El chico de la sudadera Amarilla

La conexión

Tener una conexión indestructible con un amigo cercano es una experiencia profundamente gratificante y enriquecedora. Esta conexión se alimenta de múltiples factores que se construyen con el tiempo, como la confianza mutua, la compatibilidad, la empatía y la comunicación efectiva. Cuando establecemos este tipo de vínculo con un amigo surgen diversas cualidades que definen una relación verdaderamente sólida.
En primer lugar, la confianza es uno de los pilares fundamentales de una conexión indestructible, saber que podemos contar el uno con el otro en cualquier situación sin temor a ser juzgados o traicionados crea un ambiente seguro y de apoyo mutuo. Esta confianza nos permite compartir nuestros pensamientos más profundos, sueños y miedos, sabiendo que seremos escuchados y comprendidos sin prejuicios simple y sencillamente se puede ser tú con ese amigo.

La compatibilidad también desempeña un papel crucial en este tipo de amistad, con el tiempo descubrimos que tenemos intereses similares, valores compartidos y una forma de ver el mundo que se alinea de manera armoniosa. Esta compatibilidad nos permite disfrutar juntos de actividades, conversaciones y momentos significativos, la sensación de conexión se intensifica cuando nos damos cuenta de que tenemos un compañero de vida en quien confiar, tanto en los buenos como en los malos momentos y José a lo largo de estos meses ha estado a mi lado ayudándome a no dejarme caer con el tema de Gael o como nos gusta llamarlo mierdoza.
Su forma de ser me llama mucho la atención, la forma en la que piensa a futuro, en cómo va a lograr sus metas, lo mucho que le gusta la idea de convertirse en ingeniero en sistemas me llena de emoción, si tan solo los demás vieran la forma en la que le brillan los ojos al contarme todos sus planes sin duda quedarían cautivados.
Podemos decir que la empatía es otro componente vital en una amistad con una conexión indestructible, ser capaces de entender y compartir las emociones del otro nos permite ofrecer un apoyo genuino y comprensión incondicional. Esta capacidad de empatizar nos hace sentir profundamente conectados, ya que somos capaces de reconocer y validar las experiencias del otro y que a pesar de saber que José no era tan fácil de descifrar o de entender lo intentaba hacer, no era justo que él estuviera al pie del cañón con mi situación y yo no le brinde lo mismo. Casi no me platicaba como se sentía con respecto a Samantha pero yo sabía que le estaba doliendo hasta el alma y aún así estaba de pie con esa sonrisa decorada por sus retenedores y con su humor un poco negro, siempre me hacía sacar muchas carcajadas que terminaban por hacerme doler el estómago de risa.
Es importante destacar que aunque una conexión indestructible con un amigo cercano puede ser poderosa y significativa no necesariamente implica una atracción romántica. Esta conexión se basa en una profunda amistad, respeto y afecto mutuo pero no debe confundirse con sentimientos románticos aunque de un tiempo para acá yo ya me estaba encontrando con ciertos pensamientos intrusivos en mi cabeza dónde comenzaban a ver a José con otros ojos ya que su calidez, su comprensión, su confianza, su estabilidad y sus ojos me tenían pendiendo de un hilo entre esa delgada línea de verlo como amistad o como el chico que me empezaba a gustar.

Sin embargo, debo ser sincera y puede resultar confuso para mi ya que puedo reconocer y valorar sus cualidades como individuo, su compañía, inteligencia y las muchas cualidades admirables que posee son indudablemente notables y es natural que ciertamente me sienta atraída por esos aspectos de su personalidad. Es esencial para mí afianzar y preservar nuestra amistad ya que valoro profundamente nuestra conexión y la confianza que hemos construido a lo largo del tiempo. Una relación romántica podría afectar negativamente esta base sólida y crear tensiones o expectativas que podrían poner en peligro nuestra amistad.
Por lo tanto le pido a mi corazón, que entienda y respete mi posición en este asunto, mi cerebro le está literalmente pegando una madriza a mi corazón, es como si hubiera una pequeña discusión sobre quién va a mandar si la razón o el amor. Nuestra amistad es valiosa y única, personalmente me complace continuar cultivándola en ese contexto.