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Posiblemente esa fue la última vez que Yeonjun descanso de sus pesados sueños.

Ese día, simplemente, no hubo nada.

Quizás fue porque ese día no había dormido durante la tarde, se había mantenido despierto desde la mañana que despertó y fue a jugar voleibol con sus amigos hasta ahora que se encontraba alistándose para ir a su trabajo.

Aunque sus sueños también se manifestaban durante la noche, tampoco hubo nada esta vez, esa noche concilió el sueño sin problema alguno, no hubo ningún sueño que lo molestó.

Algo en él extrañaba al chico en sus sueños, aunque también ese algo le decía que no tenía por qué extrañarlo.

Estaba con él.

Sin embargo, desde que salió junto con Taehyun de su casa hasta que puso el primer pie en su lugar de trabajo, una inexplicable sensación lo invadía. La misma sensación melancólica que tenía durante sus sueños y que se iba una vez despertaba, ahora estaba de nuevo con él.

—¿Todo bien? —preguntó Taehyun cuando Yeonjun simplemente caminó hacia su lugar de trabajo sin haberse despedido de él—. ¿Qué te sucede? —puso su mano en su hombro para detenerlo.

—¿Ah? Si, lo estoy —Yeonjun sacudió su cabeza—. Estoy distraído, lo siento.

—¿Quieres que le diga a alguien que te sientes mal y hoy no puedes actuar?

—No, no te preocupes, todo está bien —le respondió con una sonrisa para intentar calmar a Taehyun cuando miro su rostro lleno de preocupación—. No es nada, lo juró. Apenas empiece el show te juro que me sentiré mejor.

Taehyun poco convencido de su respuesta no hizo más que solo asentir.

—Si necesitas algo, no dudes en decirme ¿bien? Tú sabes dónde estoy siempre —dijo, mirando como Yeonjun asentía rápidamente a sus palabras.

Taehyun se despidió y se fue por su lado. Yeonjun también se fue por el suyo, llegando a una habitación un poco pequeña que se le había asignado a Yeonjun para que descansará un poco en caso de necesitar un momento o poder alistarse un poco antes de salir al escenario. Tenía un espejo pequeño y un pequeño sillón, no era la gran cosa pues no necesitaba serlo realmente.

Se sentó en la silla frente al espejo mientras esperaba que dieran las ocho para empezar su turno.

Si miró al espejo, miró su cabello anaranjado que ya estaba un poco desteñido por no haber retocado el tinte hace unos meses. Todo estaba bien en él, todo estaba correcto pero se sentía alguien más.

Tomó una botella de agua para recuperarse. Calentó un momento su voz y luego subió al escenario del restaurante.

Una vez que Yeonjun subió al escenario, todo pareció tranquilizarse en su interior. Una vez subió al escenario e inició con la primera canción, su mente pareció desconectarse y concentrarse mejor en la letra de la canción. En divertirse y disfrutar de las dulces melodías.

Bajo del escenario un tiempo después para tomar un pequeño descanso, reposar un momento su voz y tomar algo de agua para refrescar su garganta. No tardó mucho en volver y empezar con una nueva canción.

Ya había oscurecido y las mesas parecían llenarse por más gente cada vez más. Podía ver a más gente caminando a través del lugar y a los meseros moverse apresuradamente de un lugar a otro, eso incluyendo a Taehyun que se encontraba dejando algunas bebidas en una de las mesas frente a él.

Yeonjun sonrió satisfecho para sí mismo cuando miró la expresión agradable que ponía la personas cuando escuchaban su voz y lo miraban en el escenario.

Jazz Bar | Yeonbin.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora