Another Soft Story || TaeGyu

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Apenas la puerta del baño de cerró, se escuchó un grito.

—¿¡QUÉ MIERDA ESTÁS PENSANDO, BEOMGYU!? ¿¡AH!? —gritó, el omegas sintió su cuerpo temblar del miedo.

¿Cómo sabía su nombre?

Se volteó asustado, arrojando su teléfono en la encimera de los lavabos, su esposo en llamada, escuchando todo y desesperado, TaeHyun por la marca sentía miedo, desesperación.

Y él también estaba igual, tanto, que le había puesto a Byeol el primer abrigo que vió y salió directo a pedir un taxi, aún escuchado la llamada.

—¿¡Y TÚ QUIÉN ERES!? ¿¡CÓMO SABES MI NOMBRE!? ¿¡AH!? —gritó de vuelta, con miedo pero defendiéndose, miró al tipo frente a él, quejándose cuando esté se acercó y lo tomó del brazo con fuerza— ¡SUÉLTAME! —chilló sintiendo lo duro del agarre, el tipo era delgado, palido, y mucho más algo que él, era intimidante, aún más cuando lo miraba con demencia y desespero, tenía ojos cafés.

Se parece a... ¿TaeHyun?

La comparación entre el criminal y su esposo fue rápida, su esposo era alto pero no más alto que el criminal que también era pálido y delgado, su esposo tenía un leve bronceado y estaba perfecto de nada corporal, además, la voz de este criminal era más gruesa y demandante. Cómo la de un líder.

Pero tenían cierto parecido.

—¿¡IBAS A HACERLO OTRA VEZ!? ¡ERES UN MALDITO MENTIROSO! ¿¡Y CÓMO QUE YO QUIÉN SOY!? ¡SOY TÚ DUEÑO, CARAJO!

BeomGyu no entendía nada, él jamás había visto a ese tipo en su vida, y parecía reclamarle como si fueran una pareja.

Apretó su puño libre con fuerza, debía defenderse a cómo fiera lugar.

—¡QUE ME SUELTES, ERES UN DEMENTE! —tomó todo el impulso que podía y lo golpeó en la mejilla con toda su fuerza haciendo que el otro volteara la cabeza a un lado.

Es mi momento. Pensó el omega antes de impulsar las bolsas de compras hacia el criminal, golpeándolo en el estómago, haciéndolo encogerse.

—¡Y YO NO SOY NINGÚN PERRO PARA TENER DUEÑO! ¡AGARRA TUS LOCURAS Y TE VAS DE AQUÍ, DIRECTO AL MANICOMIO, ERES UN SÁDICO DEMENTE! —le gritó volcando el batido de fresa sobre la cabeza del criminal. Su corazón latía a mil por hora, estaba asustado, pero seguía defendiéndose— ¿¡CÓMO TE ATREVES A ENCERRARTE CON UN OMEGA EN UN BAÑO!? ¿¡AH!? ¿¡ME VAS A ROBAR!? ¡TE PUEDO DAR TRES PAQUETES DE PAÑALES SI QUIERES! —le gritó empujando por los hombros al otro, cambió a empujarlo por el pecho, el tipo era alto y pesado a pesar de lo delgado que se veía, aún así lo siguió enojando, tratando de quitarlo de la puerta a empujones, pero el otro  solamente frunció el ceño, haciendo una cara de confusión.

BeomGyu no captaba ningún aroma, ¿Era beta? Porque un alfa tendría un aroma pronunciado y un Omega igual, solamente olía a baido de fresas y era porque se lo había arrojado encima.

—¿Un... Qué?

—¿¡Ah así!? ¿¡Aparte de demente eres idiota también!? ¡Quítate! —exigió arrojándole el vaso vacío del batido a la cara, golpeando con la nariz y la tapa con la frente del criminal, BeomGyu no sabía qué más hacer para quitarlo de la puerta y poder salir.

¿Nadie en este centro comercial tiene ganas de ir al baño? Se preguntó cuando nadie entraba al baño, solamente ellos dos solos.

Quería salir de ahí.

Se exaltó cuando el otro gruñó molesto por eso, haciendo un gesto de encimarse sobre él mientras sacaba un filo, un cuchillo.

Ahí, el alma se salió de su cuerpo.