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SooBin miró la hora en su teléfono, era imposible, enserio era completamente imposible esa vez.

12:30 AM.

Los restaurantes de pasta carbonara cerraban mucho antes de las doce de la madrugada, y lo que había a esa hora eran tiendas de convivencia y uno que otro local de comida coreana, pero YeonJun no quería eso.

—Mi amor, a ésta hora no hay pasta...

—Quiero pasta carbonara —repitió el omega tomando asiento en la cama.

—¿Y si te la preparo yo? Tenemos los ingredientes, puedo hacerla para ti —propuso, dispuesto a preparar la comida de inmediato, pero YeonJun negó con la cabeza.

—Quiero la pasta que me dieron cuando me llevaste a esa cita... En el restaurante con luces —explicó, SooBin suspiró.

—Pero, mi bonito, no está abierto...

—¡Eso lo sé! —subió la voz, cubriendo su cara luego.

Hubo un momento de silencio entre ellos. SooBin maquinando en su cabeza que hacer por su pareja, pensando en las pocas soluciones que tenía, y YeonJun...

—¿Estás llorando, Yeyo?

—¿¡Y qué tiene!? —reclamó el omega mirándolo unos segundos antes de lloriquear, cubriendo su cara porque quería una pasta carbonara en específico que sabía que no estaba disponible a esa hora, y solo le quedaba llorar.

SooBin suspiró sin saber que hacer.

Ésta vez sí que estaba de manos atadas, su única opción era preparar él mismo la pasta, pero ya YeonJun le había aclarado que no quería eso, quería la que preparaban en un local en específico.

—¿Y otra cosa? ¿No quieres otra cosa? —preguntó acercándose al omega que negó con la cabeza.

—¡Me moriré de hambre de aquí a que abra ese local! —lloriqueó, sorbiendo su nariz.

SooBin mordió su labio inferior al ver lágrimas, YeonJun enserio estaba llorando como nunca por una pasta.

—Mi bonito... Cómo lo siento —murmuró abrazando al omega que se dejó hacer, rodeado por el aroma a chocolate— Si lo hubieras dicho más temprano...

—¿¡Más temprano!? ¡Tu cachorro pide comida cuando sea! ¿¡Que iba a saber que se me iba a antojar esa pasta, SooBin!? —regañó sorbiendo su nariz.

—Bien... Pero no puedes quedarte sin comer ahorita... ¿Te traigo moras o chocolate? ¿Ambos?

—¡Pasta! —insistió el omega, SooBin negó suavemente con la cabeza— Entonces no quiero nada, déjame —negó antes de arrojarse a la cama, haciéndose bolita, SooBin suspiró recostándose tras él, abrazándolo con cuidado y metiendo una mano bajo su camisa, acariciando su vientre.

—Sé que quieres pasta de ese restaurante, pero en este momento no se puede... Y sé que no quieres otra cosa, Yeyo, pero tienes hambre y no me gustaría que te durmieras así... —le habló con suavidad, sintiendo la mano del omega sobre la suya, acariciando su dorso, dejó su mano estática, solamente sintiendo el abdomen del omega subir y bajar, lo abultado de su vientre, el aroma a fresas rodeando el ambiente, suspiró— Puedes comer un poco de otra cosa y mañana te prometo que tendrás tu pasta, mi Yeyo, ¿Si?

—No, quiero pasta —sentenció el omega frunciendo el ceño, SooBin se quedó en silencio estirando su otra mano para tomar su teléfono, se encargó de colocar una alarma a primera hora de la mañana.

YeonJun suspiró, moviendo sus pies en un pequeño berrinche antes de quedarse estático, siendo abrazado por su pareja.

Vas a tener que esperar a mañana, mi bebé... Pensó dejando su brazo libre bajo su cabeza, sintió un beso en su hombro.

Another Soft Story || TaeGyuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora