Capítulo 14

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Emil

Tuve que darle todos los detalles a mamá del porqué necesito ese dinero. Como está de viaje, hicimos una videollamada que nos tomó varias horas. Al final, dijo que el lunes podría retirarlo y me pidió que no me metiera en problemas con ese hombre.

La realidad es que no quiero ninguna situación, solo pagarle para que Leah no esté atada a él y la deje en paz.

Suspiro profundo al pensar en ella. A veces no puedo creer que esté en mi vida de nuevo, aunque no como quisiera. Pese a eso, debo reconocer que me hace sentir bien la cercanía que tuvimos ayer.

Es innegable que aún tenemos cierta química y ella se preocupa por mí. Eso, por ahora, me es suficiente. Tengo la esperanza de que paso a paso avanzaremos en lo que sentimos.

El sonido que proviene de la puerta me hace maldecir en voz baja. Me cubro la cara con la manta y me acuesto boca abajo, ignorando a quien sea que haya venido.

Apenas son las ocho de la mañana, aún es muy temprano para levantarme un sábado. Necesito descansar. La manera en se escucha el timbre, constante y armoniosa, me da una idea de quién es la persona que llama.

Un bostezo largo sale de lo más profundo de mi ser cuando me levanto. Descalzo, semidesnudo y con los ojos entreabiertos camino hacia la puerta.

Susan se abalanza sobre mí al segundo en que abro, dejando caer las bolsas que llevaba en las manos.

—No sabes cuánto te extraño, flaco.

—¿Qué haces aquí tan temprano? —pregunto cortante, pero ella ni se inmuta.

—Ay, Emil, yo también estoy feliz de verte.

Susan camina en círculos mientras recorre con la vista cada rincón de la pieza.

—No está nada mal —prosigue con esa alegría que la caracteriza.

—Aún ni me he lavado los dientes...

—Ve a darte una ducha que yo te espero aquí —dice, entrando a la cocina—. ¿Tienes comida? Prepararé el desayuno de ambos.

No le contesto porque ya ha empezado a rebuscar en los armarios y el refrigerador. Recojo las cosas que dejó en el piso y las pongo sobre el sofá antes de dirigirme al cuarto.

Su presencia no evita que tome una larga ducha. Me visto con algo cómodo, una camiseta sin mangas y pantalones de deportes, después salgo a su encuentro.

Eres tú 2 © [Saga Tú: Libro 4] (Completa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora