XXI

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Minho pudo ver la expresión aterrada que Jisung había puesto al ver al hombre bajar del auto.
Y solo pudo deducir una cosa. Era su padre.

Maldición.

Los ojos temblorosos de Jisung no se despegaban de la ventana y su cuerpo no se movía. No sabía que pasaba por la cabeza del menor.

Minho le tomó la mano y la entrelazó con la suya. Quería darle apoyo, decirle que todo estaría bien.
Aunque él también estaba cagado del susto.

— Lo siento Minho debo irme.

Jisung hizo el ademán de salir pero Minho lo detuvo de la mano que aún sostenía.
El miedo lo atacó, su corazón se detuvo por unos segundos. La idea de que Jisung desaparecería de nuevo lleno su mente y no quería que eso pasara. No de nuevo.

— No, no permitiré que te alejes de mi otra vez. — lo jalo hacia él y Jisung lo miró con tristeza — hablaré con él, hablaré con tu padre. Le diré lo que siento por ti. No permitiré que te alejen de mi.

— ¿Que? — Jisung estaba sorprendido y asustado por lo dicho por el mayor — No conoces a mi padre, él no es fácil.

— No me importa.

Sin dejar que Jisung dijera algo más Minho salió de la casa.
El peli negro proceso las palabras que había salido del chico que le gustaba y una mueca de terror se hizo presente.

Corrió tras el, tenia que detenerlo, pero ya era tarde. Minho había atravesado la puerta y caminaba hacia su padre. Un escalofrío le recorrió el cuerpo y su boca se secó.

Frente a él, Han KangDo estaba de pie, mirándolo con el ceño fruncido.
El hombre derrochaba un Aura oscura, una energía que lograría poner nervioso a cualquiera y Minho ya se estaba arrepintiendo de haber salido de la segura casa de Seo Changbin.

La valentía que había reunido minutos antes lo habían abandonado.

Los guarda espalda del señor Han habían dado unos pasos al frente y habían evitado que Minho se siguiera acercando, la intensa mirada de KangDo se centro en el castaño y una ladina sonrisa se dibujo en su semblante. 

Jisung salió, y se paró junto a Minho, este le dio una mirada de preocupación al pelinegro. 

— Padre — el tono de voz de Jisung había cambiado en un 90% con la que usaba usualmente, luego una reverencia de 90 grados le siguió. 

— Jisung, ¿Qué haces aquí? — el hombre observo el lugar y luego a los chicos junto a el 

— Era el cumpleaños de un amigo.

— ¿olvidaste que no tenias permitido salir?

—  lo lamento padre, no volverá a suceder. 

el hombre bufo al escucharlo y luego chasqueo la lengua. 

— Créeme no volverá a suceder. Es hora de que afrontes las consecuencias. 

el cuerpo de Jisung tembló cuando uno de los guardias agarro su brazo y de manera brusca lo sujeto para guiarlo al vehículo blindado . 

A Minho le recorrieron imágenes de la tristeza en los ojos de jisung, lo triste que se veía cada vez que hablaba de su vida, su mente se nublo e imagino escenarios de lo que le pasaría a Jisung. Y ninguno era bueno.

Es hora de que afrontes las consecuencias

Estas palabras golpearon sus oídos una vez más y sin pensar mucho corrió hacia ellos y soltó el agarre del guardia del brazo del menor. Lo tomó de la mano y lo poso tras su cuerpo, Jisung reacciono cuando el agarre del mayor se apretó en su mano.

TU DESTINO |MINSUNG|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora