TU DESTINO |MINSUNG|

XXX

El timbre sonó una y otra y otra y otra vez, la persona que estaba frente a puerta no estaba dispuesta a dejar de presionarlo hasta que alguien la abriera.

——Ya voy, Que ya voy. Que es esa manera tan horrible de tocar. ¡Dije que ya voy!. ¿Pero quién rayos eres tú?

Changbin se extrañó de ver al desconocido parado en su puerta con un semblante serio.

—— Vengo por el idiota de Lee Minho.

Changbin chasqueo la lengua y se cruzo de brazos.

Lo observó de arriba abajo.

¡Estaba vestido de Versace de pies a cabeza!

Algún amigo de Han Jisung, seguro.

— ¿Y para que buscas al idiota de Lee Minho?

— Necesito hablar con él, y romperle la cara de paso.

El semblante de Changbin se puso serio y arqueó una ceja.

No le agradó en lo absoluto.

— ¿Y como es el nombre de quién va a golpear a mi amigo?

— Hwan Hyunjin.

Las miradas de los dos chicos empezaron una pequeña lucha que fue interrumpida por el castaño que salía de una habitación con el cabello alborotado y la mirada perdida.

— Tú. Maldito inservible, idiota desalmado.

Minho dirigió rápidamente la mirada a quien lo trababa de esa manera y al reconocerlo sintió el terror apoderarse de su cuerpo.

— ¿Le pasó algo a Jisung? — preguntó con ansiedad.

El rubio entro sin pedir permiso a paso veloz hacia Minho.

— ¿Le pasó algo preguntas? ¿Te parece poco? Le rompiste el corazón, imbécil.

Minho bajo la mirada y se sintió algo aliviado de no escuchar una mala noticia referente a Jisung.

— ¿Porque lo hiciste? — preguntó Hyunjin — Me dijiste que estabas muy enamorado de él, que te gustaba tanto que sentías no podías vivir sin él. Por eso te ayude, por eso te deje hablar con él. ¡Te dije que lo cuidaras y tu simplemente me lo devolviste en pedazos! — el rubio le dió un empujón a Minho que le hizo estrellar contra la pared — ¡Lo destruiste!

— Oye, bájale tres rayitas — Changbin se metió en medio de la conversación — El no tiene la culpa de eso... Si tan solo alguien entendiera...

— Cállate Seo. Hyunjin tiene razón. Es mi culpa.

Hyunjin frunció el ceño y se sintió totalmente enojado.

— ¿Solo dirás eso? ¿Que tienes la culpa?

— ¿Que más puedo decir?

— ¿Porque lo hiciste? ¿Porque dejaste que los Han lo trajeran de vuelta?

— Yo no puedo darle la vida que Jisung merece. Lo intenté, pero no pude.

— Que tonterías dices.

— Te lo voy a plantear así. Si tú vieras que la persona que más amas en el mundo se está haciendo daño y está sufriendo ¿No harías nada?

— ¿A qué te refieres?

— Jisung estaba trabajando en un restaurante, siempre llegaba con quemaduras a casa y cortes en las manos. Llegaba tan cansado que dormía desde el momento que pisaba la almohada. Tuvo que vender su reloj de lujo por menos de un cuarto de lo que valía realmente. Tenia que aplazar su sueño porque nos quedamos sin dinero. Tenía que soportar las humillaciones de muchos clientes. Él... Estaba sufriendo mucho.