06 de julio de 2022
Hoy me encontré en una encrucijada de emociones encontradas al saber que mis amigos y yo recibiremos nuestros diplomas. Por un lado, sentí una profunda melancolía al darme cuenta de que nuestros días juntos como estudiantes se acabaron. Durante años hemos compartido risas, lágrimas, alegrías y tristezas, y saber que al verlos recibir sus diplomas me ha pensar en todo lo que dejaremos atrás. Sin duda, habrá una sensación de vacío en mi vida sin su presencia diaria en la escuela.
Pero al mismo tiempo, sentí un inmenso orgullo al verlos alcanzar este logro tan significativo. Sé cuánto esfuerzo y dedicación pusieron en sus estudios, y verlos ser reconocidos por sus logros me llenan de alegría y satisfacción. nuestros diplomas son el fruto de años de arduo trabajo, y estoy seguro de que serán capaces de alcanzar grandes metas en el futuro.Sin embargo, a medida que celebrábamos juntos, no pude evitar sentir una punzada de tristeza al darme cuenta de que cada uno tomará su propio camino. Después de la ceremonia de egreso, cada uno de nosotros seguirá su propio camino, y es probable que nos distanciemos. Es una realidad inevitable, pero no por eso menos difícil de aceptar. ¿Qué pasará con nuestras largas conversaciones en la cafetería, las noches de estudio compartidas y las risas interminables?
A pesar de esta tristeza, estoy agradecido por el tiempo que pasamos juntos y por los recuerdos que compartiremos para siempre. Mis amigos siempre estarán en mi corazón, y no importa a dónde nos lleve la vida, siempre podré recordar los buenos momentos que pasamos juntos.
Así que, mientras observe a mis amigos con sus diplomas en mano, me embargan sentimientos encontrados de melancolía y orgullo. Estoy triste por el final de una era, pero también estoy orgullosa de las personas maravillosas en las que se han convertido. Aunque nuestros caminos se separen, siempre llevaré conmigo el amor y la amistad que compartimos.Quería un estilo algo sencillo, clásico, formal y elegante, mi vestido color negro era el indicado para está ocasión. Era un vestido ligeramente corto, me llegaba a la rodilla justamente, con falda tipo A, sin mangas y con cuello estilo caja.
Me alacié un poco el cabello y me maquille con un poco de sombras café y negra para darle un estilo diferente a mi mirada. Llegó mi papá con el coche por mi mamá y por mi para irnos directamente al lugar donde se llevaría acabo la ceremonia de egreso.
Al llegar a dicho lugar noté que un chico se me quedó mirando, lo reconocí era Marco un compañero de la secundaria quien ya había recogido su reconocimiento hace algunos minutos.—Hola amiga.
—Hola Amix.
—Que guapa te ves. —Me tomó de la mano y me dio una vuelta en mi mismo lugar.
—Muchas gracias Amix.
—Muchas felicidades por el reconocimiento que pronto te darán.
—Gracias Amix, igualmente felicidades por el que ya te dieron.
—Gracias linda, luego te veo. —Se acercó, se despidió, se dió la vuelta y se marchó en dirección a la escuela.
—Chaparra yo creo que le gustas a ese chico.
Voltee a ver a mi papá con cara de extrañada acompañada de una pequeña risita. —Papá Marco es gay.
Me miró con cara de impresionado y junto con mi mamá soltaron una pequeña risita por la ocurrencia de mi papá.Caminamos hasta la entrada y vimos dos filas en el patio central, una era para los papás y la otra para los estudiantes.
Me despegue de mis papás y me dirigí a la carpa que había con una gran lista con todos los nombres de los estudiantes de tres grupos, 614,615 y 616.—Buenas tardes.
—Buenas tardes jovencita, su nombre y grupo por favor.
—Michelle García Martínez, 615.
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El chico de la sudadera Amarilla
Teen FictionMichelle y José, dos amigos íntimos que comienzan a sentirse atraídos el uno por el otro, así que deciden salir. Al principio la relación es un sueño pero pronto José comienza a tratar mal a Michelle, llegando al punto de enviarla al psicólogo. En m...