Capítulo 12. Trellas

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Pov Benito

-Hola Benito, ¿como te encuentras?- dijo Kendall volteándose a mirarme. Su sonrisa se hizo más grande al verme. -¡No puedes imaginar lo que me alegra que hayas venido!- dijo haciéndome un gesto para que me acercara a donde ella estaba. -A ver, ¿cómo te va con tu caballito de cartón?- preguntó a modo de broma.

-Qué graciosa Keni, pero para tu información sé más de caballos que tú- le dije dije acercándome hasta donde estaba ella

-¿De verdad? En ese caso debes saber que este caballito se llama "Percheron", ¿verdad?- dijo en voz baja mientras señalaba el caballo y aguardaba mi respuesta. Estaba segura de que no lo sabía. ¿Estaba en lo correcto?

-¿Me vas a hacer un examen de caballos?- le dije

-Jaja, sí. Y veremos quién es más caballista- me dijo al tiempo que empezaba a reírse. Luego se le iluminó la cara y me dijo -Mira, sé unas cosas, así que te voy a hacer una pregunta. ¿Sabes qué es una pata de potrillo?- preguntó sonriendo con una expresión de desafío

-Me citaste aquí para preguntarme sobre patas de potrillos Kendall?- la miré

-Jaja, no me desvíes del tema, Benito. Sé que quieres responder esa pregunta. Vamos, pruébame que sabes algo de caballos- dijo Kendall con la mano en la cadera mientras me señalaba

-Hazme otra pregunta menos boba- dije imitando su gesto al poner mi mano en la cadera

-Muy bien, listo. Sé que sabes qué se le llama al movimiento de un caballo al caminar a paso lento, pero quiero que me lo digas en inglés- dijo con una sonrisa burlona y esperando con curiosidad mi respuesta

-En inglés?- le pregunté confundido- ¿eso que tiene que ver con los caballos?- le pregunté

-Todo, Benito. Es un término de equitación que usan los jinetes. ¿Sabes qué se le llama?- insistió a modo de reto. Yo me quedé mirándola sin poder responderle. Sonrió triunfante y volvió a decir -Eso, exactamente, el paso llamado "amble"- dijo Kendall con un tono de voz superior

-Debiste decirme que tenía que tomar clases de equitación para venir a TU casa de campo-

-No te preocupes Benito, no te pedí un doctorado en equitación, solo que hayas aprendido algo o leído algo de caballos. Tienes mucha información por recorrer todavía- dijo Kendall burlándose. Luego se rió y me dio un abrazo. -No te enojes Benito, siempre soy así de bromista- me dijo mientras me soltaba del abrazo

-Puede que no sepa sobre tus términos raros pero soy mejor jinete que tú- le dije a manera de reto

-¡Eso es una afirmación muy seria! No serás mejor jinete que yo, Benito. Vamos a hacer un reto- dijo Kendall sonriendo maliciosamente y bajando su voz

-lanzalo mami- dije mientras hacía el gesto con mis manos de estar listo

-¿Unas carreritas?- preguntó Kendall mirándome desafiante. Yo le sonreí y asentí con la cabeza. Ella se subió a su yegua y yo me subí a otro caballo y comenzamos la ronda de carreritas

Corrimos por la pista a una velocidad de 30 km/h, Kendall tenía mucha experiencia de carreras, pero yo también tenía una muy buena técnica. No sabíamos cuál sería el resultado. Luego de unos minutos, ella decidió acelerar, y yo lo mismo. El aire pasaba veloz sobre nuestras cabezas, y todo era una experiencia inolvidable

Estaba viviendo un sueño, estar en un establo, una casa de campo, esto era lo que quería en la vida y me sentía feliz, Kendall estaba cumpliendo uno de mis sueños sin saberlo y yo me sentía como un niño disfrutando cada instante.

Estando ahí arriba del caballo viendo a Kendall domar al suyo y ver cómo le sacudía el aire los pocos cabellos que tenía sueltos debajo de la gorra hacia que la viera cada vez más bonita. Mientras le observaba, empecé a sentir una cosa extraña, no era admiración, era algo más profundo. No sabía lo que sentía, pero se sentía lindo. Me distraje mientras pensaba en eso, y sentí una presión en mi espalda, deje de mirar a Kendall y sentí que mi caballo se torcía hacia un costado. Así que trate de comenzar a controlarlo. Afortunadamente, no pasó a mayores, luego de ese momento tan shockeante, Kendall y yo nos dirigimos a la casa, hicimos una pequeña sesión de carreritas para ver quién llegaba primero a la casa pero esta vez corriendo, entramos riéndonos

The FalsehoodDonde viven las historias. Descúbrelo ahora