Capítulo 38. El telón se cae.

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Pov Benito

Me metí en mi coche y comencé a manejar. No sabía adónde ir y comencé a conducir sin rumbo. Estaba disgustado, triste, molesto, lastimado. Sabía que estaba pasando por demasiados sentimientos a la vez. Sentía desprecio, rabia, frustración y tristeza.

La única persona de confianza con la que acudía a hablar de estos temas y que me podía calmar era Bernie, mi hermano, pero como recordarán... él y yo estábamos mal desde el show que hice en baby shower. Eso solo alimentaba de nuevo mi sentimiento de frustración.

Me sentía solo, dolido y muy molesto. Sabía que estos eran sentimientos que no me gustaba sentir, que odiaba sentirlos y no quería atravesar por ellos. Así que hice lo que mis impulsos decían que era lo correcto pero que en el fondo sabía que era muy estúpido. Me fui al bar más cercano que hubiera en el camino. Entré al bar con la intención de tomar un par de cervezas, bajar los humos, volver a casa y esperar a que el tiempo curara mis heridas. Me senté en la barra y pedí una botella de cerveza.

Afortunadamente, el bar al que había entrado era uno muy cerca del vecindario, entonces no era necesario cubrirse o disimular porque todos ahí era millonarios o famosos, así que no había que tener miedo de fotos o fans locos queriendo acercarse a mí. El bar estaba casi vacío y no había gente más que un par de personas, yo y el barman. Me sentía un poco mejor y decidí pedir una segunda cerveza y dejar pasar el tiempo. Mientras me tomaba la cerveza, comencé a pensar en Kendall y recordé lo bien que la había conocido. Pensé en todo lo bueno que había sido...

Pero el recuerdo de Devin y de todo el estrés de la semana por ese tema era mucho más grande. Mi teléfono comenzaba a sonar con llamadas de Kendall, llamadas que decidí ignorar. Mientras me tomaba mi segunda cerveza, comencé a sentir cómo la molestia se transformaba en frustración y después en tristeza y no pude evitar comenzar a llorar. Pensé en todas los momentos buenos con Kendall y en como había perdido lo que sentía por ella y  estaba consciente muy ennel fondo de lo mucho que le había herido.

-¿Benito?- escuche derrepente a mis espaldas- ¿Qué haces aquí?- mire a ver para encontrarme con Emily mirándome, al ver mi cara creo que supo que no estaba nada bien- ¿Está todo bien? ¿Qué tienes?- dijo sentándose a mi lado

No sabía qué decirle. Sentía la presión de decirle la verdad, pero no quería contarle todo lo que me pasaba. No quería ser una carga o una pena para ella. Así que me encogí de hombros y me limpié las lágrimas con una servilleta.

-¿Quieres una cerveza?- preguntó Emily

-No lo sé- le contesté apenas

-Veo que algo te duele, puedes contármelo si quieres- dijo al ver mi rostro, había pocas veces que había visto a Emily ser tan seria. Ella era siempre una alegría, pero en ese momento era como si una mamá estuviera preocupada por uno de sus hijos

Sin embargo, no sabía si contarle mis problemas de pareja a una casi extraña que apenas había visto 3 veces en mi vida... a menos que esa extraña haya aparecido en las 3 ocasiones cuando estoy peleado con Kendall...

-Es Kendall nuevamente- le dije suspirando. Ella me dirigió una media sonrisa

-¿Qué sucedió ahora?- me preguntó

Respiré profundamente y traté de reunir mis pensamientos. Me tomaron unos minutos, pero le conté todo lo que había pasado en esos últimos meses. Le conté todo lo bien que había empezado con Kendall, lo mucho que me había hecho sentir. Le conté también como todo se había vuelto tan difícil y como me sentía.

Y finalmente acabe contándole sobre Devin y lo que había sucedido momentos antes

-No quiero minimizar tus sentimientos Benito pero creo que estas exagerando un poco- dijo mirándome. Yo había seguido tomando cerveza tras cerveza mientras hablaba con ella y en ese momento me encontraba tomándome un shot de vodka

The FalsehoodDonde viven las historias. Descúbrelo ahora