TU DESTINO |MINSUNG|

XIX

Casi había pasado una semana desde que Minho había besado a Jisung, una semana desde que lo había visto por última vez, una semana desde que Jisung había desaparecido nuevamente.

Minho pensó varias veces en ir a su universidad y esperarlo, pero cada vez la que idea pasaba por su mente se encargaba de desecharla, ir a la universidad solo traería más problemas para ambos, y por eso ahora estaba frente a la enorme puerta de la universidad nacional de Seúl.

Porque él siempre tenía terribles ideas.

¿Pero que más podía hacer?
Ya no podía dejar de pensar en Jisung, el quería verlo, moría por verlo. Tal vez Jisung pudiera seguir su vida, pero él ya no podía vivir sin Jisung.

Desde que había dejado de responder su teléfono los días se había vuelto grises, las noches demasiado largas y su mente demasiado fantasiosa.

Y es que el haber probado los labios de Jisung solo le habían causado un gran daño, porque ya no podía dejar de sentir esa sensación de querer hacerlo de nuevo, y se están volviendo loco.

Varios estudiantes salían y entraban, unos
Caminaban en grupo con otros y muchos otros se subían a despampanantes autos, uno de aquellos era Hyunjin. Y Minho lo reconoció. 

El rubio abrió la puerta del conductor de su increíble Ferrari descapotable, el color rojo lo hacía lucir increíblemente costoso, Hyunjin levantó una ceja y se quitó sus lentes de sol cuando reconoció al chico que corría hacia él.

— ¡Que increíble sorpresa! — reaccionó de manera exagerada — No creí verte de nuevo por aquí, la última vez que te vi te
Prohibieron acercarte a esta universidad.

— No soy mucho de obedecer — respondió Minho con simpleza

— Eso veo, definitivamente eres el polo opuesto de Jisung — Hyunjin río entre dientes

— ¿Tu has hablado hoy con Jisung? — peguntó el mayor — e estado algún tiempo aquí y no e visto su auto.

— No vino, lo busque por toda la facultad y no está. No a venido en la última semana y ya comienzo a preocuparme.

— ¿Crees que le haya paso algo?

— No lo se, desde que fue a buscarte no e vuelto a verlo.

Minho se preocupó.
¿Y si su madre lo había descubierto y le había echo algo?

— Necesito ir a su casa ¿sabes donde vive?

Hyunjin lo miró con las cejas levantadas, y negó con la cabeza.

— ¿Crees que te dejarán entrar? Por favor esa casa tiene más seguridad que la del presidente, probablemente su madre ya puso un cartel en la entrada con tu foto y un "prohibido el paso a este chico"

Minho suspiró frustrado.

— Tienes razón. Es inútil...

Hyunjin se sintió mal por el chico tuvo una idea.

— Dame tu número — pidió Hyunjin y Minho lo miró extrañado — Iré a la casa de Jisung, los empleados me conocen desde que era un niño, podré hablar con él y cuando vea la oportunidad te llamaré, así podrás hablar con él.

Los ojos del castaño brillaron.

— ¿Enserio? ¿Harías eso?

— Claro, entonces... ¿como es el número?

🐿️✨

Cuando Jisung bajó a la sala y vio a su mejor amigo en ella se sintió realmente aliviado, nunca había sido tan feliz de ver a Hyunjin, y el rubio no recordaba la última vez que Jisung lo había abrazado de esa manera.