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Seis años atrás.


































En el inicio de una nueva etapa, la mayoría de personas estaban ansiosas, emocionadas, asustadas, pensando en millones de cosas a la vez.

¿Cómo le iría? ¿Cómo sería? ¿Le gustaría o lo odiaría?

Era completamente normal y a pesar de que algunos lo aparentaban más que otros, era un hecho.

Un año atrás, Choi BeomGyu había culminado su período de secundaria con excelentes calificaciones, incluido en el cuadro de honor de la institución, ahora, estaba por empezar la universidad en Administración de empresas.

¿Estaba ansioso? Mucho.

Pero debía controlarse o su aroma saldría a borbotones y llamar la atención el primer día no era su misión.

Su universidad era mixta, habían alfas, betas y omegas, no era un problema para nadie, y si por algún motivo lo había, podrían solicitar el cambio a una universidad exclusiva de solamente un rango.

Cómo en todo inicio, la primera semana era tranquila, presentarse aquí y allá, hablar, conocerse y demás.

—¡Hola, BeomGyu! —saludó una muchacha de su mismo tamaño, una beta animada y con un estilo muy brillante, llena de accesorios.

—Hey... ¿Por qué llegaste tan temprano? —preguntó mirando su reloj de muñeca.

En ese entonces, el estilo de BeomGyu estaba muy acorde a la moda, usaba pantalones algo anchos, igualmente playeras anchas, llevaba audífonos, una mochila, bastantes accesorios y el cabello peinado hacia el frente.

Era moda.

Además, el omega resultó desenvolverse muy bien en el entorno, así que en el tercer día ya se encontraba saludando personas, sentándose a comer con otras, hasta que al mes de empezar su vida universitaria ya tenía un grupo cómodo que tal vez no sería para siempre, pero estaba cómodo con ellos temporalmente.

Fue una tarde luego de clase de introducción a la estadística que él y su grupo fueron a la cafetería, y así como ellos muchas personas más.

Ingeniería, medicina, veterinaria, contaduría y demás carreras.

Eran un comedor inmenso y de una calidad increíble, no por alg era una universidad privada.

Varias carreras y varias aulas comían ahí, el control era sencillo, ya que había muchos estudiantes, algunos almorzaban del otro lado de la universidad en dónde había un comedor igual de grande y con los mismos alimentos.

Además, no siempre comían todos los alumnos, algunos simplemente compraban en otro lado, o también llevaban su comida.

¿Se hacía fila? Cómo siempre.

Pero era aguantable, aún más cuando iba con su grupo de amigos.

—¡Allá hay puesto! —señaló una de sus compañeras con su bandeja, señalando una mesa redonda, habían personas allí, pero había el espacio para ellos, que eran tres.

—Pero... Está llena —comentó otro, un beta, algo tímido y sin muchas ganas de ser sociable, no más de lo que ya era.

—¡Que importa! Solo les preguntamos, ¿Qué es lo peor que puede pasar? —preguntó BeomGyu acercándose a la mesa, dándole una sonrisa amable a los que estaban sentados— Disculpen, ¿Está ocupado? ¿Podemos sentarnos? —preguntó con amabilidad, recibiendo un asentimiento de los betas y alfas que habían.

Another Soft Story || TaeGyuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora