Nunca estamos solos

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A la luz de la tarde, mientras el sol se pone en el horizonte, una sensación de estar agusto comienza a flotar en el aire, es la calma y el bienestar de saber que hay un amigo cerca, un amigo que ha estado a través de todo. A pesar de los vientos de la vida, este amigo sigue de pie, firme y fuerte como una roca.
Estoy agradecida de saber que hay un amigo como él a mi lado, un amigo que es comprensivo, fiel y sincero, un amigo que está allí para escuchar, compartir, animar y brindar apoyo. Este amigo es un tesoro y lo agusto que me siento al pensar en él es la alegría de saber que se puede contar con alguien en la vida es un sentimiento de paz y de tranquilidad.

Los días habían pasado y era momento de tomar las fotos grupales de recién graduados, todavía nos faltaban por terminar materias pero nosotros ya nos sentíamos realizados con nuestra toga con un lazo color verde que hacía representación a la escuela, también usamos un birrete muy elegante la verdad, yo me sentía soñada porque para mí era  una sensación única. Sin duda fue la mejor elección quedarme en CDMX para hacer la foto grupal ya que tenía la opción de faltar toda esa semana a clases e irme a una casa de vacaciones en Cuernavaca, tal vez hubiera estado bien pero creo que esto fue mejor.

Teníamos que ir lo mejor arreglados y yo estaba indecisa entre un vestido o pantalón de mezclilla total no se vería nada por la toga así que me decidí por el pantalón de mezclilla y una playera color rosa, eso sí no iban a faltar unos tacones de casi 10 cm de color hueso casi blanco.
Me maquille lo más lindo posible y sobre todo me hice chinos sin calor con unas calcetas y mi cabello envuelto en ellas.
Era momento de llegar a la escuela, claro estaba que tenían que pasar algunas clases para el momento más esperado.

—¿Qué pasó Mija? ¿No ibas a venir de vestido? —Me miró de pies a cabeza José en cuanto llegué.

—Al final opté por algo más cómodo Oso, pero claro que no pasaré desapercibida ya que traigo mis bellos tacones ¿Te gustan?

—Allá tú si te rompes la carita. —Soltó una carcajada y me acompañó hasta el salón.

Después de dos horas y media de clase entró una maestra que le avisó al profesor y a nosotros que teníamos que salir a tomar las fotos.

—Jóvenes es momento de salir en orden para tomar las fotos grupales. —Comunico dicha maestra.

Nuestro momento había llegado, era hora de presumir lo bien que me veía con los tacones de 10 cm, solo esperaba que no me torciera un pie o algo peor tal vez caerme enfrente de todos y hacer el ridículo.

—Amelia, no siento mis pies. - Le susurre mientras me acercaba a ella.

—Son los tacones Mich, estarás bien es más hasta te ves bien bonita con ellos.

—¿De verdad lo crees?

—Si Mich, además tienes que demostrar que eres toda una mujer empoderada y hacerle ver a Gael que no te dejas caer ni por él ni por nadie. —Exclamo mientras me tomaba por los hombros y me movía de atras hacía adelante.

—De acuerdo Amelia pero  aguarda un minuto ¿Por qué mencionas a Gael?

—No lo quería decir tan directo pero antes de que nos llamarán fui al baño ¿Correcto?

—Correcto.

—Me di cuenta que él estaba ahí junto con Erika, entonces . . .

—Ya entendí y por lo que veo necesitaré ayuda si no quiero quedar en ridículo por caerme con estas cosas.

-Es correcto.

-Tengo una idea José ¿Podrías ayudarme? Por favor.

Tomé a José del brazo para poder estar  entrelazados para tener un mayor soporte y seguridad al bajar.

El chico de la sudadera AmarillaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora