De Felinos y Hombres

Pilar.

Sasha camina por los pasillos, entra por tercera vez al cuarto sabiendo que SP no está ahí. Busca en el baño y debajo de la cama llamándolo. Mira detrás de la cortina del baño pero no está ahí. Quiere llorar de la pena y el miedo pero lo contiene. Baja a recepción y pregunta si han visto a su hermanito, pero dicen que no. Le pregunta al oficial de la entrada quien le dice que no. Nadie ha visto nada. Nada de nada.

Entonces sale a la calle y recorre la calle gritando "¡SP, ven! ¡SP, contesta" pero sólo contesta su eco.

Las calles están desiertas y eso hace que se sienta solo en el mundo. La calle de Madero está desierta y las cortinas de los negocios están abajo. No hay absolutamente nadie.

-¡SP, SP, ven por favor!-grita, sintiéndose un niño pequeño de nuevo queriendo que su mamá resuelva las cosas por él. Pero su mamá está a mil kilómetros de ahí y él está solo.

Camina por todo Madero hasta llegar al edificio del Banco de México dónde un policía mira la calle sin automóviles.

-Perdone, oficial...

-¿Qué sucede, joven?

-He... he perdido a mi hermanito y no sé dónde está-comienza a decir con la nariz congestionada y las manos temblando-, veíamos el desfile y ya no está.

La cara del oficial se torna seria y posa su mano sobre el radio mientras escucha a Sasha describir a su hermanito.

-Voy a lanzar una alerta a otras unidades, hay muchos filtros por el desfile. Lo vamos a encontrar, joven, no se angustie-tomando el radio comienza a decir-: aquí seis dos, seis dos, central.

-Central, ¿qué pasa, Juárez?-dice el radio.

-Tengo un niño perdido en las inmediaciones de madero y Bellas Artes, alerta a todas las unidades por un chico de cabello negro, gorra del hombre araña y playera con un gato estampado. ¿Me copiaste?

-Sí, playera de gato y cabello negro con gorra, ¿edad?

-¿edad?-pregunta a su vez Juárez a Sasha.

-Trece años.

-Trece años-asegura el oficial al radio.

-Lo tengo, Juárez-el radio guarda silencio un rato mientras que Sasha piensa que por cada segundo que pasa SP se aleja más de él y se pierde más en una mole de ciudad-. Listo, unidades alertadas. Te tendré noticias si encontramos a alguien.

-Listo, joven-dice Juárez-. ¿Quiere ir a la delegación para levantar un acta formal?

-No sé... no sé qué hacer, nunca me había sucedido algo así.

-¿Dónde están sus papás?

-De viaje.

-¿Eres mayor de edad?

-Tengo dieciocho, sí.

-Entonces mi opinión es que levantes un acta. Sé que parece que no ayuda mucho, pero sí lo hace, además...-guarda su radio y tuerce los labios-, es mejor que estar aquí pensando en mil cosas.

-Supongo que sí, pero ¿lo van a encontrar?

-Seguro, encontramos al noventa y cinco por ciento de las personas que se pierden.

Súbitamente noventa y cinco es un porcentaje muy bajo para Sasha. SP cabe en todos lados, incluso en ese cinco por ciento.

-Entonces vamos a la delegación-contesta. Juárez saca de nuevo su radio y llama a una patrulla.

-No te angusties, chavo. Sé que es horrible, a mí se me perdió mi sobrina una vez, entiendo lo que sientes.

"Usted no entiende nada-piensa Sasha mientras asiente".