Capitulo 18. It's A Light Over Me

291 22 0
                                    

Pov Kendall

Sí, le había dicho a Benito que lo quería. ¿Por qué?. No tenía idea. Pero las últimas horas a su lado habían sido tan increíbles. Desde el momento en que lo recogí hasta estos momentos, no me había sentido tan bien como lo había sentido con Benito. Había algo en él, una magia o una gran energía que la hacía sentir como una persona mejor. Todo eso sin siquiera hacer nada. Y a pesar de que le había dicho que lo queria, sabía que no tenía la menor idea de lo que sentía.

Mientras Benito me miraba en shock como tratando de asimilar mis palabras, mi teléfono volvió a sonar. Era mi madre. Me disculpe con Benito con una seña, no sin antes hacer que él se sujetará la bolsa de hielo en el ojo mientras yo contestaba

La voz de mi madre parecía seria y desagradable. Lo cierto era que jamás la había escuchado tan enojada. La razón: no había llegado a dormir con ella y mis hermanas a la habitación compartida. Escuchaba sus gritos decirme que me quería en menos de 1 hora con ellas para regresar a los ángeles lo más pronto posible. Yo me negaba completamente. Estaba harta de a mis 27 años no poder tomar mis propias decisiones

Me di cuenta de que mi madre no me veía como una persona independiente, sino más como una niña. Estaba harta de que no me dejara disfrutar mis propias experiencias. A pesar de todo, sabía que debía comprender que eso venía de un amor y preocupación, no?.

-Madre por dios basta, estoy con Benito y su equipo de trabajo, estoy bien- le dije. Pero ella se rehusaba a escuchar razones- No voy a regresar si te pones así de histérica. Tus chantajes no funcionan conmigo- comencé a levantar la voz

Mi madre se enojo aún más, comenzó a decirme que no me conocía, que me había convertido en alguien distinto y que no era capaz de tomar decisiones. Me di cuenta de que ya no podía regresar incluso si quisiera. Mi madre parecía no comprender que yo había cambiado y que ya no era la niña que quería proteger de todo.

Haber estado las últimas horas con Benito me había hecho reflexionar de cosas y sentía que necesitaba un respiro de mi vida y de todo, para descubrirme a mí misma. Escuchaba a mi madre gritar y decía ignorar cada una de sus amenazas, quizá ya era momento de comenzar a hacer mi propio camino, aunque no estaba lista y era una decisión que me daba mucho miedo

-Kendall te advierto que si no te veo en media hora yo...-

-Nos vemos en los Ángeles en estos días madre- dije interrumpiendola y colgando la llamada. Unas lágrimas se formaron en mi rostro ya que discutir con ella era algo que me dolía en el fondo

-¿Estás bien?- escuché a Benito preguntarme parado desde el margen de la puerta de la cocina

Yo le miraba, estaba tratando de decidir si decir la verdad o mentir, y decidí decir la verdad. No merecía a Benito mintiéndole. Le di una mirada seria y le dije:

-No. No lo estoy- dije suspirando y tratando de recuperar un poco de calma- No estoy bien, Benito. Siento que todo está al borde del desastre

Entonces las lágrimas brotaron por mis ojos sin control alguno. Sentía que estaba llorando lo que no había llorado en mucho tiempo. Yo era una persona que aparentaba ser seria y fuerte, que nada le afectaba pero cuando todo se me venía abajo me descontrolaba terriblemente. Y este era uno de esos momentos. Benito se acercó a abrazarme y yo me aferre a él llorando como una niña de 5 años

Benito no habló, solamente me abrazó mientras yo lloraba en sus brazos. Me sentí tan agradecida por tener a alguien como él en mi vida. A alguien que me daba la confianza para dejarme ir así.

Me dolía la situación de Fai. Era mi mejor amigo y nunca quise tratarlo así pero había veces que no entendía su actitud. Entendía que quisiera protegerme pero no tenía porqué irse a los extremos. Mi madre era el mismo caso. Era como si todo mundo toda su vida quisiera ponerme en una burbuja de cristal y "evitarme" el dolor, sin darse cuenta que con sus actitudes me causaban más dolor. Poco a poco me iba quedando sin lagrimas, y sentía mi cuerpo sacudirse únicamente por los espasmos que te quedan después de llorar demasiado

The FalsehoodDonde viven las historias. Descúbrelo ahora