TU DESTINO |MINSUNG|

XIV

Las últimas dos noches habían sido complicadas, había estado lloviendo, y los artistas no había podido estar en el parque más de media hora, por ellos las ganancias no habían sido muy fructíferas.

Esto estaba siendo un dolor de cabeza para los chicos, más que todo para Minho quien tendría que pagar pronto la academia.

Pero él siempre le veía el lado positivo a las cosas.
Por lo menos no habían ido a casa con las manos vacías.

La puerta principal se abrió y unos chicos aparecieron por ella con sus cabellos y ropas mojados.
Felix que estaba en la sala corrió velozmente por una toalla, pronto los chicos estaban secando su cabello sentados en el sofá.

— ojalá no siga lloviendo el resto de la semana — deseó Changbin

— ojalá — Apoyó

Minho se secó el cabello con fuerza y luego dejó la toalla sobre la mesa de centro.

— ¿no les fue bien hoy tampoco? — felix lucia algo angustiado

— Si tan solo consiguieran un trabajo de verdad.

La voz femenina de la cocina se escuchó hasta la sala.
Minho soltó un enorme suspiro y Changbin miró a su amigo quien aún dejaba gotear su cabello.

— No la escuches, ella está algo molesta. Como siempre — Los susurros de felix hicieron soltar una leve sonrisa en Changbin.

Felix lo miró de mala manera y Changbin cambió su expresión.

El pequeño Lix había estado algo enojado con él desde que la amiga de Jisung había estado en su casa, al parecer Felix estaba seguro que Changbin la había llevado allí por su cuenta.
Esto le molestó mucho.

Y felix no había dejado que el mayor le explicara la situación.
Simplemente había sacado sus propias conclusiones.

Felix le puso de nuevo la toalla a su hermano y había empezado a secarle el cabello lentamente.
Minho se veía decaído y angustiado.
Felix odiaba verlo así.

— Gracias.

Minho le sonrió a su hermano y se relajó un poco.
Pero la voz de su madre acercándose le hizo abrir los ojos nuevamente.

— Si dejarás esa ridiculez de bailar, en la pizzería te contratarían de tiempo completo, así podrías pagar una verdadera carrera. Y luego serías un hombre exitoso.

—Si, que fácil suena — el sarcasmo de minho hizo enfurecer a su madre.

— Lo es, si te esfuerzas.

— Mamá ya deja de decir siempre lo mismo.
Me estoy esforzando. Lo hago, solo que tu no lo ves.

— ¿Bailando? ¿Haciendo el ridiculo en el parque?

— Soy bueno, pero tu nunca me has visto hacerlo.  Además ganó más de los que me pagarían en la pizzería o en cualquier lugar.

Felix dejó de secar el cabello de su hermano, sintió que el ambiente se estaba poniendo tensó.
Él y Changbin se miraron por un par de segundos, sin estar seguros de que hacer.

— ¿Si ganas tanto porque no te pagas una carrera de verdad? Puedes estudiar derecho o medicina o hasta administración. Pero pagas esa estupidez de academia que no aporta nada a tu futuro...

— No quiero hablar de esto nuevamente contigo mamá, estoy arto.

— Pues entonces lárgate, vete de nuevo con Seo, vete con él a esta vida de libertinaje y decadencia que elegiste. Así ya no tendrás que hablar conmigo nuevamente.