¡Miau!

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Sasha baja las escaleras de su casa. Su madre está lavando los trastes y su papá mira su celular confirmado los horarios de despegue y aterrizaje del avión. Nadie habla y eso es un poco incómodo. Poco después suben y comienzan los preparativos del viaje. Su madre cuida cada uno de los detalles... tres veces. Los pases de abordar, sí, están bien, déjalos en la mesa de la cocina. ¿Llevo mi medicamento? ¿Sí? No, no, mejor déjame ver de nuevo. Sí, sí, aquí está. ¿Llevas los cargadores de celular? ¿Y el mío? ¿Por qué todo lo tengo que hacer yo sola?

Las seis horas transcurren rápidamente. Sasha checa cada pocos minutos que SP-1071 siga dormido. Vaya que duerme largo y tendido ese gato.

La bocina del taxi amarillo con blanco suena y su madre corre de un lado a otro. Coge los pases de abordar y se despide de Sasha después de recitarle las cosas prohibidas y las permitidas... por cuarta vez. Su padre se remite a darle un beso en la frente  y decirle que se cuide y que no pierda la tarjeta de crédito.

Los mira irse desde el umbral de su puerta. Aun en pijama se despide con la mano mientras el taxi sale del fraccionamiento. El vigilante cierra la puerta detrás de él.

-¿De quién nos despedimos?-pregunta SP agitando la mano cubierta por la sudadera a un lado de Sasha.

-¡¿A qué hora te despertaste?!-pregunta espantado.

-Hace rato, pero encontré un cristal en tu closet y tenía un botón y lo apreté y el cristal se puso de colores y le volví a apretar y yo tenía que tirar a unos cochinitos verdes con unos pájaros de colores y luego apreté de nuevo el botón y pude dibujar con mis dedos.

-¿Agarraste mi iPad?

-Perdón-dice SP agachando la cabeza-. No estoy acostumbrado a no agarrar cosas. Nunca había estado fuera de casa y, y, y perdón por portarme mal.

-No te portas mal, sólo...-dice Sasha y se percata que cualquier vecino puede ver a SP que, aunque tiene la gorra echada, su cola se mueve detrás-. ¡Entra!

-¡Entro!-SP da un saltito del escalón de la puerta hacia adentro de la casa. Unos quince centímetros. Sonríe ampliamente.

Sasha cierra la puerta y se queda mirando a SP. Ahora que están sólo y a salvo –técnicamente-, ¿Qué puede hacer? ¿Llamar a la policía? Ya es muy tarde para eso.

-¿Qué quieres hacer?-pregunta Sasha.

-¿De qué o qué?-pregunta a su vez SP.

-Pues no sé, ¿qué hacías en tu casa?

-Uy, muchas cosas. Pintaba con los dedos, jugaba con papá, me escondía de la mujer mala, escuchaba melodías...

-¿Cuál mujer mala?

SP cruza las piernas y baja la mirada.

-De la mujer mala. Es una mujer que no me quiere. Dice que soy un esprimento fallido.

-¿Un qué?

-Un esprimento fallido.

Sasha piensa corregirlo diciéndole que se dice "experimento fallido", pero cree que no es lo mejor porque conociendo a SP en el poco tiempo que lleva, este preguntaría con su vocecilla ¿Qué es un experimento fallido? Y duda que tenga el corazón de decirle que significa.

-Es una mujer mala, mala muy mala. Un día yo estaba dormido en mi camita, porque antes no tenía mi caja, y estaba soñando que nadaba en una piscina grande y está muy bonito porque hacía calor pero el agua estaba fría y yo nadaba y no tenía que salir a respirar porque podía respirar bajo el agua-relata SP-, y entonces siento un dolor en el brazo muy fuerte, como si me pellizcaran muy duro y abrí los ojos y la señora mala me estaba sacando algo rojo del brazo con una jeringa.

-¿Te estaba sacando sangre?

-Si es la cosa roja que sale del brazo, sí. Y me dolió mucho y entonces la mordí, pero fue sin querer.

-¿La mordiste?

-Sí y ella gritó y me espante y la solté y de su bolsillo saco un paquete negro y me lo puso en el cuello. Estaba frío pero apretó un botón y entonces sonó bsssss, como si fuera un insecto de esos que pican y sentí cosquillas, pero cosquillas malas porque venían de adentro de mi cuerpo y me recorrían todo el cuerpo y me ardía. Y ella no dejaba de apretarlo y yo...

