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20 días de nacido.






Aparte del cuidado del bebé, de cambiar pañales, su ropa, alimentarlo, limpiarlo, también estaba el cuidado del omega.

—Me duele —se quejó el omega saliendo de la ducha en bata de baño, caminando a pasos cortos.

No conforme con todo el dolor de la labor de parto, también después de tener a su bebé, debía aguantar dolor.

El dolor de la cesaría se hizo presente días atrás, con la respuesta de BaekHyun, había estado tomando los medicamentos recetados y había estado usando la faja médica para protejer la cicatriz y además, ayudar a la inflamación de su abdomen.

Miró a su bebé dormido en el centro del nido, rodeado de almohadas, lo acababa de dormir así que tenía tiempo para antes de que despertara.

Su esposo entró a la habitación con un plato de galletas, las dejó en el buró que estaba desocupado y observó al omega tomar la faja.

—Te ayudaré con eso —dijo señalando la faja. BeomGyu asintió, aceptando, antes se la había puesto él solo, pero sentía que no la apretaba lo suficiente.

TaeHyun avanzó hacia él tomando el artículo en manos, no era difícil colocar una faja, solamente debía tener cuidado de no lastimar al omega.

BeomGyu quitó la bata, quedando en ropa interior, sintió sus mejillas calientes por la mirada del alfa bajando por su cuerpo.

—Está... —TaeHyun abrió la boca sin decir nada más, no había visto a su esposo sin ropa desde hace tiempo, y sólo ahora podía ver la incisión de la cesárea además de lo que en realidad era un cuerpo después de dar a luz.

—Estás loco si pensabas que iba a volver con el abdomen plano —le dijo el omega en un tono bajo, volviendo a colocarse la bata, sacándolo de sus pensamientos. TaeHyun negó con la cabeza frunciendo el ceño.

—Eso lo sé, mi amor —se acercó y besó su nariz castamente.

BeomGyu se cubrió de nuevo con la bata, desviando la mirada.

Actualmente, el abdomen del omega era casi igual al abdomen que tenía cuando cumplió los cuatro meses de embarazo, obviamente, había cambiado por algunas estrías, al igual que por la enrojecida incisión que aún seguía cuidando.

—Cielo... —TaeHyun se extrañó los primeros segundos, luego comprendió por completo la situación.

Inevitablemente, BeomGyu empezó a sentir una inseguridad apoderarse de él.

¿Y si a Kang ya no le gustaba por el cambio de su cuerpo? Desde que se conocieron TaeHyun había halagado sus piernas esbeltas, su abdomen plano, esa contextura delgada pero formada que a Kang TaeHyun le volvía loco en esas épocas hasta la actualidad.

Hasta no hace mucho, nueve meses atrás, lo recuerda besando con devoción su abdomen plano y levemente tonificado.

Ahora no estaba plano, y tampoco tonificado.

No era el omega esbelto con el que se había casado.

¿Entonces...

—BeomGyu, escúchame —TaeHyun lo sostuvo de la cintura, mirándolo directamente a los ojos— Mírame —pidió buscando la mirada del omega, BeomGyu mordió su labio inferior— ¿Cómo crees que yo pueda pensar eso, mi cielo? Los cambios de tu cuerpo fueron para traer a mi hijo a este mundo, es completamente normal, y yo lo único que puedo hacer es ayudarte, agradecerte y admirarte por tener la valentía de dar a luz a un niño, de soportar casi nueve horas de contracciones sin anestesia, de estar nueve meses pasando por mareos, cambios de humor, dietas, no me importa que tengas una cicatriz, no me importa que tengas estrías, no me importa que no seas el omega esbelto con el que me casé. Ahora eres el omega que amplió nuestra familia y estoy orgulloso de ti, te sigo amando como lo hice el primer día que te conocí y no vuelvas a pensar, por favor, que voy a dejar de hacerlo por un cambio en tu cuerpo —le habló fluido y con esa sinceridad que llegaba al corazón del omega. BeomGyu soltó una pequeña lágrima, luego otra y otra.

Another Soft Story || TaeGyuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora