Colmillos de gato.

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Caminando en la oscuridad regresan Sasha y SP. Un policía del City Market lo ha visto y les ha preguntado si todo está bien.

-No-ha dicho SP sin dejar de llorar-. Papá está muerto.

El policía se queda con los ojos abiertos sin saber qué hacer. Ha mirado a Sasha y este le ha movido los labios diciendo "Yo me encargo". Ahora caminan de regreso a casa sin hablar, sintiendo que el mundo se abre bajo sus pies, que las farolas no alumbran la calle, que las estrellas no brillan.

Entran al fraccionamiento y después a la casa. SP sube corriendo las escaleras tratando de ahogar sus gimoteos. Sasha sube tras él y lo encuentra dentro de su fuerte de cartón. Escucha cómo llora y decide que lo mejor es no molestarlo, por lo menos durante esa noche. Desarma el cuartel de cobijas y guarda las cosas. Afuera el viento sopla más fuerte, más frío, en algún lugar de la colina cae un rayo que ilumina el mundo por un segundo. No se escucha el relámpago.

Sasha saca los dulces y la comida que han comprado en el supermercado y ahora no sabe qué hacer con ella. Decide guardarla en la alacena y esperar a que las cosas tomen un rumbo. Siente resecos los ojos por llorar y un poco de sueño.

Pero por lo menos tiene algo que hacer.

Deja a SP en la privacidad de su cuarto y entra a internet desde su celular. Busca en el buscador a 'Doctor Kaufman' y se despliegan unas cuantas páginas interesantes. Entra a la primera y lee una pequeña biografía que no le dice mucho. Después entra a una nota antigua en un periódico de poca monta y comienza a leer.

"... uno de las principales cabezas fundadoras en la empresa FarmaFox. Se ha especializado en materia genética trabajando con diferentes agencias gubernamentales alrededor del globo. Su último paradero seguro fue Inglaterra en el M16. Se desconoce su paradero. Tiene ficha roja de interpol por realizar experimentos fuera de los parámetros morales que rige a la comunidad científica. Su subordinada, Pilar Bryon, también es buscada por dependencias policiacas internacionales."

Abajo se despliega una foto de ambos científicos. El doctor Kaufman con la barba crecida pero con más cabello. Es una foto antigua. Pilar por otra parte tiene aspecto de bruja, su nariz aguileña y su cabello es quebradizo y maltrecho. Sasha se pregunta si ella es la "señora mala" que electrocutó a SP con la taser. Apuesta su vida a que sí.

Así que su papá es un científico... poco ortodoxo.-piensa Sasha. No quiere decir la palabra loco-. Pero eso no cambia el hecho de que amaba a SP-1071 cómo a un hijo. Lo cuido por cuanto ¿trece años? Y por lo que dice SP lo hizo muy bien. Pero, ¿por qué aquí? ¿Por qué México? Pudo haberlo hecho en otro país más inclinado a este tipo de cosas.

-Quizás-susurra a la cocina vacía-, quizás porque sería el último lugar dónde la interpol buscaría.

La mayoría de los países hacen sus negocios poco legales en países "secundarios" para evitar los ojos indiscretos. FarmaFox tiene fama de ser una empresa poco convencional. Ha tenido varias demandas en países como Italia y Alemania por tratar con productos inestables. Se adjudicaron la cura contra el Parkinson hasta que, dos años después, sus pacientes comenzaron no sólo a temblar, sino a convulsionarse violentamente. Habían descubierto la manera de que el crudo de petróleo fuera mucho más fácil de refinar, pero a costa de unos mil kilómetros cuadrados de aguas oceánicas internacionales contaminadas por derrames petroleros.

Así que ahora usan a México cómo jardín trasero-se dice Sasha mirando fijamente al tostador-. Somos su lugar de trabajo porque aquí nunca pasa nada.

Se dice que esas teorías conspirativas y la muerte del papá de SP son demasiado por una noche. Sacude la cabeza y se levanta. Está a punto de apagar la luz cuando se recuerda que SP no ha comido casi nada ese día. De algún modo se siente responsable por ese tierno chico-gato.

Prepara un sándwich de atuncito y otro de salmoncito y sirve leche en un cuenco de cereal. Sube las escaleras y entra al cuarto en silencio y en penumbra.

-¿SP?-pregunta a la oscuridad.

Abre el closet y escucha la respiración acompasada del sueño proveniente de la caja... perdón, del fuerte anti-alienígena. Deja las cosas sobre el escritorio y decide que lo mejor es dejarlo dormir.

Se pone el pijama cómo puede en medio de la noche y se mete en las cobijas. Él también está cansado.

**

Un trueno despierta a Sasha en medio de la habitación iluminada por una luz azulada intermitente. Afuera, aunque no llueve, sopla el viento de manera violenta haciendo la habitación más fría que de costumbre.

Sasha trata de volverse a dormir, pero no lo logra. Se pregunta si SP-1071 tiene frío y se acerca a su caja para averiguarlo. El chico-gato está temblado en su cajita. Sus colmillitos tiritan y se abraza con las manos en torso cubierto por la sudadera negra. Tiene las piernas pegadas al pecho.

Sasha sin dudarlo un segundo, lo levanta y lo mete a su cama. Le pone las cobijas encima y sale de la habitación. Entra en la cocina y busca entre las bolsas el peluche de gato de SP.

¡Soy yo! Escucha con una voz feliz en su cabeza.

-Sí, eres tú.

Lo encuentra sobre la encimera. Es un peluche lindo. Los ojitos del gato son cafés y su cuerpo negro con excepción del abdomen y las patas que son blancas. Lo mete al microondas treinta segundos y lo saca. Está tibio.

Sube de nuevo y entra a su cuarto. Le pone el peluche a un lado a SP y lo vuelve a tapar. Enciende su computadora y la pantalla blanca lo lamparea por unos segundos haciéndolo temer que le dará cáncer de cornea o que ahora tiene menos dieciséis dioptrías. Cuando baja la intensidad de la pantalla busca la carpeta de música y selecciona 'Música Clásica'.

Pone la canción Für Elise.

Se sienta en su silla y se cubre con una manta del closet. SP sujeta al gatito contra su pecho y su cara es mucho más tranquila ahora. Sus colmillitos se asoman y eso le hace sentir tibieza en el pecho a Sasha. SP se acomoda contra las almohadas y Sasha escucha claramente que susurra:

-papá... te quiero... para siempre-siem...-se interrumpe en un ronquido la oración.

Al parecer SP-1071 también ronca.

Sasha se queda dormido en la silla con una lágrima en las pestañas y los puños apretados sin saber que el padre s SP-1071, el doctor Kaufman le ponía esa misma composición a su hijo para dormir.

La misma que se escuchaba la noche en que fue asesinado a manos de Jules en periférico. 

De Felinos y Hombres Donde viven las historias. Descúbrelo ahora