-¿Tú... qué?-Sasha se ha sentado en el brazo del sillón mirando a SP con intriga y cierta tristeza. ¿Por qué alguien le diría experimento fallido y lo electrocutaría? ¿Qué planeaban hacer en primer lugar?

-Yo me puse a llorar, ¡pero porque dolía mucho! Y después fue como si hubiera comido mucho porque me quedé dormido. Luego papá vino y me dijo que si estaba bien y le dije que sí. Y después la señora mala nunca volvió a aparecer-hace una pausa y se quita la gorra para rascarse una oreja-. Pero a veces sueño con ella y eso me da miedo. Son quesadillas.

Pesadillas-piensa Sasha, pero no lo corrige.

-¿Dónde sentiste el dolor?

-Aquí-SP señala el cuello, justo debajo de la mandíbula y ahí está, inconfundible una quemadura. Dos puntitos oscurecidos por la cauterización de la piel.

-¿Ya no te duele?

-No, al inicio sí, y me daban ganas de llorar pero me aguanté.

-Eso es bueno...-Sasha quiere dejar ese tema por ahora. Es demasiado que asimilar-. ¿Quieres entonces escuchar... melodías?

-¿Tienes?-pregunta SP con un brillo en los ojos-, sí, sí por favor.

Suben al cuarto de Sasha y él enciende la computadora. SP da saltitos y la señala con el dedo.

-¡Podemos buscar a papá ahí! Él tiene una de estas cosas y cuando busca algo, la prende y aprieta unos botones y sale lo que busca. ¿Puedes buscarlo ahí, Sasha? Por favor.

Sasha se pregunta como lo había pensado antes. Puede buscar al padre de SP en Google y si no aparece nada puede hacerlo en la página de cédulas profesionales. Si es científico, ahí tiene que estar por lo menos el nombre de la escuela donde estudió y en casos así es mejor tener una pequeña pista a no tener ninguna.

-Sí, sí, es una buena idea, SP-dice y le acaricia el cabello-. ¿Cómo se llama tu papá?

-Papá.

-Sí, él, ¿cómo se llama?

-Papá.

Por eso no lo había hecho antes. No saber qué es un nombre es una gran limitante en la vida.

-Bueno, no creo que aparezca algo poniendo sólo "papá".

-Oh, bueno-dice SP un poco acongojado. Se sienta en la cama  pone sus mejillas sobre sus brazos.

-Si quieres puedo ponerte melodías mientras tomo una ducha.

-Sí, por favor. Las melodías me gustan, pero las duchas no.

-Está bien, hoy no te ducharás.

-¡YES!

Sasha pone la lista de reproducción de su Spotify y se mete a bañar. Tiene de todo, Rock & Roll, R&B, Jazz, Rave... una debe agradarle a SP-1071. Desde la ducha en el baño del pasillo escucha sus bocinas. Se pregunta qué hará con ese chico durante el periodo de escuela el lunes, que hará cuando necesite a su padre en serio, que hará cuando termine de ducharse. Respira hondamente y decide que dejara que las cosas se solucionen solas. Solo llego SP, solo debe resolverse.

Sale del baño con la tolla recogida en la cintura. Camina del pasillo hacia su cuarto y ve el interior de su cuarto.

SP escucha Welcome to the Club y al compás del beat agita sus bracitos de arriba abajo. Sacude la cabeza con los ojos cerrados y mueve su cola de un lado a otro, al lado contrario de su cadera. Cuando llega el coro, él lo acompaña.

-Buelcom tu de clob, miau, oh, oh, oh-ha cambiado el "now" por un miau demasiado real que a Sasha se le enchina la piel al escucharlo. Se da cuenta de que esto es real, que alguien ha experimentado con un chico de trece años y que esté ahora es mitad gato.

Pero por el momento se siente feliz viéndolo bailar, sacudiendo las manos y moviendo la cabeza. No sabe lo que es la tristeza, lo que es la vergüenza, el rencor, y es mejor así.

Eso es parte de su encanto.

De Felinos y Hombres Donde viven las historias. Descúbrelo ahora