La muchacha pecosa

Rompe Craneos

Hola querida.....

Ese fue el susurro que escucho Sara Leagan cuando despertó de golpe en aquel cuarto de la mansión Leagan en medio del pueblo, y en medio de una oscuridad inevitable debido a la hora y la luna, su esposo estaba ahí, de pie ... Sintió pronto, un miedo incontrolable y cubrió su cuerpo como si de un desconocido se tratara. Sara estaba en shock Ese susurro que escucho en sus sueños, era real, ¿pero como? Hubiese escuchado la puerta crujir como escucha desde hace días los llantos a todas horas de los bebés de la señora recién casada del lado

Sara no acostumbraba a esa vida ruidosa y más cuando ella debía salir a hacer las compras y demás como las vecinas nuevas que tenia. No tenía idea de preparar siquiera un pan! Si, puede que suene tonto, pero ella acostumbro desde bebé ser atendida por una empleada.

Querido! ¿como has entrado? -murmuro con algo de pánico. La presencia algo extraña de su esposo le daba miedo- No...has tocado la puerta

¿debo? Te recuerdo que vives en mi casa  -comento y Sara bajo la cabeza- Bien Sara, se acabó tu castigo, volverás a casa

¿de verdad? -se puso de pie y se acercó para abrazarlo, pero fue detenida por la mano de su pareja-  Ehm...

Hay solo una, cosa... -musito con los ojos cerrados- y solo una pequeña cosa

¿Que cosa? -sonrio en busca de alguna buena noticia o algo así como que debía de acostarse con el, pero la mirada fría y el cigarrillo apagarse en su mano le causó dolor y horror. Algo planeaba y ella, muy probablemente estaba más que involucrada, talvez era hasta la protagonista- Agh! Q....querido...

Pagarás por lo que le hiciste a nuestra hija, pagarás tal y como lo está haciendo tu hijo ahora, porque Neil ya no es mi hijo -Sara abrió los ojos y sintió la fuerte cachetada que la hizo caer al suelo, más la agarrada de mechas que causó que la mujer gritara adolorida- pagarás, te haré lo mismo

¿porque? -chillo y un nuevo golpe la hizo callar-

Confiesa, como fue que trataste a Eliza y mejor que me digas la verdad porque si no te irá peor y lo sabes... -la señora Leagan temió por su vida y decidió contar tal y como expulsó a Eliza y, además, de como la trato- habla...

Cuando, Eliza llegó y dijo que.. que estaba embarazada de ese hijo de duque simplón... Y..yo la tomé del cabello y le di cachetadas... -trago saliva- l..luego la empuje contra el suelo y l... Le di en las piernas c..con el fierro caliente de la chimenea... -el señor Leagan abrió los ojos- f.. finalmente cuando trajeron la maleta.. la empuje al barro causando que...cayera...de cara y así le lanze todo

Eres una miserable mujer! -el señor Leagan decidió imitar, esta vez, con peores acciones o mejor dicho, mejoradas para castigar a su mujer. Jamás pensó que tendría que llegar a este nivel para hacerle ver a su mujer que era cruel y egoísta, y darse cuenta el que se había unido a una persona sin alma

Así que ella es... Tu prima -todos estaban sorprendidos. La mañana había sido un caos cuando vieron a la joven comiendo de la cocina como si se tratara de su propia casa- ¿Porque no nos dijiste?

Últimamente hay mucho que contar -comento Albert mirando a su familia- No había dicho nada al respecto sobre ella o Katherine... Es, simplemente porque no encontraba el momento, lo lamento

Tranquilo Berth -candy le dio un beso sonriendo levemente- Puedes contarnos, confiamos en ti...

Bueno, Katherine es la mayor de mis primos, pero es menor que Rossemary y yo -miro a todos- hay alguien más y luego continúa Katerina...