear esa pequeña escena estando frente a los señores Choi pero definitivamente tener a Yeonjun abrazándolo de esa manera hacía que su corazón se aceleraba y solo quisiera quedarse con él por toda una eternidad.

( ... )

Cuando menos lo pensó ya se encontraba en el avión con Soobin después de haberse despedido de sus abuelos y de sus amigos que le habían deseado un buen viaje, sería menos de una semana pero definitivamente extrañarían a Yeonjun.

Sin embargo, Yeonjun y Soobin se sentían bastante emocionados de poder realizar un viaje juntos para conocer las islas de Jeju. Se había salido de todas las posibles actividades que Yeonjun tenía planeadas para hacer con Soobin pero definitivamente era mucho mejor que cualquier otro plan que pudo haber pensado.

Les dejaría pasar todo el tiempo juntos que quisieran y quizás, por fin, les daría el pequeño empujón que ambos habían necesitado desde hacía un tiempo.

Ya había sido un rato en el que el avión había aterrizado y ambos se encontraban de camino a la casa que Soobin había alquilado especialmente para ellos dos a la orilla del mar.

Para Soobin parecía no ser la gran cosa pero para Yeonjun era posiblemente la cosa más increíble que había visto, desde que cruzaron la puerta con su equipaje Yeonjun quería explorar cada rincón y admirar cada detalle por lo lujosa que parecía ser.

Claramente Soobin noto la evidente emoción de Yeonjun, la cual le causaba una especie de ternura por la forma en la que actuaba cada vez que algo le emocionaba. Había puesto la suficiente atención en cada detalle de Yeonjun y cada vez que él ponía esos ojos brillosos llenos de admiración, Soobin sentía que su corazón se derretía.