Capitulo 41. Gracias por nada.

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Recoge tus cosas y no dejes nada
Gracias por nada, gracias por nada
Ya no hay pa ti, ni bicho ni prada
Yo sé lo que hiciste una hijueputada
Tú vete tranquila, no me debes nada

-Fragmento de "Gracias por nada" (Bad Bunny)

Pov Benito

Ella estaba tan mareada que me dijo que no podía lavarse la cara sola. Así que le ayudé con una toalla mojada, le limpié la boca, la cara y la nuca mientras ella se sentaba en una silla que estaba dentro del baño.

Emily enjuago su boca y nuevamente se apoyó en mí. Salimos del baño como pudimos y caminamos hasta el auto donde su chófer estaba. Las luces de los autos hacían que yo me mareara más pero trataba de contenerme porque Emily necesitaba de mi ayuda. Logré subirla al auto y recortarla en el asiento

-Dios mio Benito, no puedo llegar a mi casa en este estado, si mi madre me ve me mata- contestó Emily asustada

-Tranquila, puedes quedarte en mi departamento esta noche, Kendall dejo la habitación desocupada así que está bien- dije tratando de calmarla. Ella se tumbó y se quedó dormida.

Después de 20 minutos llegamos a mi departamento. Me acerqué a Emily y traté de despertarla, pero era inútil se había quedado completamente dormida. Tuve que ayudarla a levantarse y caminar hasta la que era la habitación de Kendall. Era muy complicado, pero logramos llegar y entre los dos la coloque en la cama. Ella estaba tan cansada que se quedó dormida en un momento.

Me tire en la cama a su lado. La cabeza me daba vueltas y necesitaba un momento acostarme en lo que la habitación dejaba de girar. Intenté cerrar los ojos con la esperanza de que la sensación pasara, pero había bebido demasiado que todo seguían girando.

Mientras tenía los ojos cerrados sentí unos brazos rodearme la cintura. Abrí los ojos y vi a Emily acomodándose mientras me abrazaba aún con los ojos cerrados.

Tenía una gran confusión, por un lado me sentía halagado de que Emily se acercara a mí y me buscara en ese momento, pero por otro lado, estaba enamorado de Kendall. Y aunque no estábamos en una relación, sentía que estaba siendo infiel. No sabía qué hacer. Traté de apartarla, pero su abrazo se volvió más fuerte.

-Emily, Emily- comencé a surrar para despertarla pero seguían sin abrir los ojos. Así que con mucho cuidado moví uno de mis brazos fuera de su alcance y le toque la cara provocando que despertara- Despierta- le dije

Sus ojos se abrieron y lo primero que hizo fue apartarse de mi y levantarse. Se sentó en la cama, me miró por una décima de segundo y se acercó a mí gateando en la cama muy seductoramente. Yo me desconcerté de lo que Emily estaba haciendo pero tenía que admitir que era una mujer muy guapa y que podía poner nervioso a cualquiera, en este caso a mí.

Emily comenzó a acercarse poniendo su cara enfrente de la mía, podía sentir su respiración cerca de mi boca pero yo era incapaz de hacer algo al respecto y continuaba viéndola asombrado únicamente hasta que finalmente sentí sus labios sobre los míos. Quizá era el alcohol en la sangre de ambos, quizá mi despecho o quizá solo estaba muy exitado por lo rica que Emily estaba y por la ropa que traía puesta, sea por lo que fuese, yo le segui el juego y me dejé besar

-Benito, lo siento- me dijo después de apartar su rostro de mi cara- Me he portado mal contigo. No sé qué me pasa, soy una mujer horrible y no entiendo por qué...-

-Shh- dije poniendo mi dedo en sus labios para hacerla callar- no pidas disculpas- le dije y volví a acercar su rostro al mio para volverla a besar

Ella no se resistió, está vez parecía más decidida y confiada. Seguíamos con nuestros labios juntos, en silencio cuando de pronto el beso comenzó a incrementar la temperatura, el beso paso de ser un beso normal a uno más apasionado. Emily mordió mis labios lentamente en medio del beso

The FalsehoodDonde viven las historias. Descúbrelo ahora