26/11/2023
CATARXIS
Ya no puedo más, son muy complicados los episodios que experimento cuando estoy en mi limite, cuando me falta el aire para respirar, cuando de la nada en cuestión de segundos ya estoy acostada en el suelo haciendo los ejercicios que me mandó la psicóloga para tranquilizarme. Mis sentidos brotaron a flor de piel, sentí que prácticamente colapsé como si lo que había hecho José hubiera sido la gota que derramó el vaso y bueno no pude más y . . . exploté. Quería entender lo que pasaba por tu mente ¿Cómo iba a poder? No lo iba hacer porque ni siquiera sabía lo que estaba pasando ahora en la mía, me cerré ante todo, mi corazón estaba herido y mi boca desenfrenada, quería gritar y llorar hasta quedarme deshidratada, quedarme sin voz hasta ahogarla. Tal vez mi llanto fue causado por lo mas minino, mi desesperación por no saber como tratar ya a José es una sensación que no se la deseo a nadie. Tengo en cuenta sus males del pasado y no minimizo su dolor, su ira y su miedo pero juro que no debería de ser para tanto, a él no le dieron la noticia que su ex novia tenia a alguien mas. . . yo sí, a él no le restregaron en la cara a la nueva pareja al mes de terminar y a mi sí, yo sufrí mucho más en un pasado y era para que sencillamente no volviera a confiar a dejarme llevar por el amor y bueno al final de cuentas yo no soy así. Una parte de mi murió en este día, otra nació ahora no sé que hacer con esto que se ocasionó, mi unico sentir es que todo estará bien, todo mejorará y así será o tal vez no.
He sentido a José demasiado extraño, mucho más raro de lo normal ahora si es algo más que extraño, se desaparecía por un día y regresaba al otro, me contestaba muy cortante, cuando llegaba a marcarle me dejaba en espera por largos ratos o contestaba con voz de hartazgo y yo lo sentía, yo presentía que él ya estaba llegando a su límite también ya que podía notar en sus acciones, en sus ojos los cuales ya no se iluminaban cuando me veían y los míos tampoco, poco a poco nos fuimos apagando y entre platicas y platicas de horas y horas de las mismas incomodidades llegaron a ser nada sano el estar así.
Creo que es momento de terminar con él, ya no esperaré hasta Enero para ver un cambio o para que me saqué de mis casillas definitivamente, era un hecho y es que ya estaba perdiendo a mi amigo, corrección ya lo había perdido desde hace mucho tiempo atrás.
Hoy tengo que salir a la casa de mi bisabuelita a la misa que le han estado haciendo por su fallecimiento y me he encontrado a mis tíos hermanos de mi mamá quienes comenzaron a hablar sobre el tema que le habia ocurrido a mi abuelo.
-¿Qué es lo que se supone que quieres que hagamos Luis?- Contestó la hermana de mi mamá Claudia.
-Clau necesitamos apoyar a nuestro papá, fue un accidente.
-Un accidente que no fue nuestro Luis. - Contestó Emiliano hijo de Claudia mi primo hermano.
-¡Vamos mi Emi! tenemos que apoyar a tu abuelo, él nos necesita.
-¡No Luis! no quiero ¿Ya olvidaste todas las cosas que me dijo en mayo?
-Cosas que fueron ciertas Claudia. -Contestó mi mamá.
-¡Eso es algo que no te importa Tere! -Comenzó a gritar Claudia.
-Pero es cierto Claudia, hiciste cosas de las que no deberías de estar orgullosa.
-Jamás estare de acuerdo con dar un solo centavo.
-Claudia es nuestro padre por el amor de dios. - Esta discusión cada vez iba subiendo de nivel en cuestión de voces que sonaban mas y mas fuertes cada vez.
-Yo estoy de acuerdo con mi mamá, no estamos dispuestos a dar ni un solo centavo. - Exclamó Emiliano.
-Tío por favor diles algo. - Exclame con la voz entre cortada y con preocupación por pensar que dejarían a mi abuelo a la deriva despues de todo.
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El chico de la sudadera Amarilla
Teen FictionMichelle y José, dos amigos íntimos que comienzan a sentirse atraídos el uno por el otro, así que deciden salir. Al principio la relación es un sueño pero pronto José comienza a tratar mal a Michelle, llegando al punto de enviarla al psicólogo. En m...